Lectura bíblica: Salmo 129
(Qué hubiera sido de mi) hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del Señor en la tierra de los vivientes.
SALMO 27:13, LBLA (PARÉNTESIS AÑADIDO)
En el versículo de hoy, efectivamente, David estaba diciendo: “Si Dios no me hubiera mostrado algunas de Sus misericordias, yo no habría derrotado a Goliat. Sin las misericordias de Dios, no habría podido sobrevivir al rey Saúl cuando él trató de matarme en el desierto. No habría sido restaurado después de mi equivocación con Betsabé sin la misericordia de Dios”.
Un joven me contó que él estaba en una fiesta con unos amigos y, accidentalmente, mezcló diferentes tipos de drogas. Tomó tantas que sus amigos pensaron que, definitivamente, iba a desmayarse o a tener convulsiones. Pero esas drogas no le hicieron efecto. Era como si hubieran perdido todo su poder. Me dijo: “Joel, soy un tipo con suerte”. Le dije que es mucho más que suerte; son las misericordias de Dios.
El Salmo 129 dice: “Desde mi temprana juventud, mis enemigos me han perseguido, pero nunca me derrotaron”. A veces, solo necesita agradecerle a Dios que usted todavía está aquí. El cáncer y la depresión no pudieron acabar con usted. Ese divorcio, los problemas legales, la bancarrota no pudieron acabar con usted. Quizá las personas negativas trataron de humillarlo, hicieron todo lo que pudieron para hacerlo ver mal, pero el mejor esfuerzo de ellos no fue lo suficientemente fuerte. Ellos no pudieron acabarlo. Usted fue derrumbado, pero volvió a levantarse. Tuvo un revés o un rompimiento, pero sigue en el juego. Atravesó una pérdida, pero no se amargó, siguió avanzando.
Cuando mi padre era niño, cayó en una gran hoguera. Esa hoguera pudo haberle arrebatado la vida, pero el fuego no pudo acabarlo. Fue criado durante la Gran Depresión con casi nada, pero la pobreza no pudo acabarlo. Su primer matrimonio no funcionó, pero el divorcio no pudo acabar con él. Tuvo hipertensión la mayor parte de su vida, pero eso no pudo acabar con él.
A Dios se le llama el autor y consumador de la fe. Lo que Dios empezó en su vida, será Él quien lo termine y no una mala circunstancia, no una decepción, no una enfermedad. Dios es el consumador.
ORACIÓN PARA HOY
Padre, gracias porque tú eres el autor y consumador de mi fe. Gracias porque todo lo que viene contra mí para derrotarme no puede acabar conmigo porque tú has levantado una barrera para protegerme. Creo que tú terminarás la obra que estás haciendo en mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.
PENSAMIENTO PARA HOY
Dios tiene la última palabra. La gente no puede acabar con usted. Una mala circunstancia, la traición, el rechazo o la enfermedad no pueden hacerlo. Cuando el enemigo llega como un torrente, la Escritura dice que Dios levanta una barrera. Dios le pondrá un alto. Las fuerzas a su favor son mayores que las fuerzas en su contra.