Cuando usted atraviesa una situación difícil quiere recibir apoyo y consuelo. Quiere que su pareja entienda la situación y la dificultad que afronta, para recibir su ayuda y sentirse mejor, incluso sin haberle contado la situación, sin habérsela explicado o sin asegurarse de que su compañero comprende bien lo que está ocurriendo. Con frecuencia ponemos a nuestra pareja en la situación de fallarnos, pues no le contamos nuestros verdaderos sentimientos y la manera como percibimos una situación específica. Cuando necesite apoyo, explique lo que le está pasando. La respuesta que recibirá no solamente será más significativa sino más poderosa.
Ed trabaja en una compañía de relaciones públicas. Su jefe es su esposa, Gwen.
“Para que las relaciones laborales entre esposos funcionen, se necesita la admiración mutua de las capacidades profesionales y una total honestidad”, dice Ed. “Yo respeto mucho a Gwen y lo capaz que es. Si fuera menos hábil, probablemente no estaría trabajando para ella.
“Uno tiene que estar muy seguro de su masculinidad”, admite Ed. “Pero Gwen es una genio y creo que yo soy bueno en lo que hago”. Gwen también admira las capacidades de su marido. “Podría venderle hielo a los esquimales”, dice.
Ed piensa que esta situación habría sido impensable para la generación anterior. “Para mi padre habría sido imposible trabajar así, pero yo no tengo ningún problema con que las mujeres sean las que mandan”, dice Ed. “Se trata de trabajar sin ego, basado en las competencias o cualidades que se tengan y no en el género al que se pertenezca”.
A pesar del respeto mutuo, los problemas son inevitables. “Ed se concentra tanto en lograr que todo resulte perfecto que a veces me habla como si fuera su empleada”, dice Gwen. “Eso me irrita”.
Pero Gwen no le oculta su irritación. Tampoco Ed se queda callado cuando ve que su esposa lleva su rol laboral a casa. Gwen lo admite: “Es difícil estar al mando en el trabajo y no continuar con este rol en casa, pero Ed me pone freno”.
Estas situaciones son inevitables y resaltan la necesidad de una verdadera comunicación para resolver los problemas. “Tenemos que decir lo que pensamos, sin mensajes en clave”, dice Ed. “Si el mensaje emocional es diferente al contenido, tenemos un problema”. “No escondemos las cosas”, coincide Gwen. “La claridad es el secreto”.
Un grupo de investigadores descubrió que aquellas personas que son más directas al buscar el apoyo de su pareja tienen un 61 por ciento más de posibilidades de sentir que recibieron la ayuda que querían que aquéllas que no expresan sus necesidades.
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