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Caiga en cuenta de la amistad que tiene con su pareja

Lo más probable es que las dos relaciones más cercanas que usted tenga en la vida sean con su pareja y con su mejor amigo. Pero para muchas personas, los sentimientos de cercanía, de apoyo, de afecto y de buena comunicación son más fuertes con el mejor amigo. Este desequilibrio puede ser fuente de frustración y de desilusión en su relación de pareja. Claro, su amistad tiene una ventaja sobre la relación de pareja; los grandes dilemas, las dificultades y las reflexiones de su vida probablemente se den dentro de una relación de pareja y, al compararlas, la amistad parece mejor o más fácil. Pero si usted piensa en la amistad que tiene con su pareja, puede darse cuenta de que las dificultades de una relación de pareja son el preludio a su fortaleza.

Keith y Lena hicieron las cosas al revés. Primero se fueron a vivir juntos y después se enamoraron.

Cuando se conocieron en una clase sobre educación de preescolares, los dos eran estudiantes de medio tiempo con empleos de tiempo completo. Él estaba buscando dónde vivir y ella, a alguien con quien compartir su apartamento. Diez meses de vivir juntos los acercó bastante.

“Nuestra relación estaba basada en la amistad”, cuenta Lena. “Yo estaba saliendo con otra persona y él tenía citas con frecuencia”. Pero tenían mucho en común, incluyendo sus prometedoras carreras como educadores.

Y llegó el verano.

Keith aceptó un trabajo en un campo de verano, pero todos los días hablaba por teléfono con Lena. Ella lo llamaba para cosas simples, como preguntarle qué debía hacer con el correo que recibía para él. Y le decía que el apartamento estaba vacío sin él.

La codirectora del campo de verano sembró el gusanillo: “Me decía todo el tiempo, ‘Estas enamorado’ ”, cuenta Keith.

Y Lena rompió con su novio. “Haber vivido con Keith hizo que me diera cuenta de lo amoroso que un hombre podía ser”, cuenta ella.

En agosto, cuando Keith regresó al apartamento, al subir las escaleras se dio cuenta de lo emocionado que estaba de verla.

Y se dieron el primer beso. “En ese momento lo supe”, dice Keith. “Pero ya vivíamos juntos. Teníamos que averiguar cómo se empezaba a salir con alguien que habíamos visto todas las mañanas en ropa interior”.

La pareja piensa que su feliz matrimonio se debe a la amistad que construyeron primero. “Nos conocíamos el uno al otro”, antes de comenzar la relación de pareja, afirma Keith. “Nos conocíamos muy bien. No había nada de apariencias”.

Tres de cinco personas consideraron que con su mejor amigo sentían más apoyo, tenían una comunicación más franca y sentimientos de afecto más fuertes que con la pareja.

Vinograde 2001