Dediqué mi primera novela a Eleanor Nielsen, y esta,
la sexta, también se la dedico a ella. Ambas están
protagonizadas por una madre soltera y su hijo, como
mi madre y yo. Pero hasta ahí llegan las similitudes.
Mamá: no sé si eras consciente de ello, pero siempre hiciste
que sintiera que el suelo que pisaba era un lugar seguro,
y sigues haciéndolo.
(Hice este dibujo cuando tenía seis años, y aunque sabía escribir mi nombre correctamente.)