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Cuídese de los cuentos de hadas

Puede sonar un poco ridículo, pero los cuentos de hadas influyen. Nuestra primera idea sobre las relaciones, el amor, el matrimonio y el “vivieron felices para siempre” está poderosamente influenciada por los cuentos clásicos y las películas. Aunque no esperamos salir flotando por los aires, sí esperamos una cierta cantidad de encanto en la vida y el amor. Fíjese en la magia de todos los días, en la magia de compartir y querer a alguien, pero no tenga las expectativas de un cuento de hadas en el que la historia es estrictamente sobre la búsqueda del amor y el resto de la vida se da por añadidura.

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“Es una guerra contra la gente común, la vida normal, la satisfacción y contra todo lo que es bueno y razonable”, dice Sharon Traver, crítica de los medios de comunicación.

¿Cuál es el objetivo de Traver? Los estereotipos de las relaciones en los distintos medios de comunicación.

“Se nos ofrece un modelo básico. El modelo de la película Sleepless in Seattle, o mejor, de todas las películas de Meg Ryan, en las que la persona perfecta está esperando en algún lado para conocernos, si simplemente la podemos encontrar. O peor aun, el modelo de la película Kate y Leopold, en la que el personaje de ella tiene que remontarse a 1800 para encontrar a alguien que valga la pena. El mensaje es que todos los ciudadanos correctos y respetables que hay a su alrededor no sirven, pues hay una persona perfecta que hay que buscar.

“Mire los resultados de las encuestas. El 94 por ciento de las personas alrededor de los veinte años pusieron sus ilusiones en encontrar un alma gemela ideal para casarse. ¡Su alma gemela ideal! Esto es bastante complicado”.

“Lo peor”, añade Traver ocurre “cuando tenemos un modelo así y nos corresponde un poco de realidad imperfecta, pues mientras esperamos a nuestra alma gemela perfecta, muchos nos enredamos por el camino en una relación. Un ejemplo es la película The Bridges of Madison [Los puentes de Madison], en la que una mujer que tiene una familia amorosa bota todo por el hombre perfecto. ¿Qué pasa cuando uno se casa con alguien con cualidades pero después conoce al verdadero amor? Disolver la relación, pues no valía la pena.

“Esta realidad es escalofriante. El mensaje es “No se case, no se comprometa con una relación, pues la perfección lo espera”.

Traver le suplica a la gente que comprenda que tanto la Cenicienta, como el príncipe azul o los personajes que interpreta Meg Ryan no existen. No son reales. No se deje convencer por toda la palabrería que hay alrededor de estos “ideales”.

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Se encontraron elementos de cuentos de hadas como La Cenicienta en el 78 por ciento de las creencias de la gente respecto al amor romántico. Estas personas presentaban mayor inclinación a experimentar desilusiones, desolación y angustia en sus relaciones que aquéllas que le daban menos credibilidad a los cuentos de hadas.

Lockhart 2000