Ana María Matute (Barcelona, 1926) publicó sus primeros relatos a los dieciséis años, y su primera novela, Los Abel, a los veintidós. Desde entonces su obra ha sido reconocida dentro y fuera de nuestras fronteras como una de las aportaciones más significativas y personales de la narrativa española. Entre sus novelas destacan Los soldados lloran de noche (1962) y La trampa (1969), que, junto con Primera memoria (1960), conforman la trilogía «Los mercaderes». Cabe señalar además La torre vigía (1971), que anticipó la atmósfera de Olvidado Rey Gudú (1996) y Aranmanoth (2000), escritas tras más de veinte años de silencio literario. Matute también ha cultivado el relato, la literatura infantil y la autobiografía. Es miembro de la Real Academia Española, convirtiéndose en la cuarta mujer aceptada en su historia, y de la Hispanic Society of America. Sus libros han sido traducidos a veintitrés lenguas y su trayectoria literaria ha sido reconocida con numerosos premios: en 1952 recibió el premio Café Gijón por Fiesta al noreste; Pequeño teatro fue galardonada en 1954 con el premio Planeta; por Los hijos muertos le fue otorgado el premio de la Crítica en 1958 y el Nacional de Literatura en 1959; por Primera memoria recibió el premio Nadal en 1959; en 1962 recibió el premio Fastenrath de la Real Academia Española por Los soldados lloran de noche; además, le fueron concedidos el premio Terenci Moix en 2006 y el premio Nacional de las Letras Españolas en 2007 por el conjunto de su obra.