9 El final de esta historia

Y ASÍ, mientras el pirata cuatro volvía a la vida activa de pirata, el pirata tres, se fue a Campeche a contar las historias que yo he tratado de recoger con la mayor fidelidad en este libro.

Todavía recuerdo el día en que fui a enseñarle al propio pirata tres la primera versión de mi texto manuscrito. El pirata cuenta cuentos ya estaba bastante viejito. Lo encontré sentado en su mecedora frente al mar, con un puro que prendía a cada rato, pero que nunca fumaba y con una botella de ron que nunca bebía.

El pirata tres, el pirata cuenta cuentos, leyó las hojas con mucho detenimiento. Me pareció que se emocionaba tanto como él dice que se emocionó el pirata cuatro al contar su historia con Lila. Le vi lágrimas en los ojos y le oí exclamar:

—¡Qué tiempos aquellos!

Le platiqué que muchas veces lo había escuchado contar estos cuentos.

—Y sé que no están publicados —le dije—. Por eso me tomé el atrevimiento de escribirlos. Para que las historias que usted cuenta, no se pierdan. Y para que otros, al igual que yo, también se puedan emocionar y disfrutar con ellas. Le suplico me permita publicar este libro.

—Al contrario —me respondió—, soy yo el que te suplica que sigas con la tradición de contar cuentos de piratas. Piensa que, tal vez, éste sea el único tesoro real que podamos dejar: las historias que contar.

Y dicho esto se levantó de su mecedora y empezó a cantar y a bailar, tronando los dedos y silabeando tan marcadamente que me sentí contagiado e impulsado a unirme a su canto y a su baile. Los dos cantamos:

Los piratas de Campeche

Son unos buenos muchachos.

Comen los frutos maduros.

Se alimentan bien, con leche.

Los piratas de Campeche

Se echan sus buenas verduras,

Viven muchas aventuras,

Les encantan las locuras.

Los piratas de Campeche

Gustan del sol y la noche.

No son ningunos mañosos

Ni tampoco unos roñosos.

Los piratas de Campeche

Sí son buenos muchachotes.

Los piratas de Campeche

Gustan del sol y la noche.

Todavía hoy, a muchos años de distancia de las historias que aquí he contado, cuando ahora el viejito soy yo, cada vez que vengo a las playas de Campeche a ver una puesta de sol me parece sentir cómo cobran vida mis recuerdos del pirata tres contando una historia de piratas que empezaba con aquel grupo de cuatro hombres reunidos a la luz de la luna en estas mismas playas, discutiendo qué pasaba con sus vidas, qué hacer, dónde vivir, en fin... la historia de Los piratas de Campeche.

Escrita, la mayor parte de esta historia,

en Oaxaca, en el año de 1997.

Terminada el cinco de enero de 1999,

en el Distrito Federal,

a la espera de la llegada de los Reyes Magos.