Lectura bíblica: Efesios 1
Pido que les inunde de luz el corazón, para que puedan entender la esperanza segura que él ha dado a los que llamó—es decir, su pueblo santo—, quienes son su rica y gloriosa herencia.
EFESIOS 1:18, NTV
Es interesante cómo los niños pequeños empiezan con tanta emoción por la vida. Tienen sueños grandes. Serán científicos, astronautas, cantantes, maestros, jugadores de béisbol, hasta presidentes. No están intimidados ni inseguros. Creen que pueden hacer cualquier cosa. Eso se debe a que acaban de venir del Creador. Su pensamiento no ha sido contaminado. Ellos aún pueden sentir las semillas de grandeza. Pero, con mucha frecuencia, con el paso del tiempo, alguien les dice lo que no pueden llegar a ser, lo que no pueden hacer. Poco a poco su ambiente empieza a encogerse sobre ellos. Un entrenador dice: “No eres lo suficientemente bueno”. Su autoestima baja. Ellos ven a alguien más atractivo que está recibiendo todo tipo de atención y empiezan a sentirse inferiores. En poco tiempo, en lugar de soñar en grande y creer los pensamientos de probabilidad, piensan: Nunca lograré nada importante. Solo soy una persona promedio.
Cuando nos encontramos sin creer que podemos llegar más alto, necesitamos preguntar: “¿Por qué pienso así? ¿Quién me programó para pensar que soy una persona promedio y renunciar a mis sueños? ¿Quién me programó para pensar que no puedo bajar de peso o romper con esta adicción? ¿De dónde vienen esos pensamientos?”. ¿Podría ser que ha aceptado el patrón de pensamientos equivocado debido al ambiente donde fue criado y a las personas que le rodeaban? Solamente porque le parezca normal, no significa necesariamente que es normal.
A veces, simplemente aprendimos a funcionar en nuestra disfunción. Quizá todas las personas con quienes creció eran negativas, pero la negatividad no es una forma normal de pensamiento. Solo porque los miembros de la familia tenían adicciones y malos hábitos, no está bien que usted viva de esa manera. Esos son virus que le han sido heredados, que continúan infiltrándose en su pensamiento y afectando su vida. No se supone que vaya por la vida sintiéndose inferior, oprimido por la baja autoestima, siendo adicto, teniendo objetivos y sueños pequeños. Ese no es usted.
La buena noticia es que esos son solamente patrones de pensamiento equivocados que ha desarrollado. Empiece a reprogramar su mente con excelencia, no con mediocridad. Prográmela con abundancia, no con escasez ni pobreza. Prográmela con libertad, no con adicciones. Cuando usted enderece su pensamiento, tendrá una vida sana, abundante, feliz y llena de fe.
ORACIÓN PARA HOY
Padre, gracias porque tú eres luz y, aun en este momento, estás inundando mi mente con luz para que pueda comprender la esperanza confiada que me has dado. Gracias por ayudarme a ver y a romper esos patrones de pensamiento equivocados que están limitando la forma en que vivo. Declaro que soy quien tú dices que soy. En el nombre de Jesús. Amén.
PENSAMIENTO PARA HOY
Dios lo creó para vivir con confianza, para ser libre, para ser sano, positivo y feliz. Empiece por reprogramar su pensamiento.