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Se olvidará del motivo de la discusión, pero se acordará de haber discutido

Piense en las discusiones que ha tenido con su pareja en los últimos seis meses. Se mezclan unas con otras, ¿cierto? ¿Quién olvidó tal cosa? ¿Quién hizo esto? ¿Quién se olvidó de hacer lo otro? Todo esto puede ser muy impreciso después de un tiempo. Ahora trate de recordar cómo se sintió durante las discusiones. Es mucho más fácil recordar esa parte, ¿cierto? Pudo haberse sentido menospreciado o desilusionado, o tal vez sintió que finalmente su opinión fue respetada. Lo importante es que recordamos la atmósfera, los sentimientos de un desacuerdo, mucho después de que olvidamos las razones del desacuerdo. Sin importar el tema de la desaveniencia, ponga siempre de primeras los sentimientos de su pareja, pues éstos se recordarán mucho después de que el disgusto se haya olvidado o se haya resuelto.

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Él es un vendedor de automóviles; ella es una vendedora de automóviles. Adam y Sandra tienen el don de hablar cháchara con una seguridad tal que consiguen lo que quieren. ¿Y cómo funciona esto en su relación de pareja?

“Bueno, pues uno puede terminar los chistes del otro, porque conocemos las mismas historias”.

Pero cuando surgen los desacuerdos, admiten que sus personalidades pueden ser un problema. “Si uno lo piensa en términos de obtener lo que quiere, esto podría ser un desastre”, dice Adam. “Pero si lo considera desde la perspectiva de dos personas que están acostumbradas a ver las cosas desde el punto de vista del otro es una verdadera fortaleza”.

“Nuestro oficio, en realidad, es entender”, concuerda Sandra. “Entender lo que las personas buscan y lo que son”. En nuestra relación, realmente nos ayuda escuchar lo que el otro está diciendo. Nos respetamos mutuamente y respetamos las necesidades de cada uno, por lo tanto cuando estamos en desacuerdo llegamos al fondo del problema, a lo que el otro necesita”.

¿Qué pasa con todos los extras—los tapetes, el equipo de sonido con CD y los vidrios polarizados—que traen a colación con destreza cuando uno ha visto el enorme precio del vehículo? “Bueno, pues uno no puede salirse con la suya cuando conoce los movimientos del otro. Pero lo más importante es que no se puede sacar provecho de alguien dos veces. Las personas pueden no acordarse de los detalles exactos, pero recuerdan cómo las trataste. Sabemos eso. Tenemos que estar listos para llegar a un acuerdo y apegarnos a él. Al final, encontramos muchas más cosas para estar de acuerdo que para estar en desacuerdo”.

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Cuando a un grupo de personas se le pidió que describiera tres desa cuerdos recientes con su pareja, tenían diez veces más cosas que decir sobre sus sentimientos y el tono de la discusión que sobre el tema de la misma. El 25 por ciento de las personas había olvidado la razón del desacuerdo, pero podía describir sus sentimientos respecto a la situación.

Ludwig 2000