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Sea flexible

¿Siente que ya tuvo ésta discusión? Con frecuencia las parejas se dan cuenta de que los mismos temas y los mismos patrones de conflicto aparecen una y otra vez. La razón por la que esto ocurre es que en los primeros meses de una relación las personas tienden a adoptar un punto medio en la resolución de conflictos y a mantener ese patrón en los años y hasta décadas siguientes. La habilidad para mantener cierta flexibilidad tanto con sus ideas como con sus hábitos disminuye su inclinación a estar en desacuerdo y aumenta su capacidad de negociar.

Un grupo de profesores estadounidenses e ingleses concluyeron que “la masculinidad está en un momento real de transición”.

Lo que esto quiere decir es que el comportamiento de los hombres jóvenes y las preferencias de las mujeres jóvenes está evolucionando. “Realmente me impactaron las ideas de los jóvenes”, observó la profesora Jane Pollins. “Son ideas que corresponden a hombres increíblemente sensibles, con verdaderas habilidades en cuanto a resolución de conflictos; hombres muy distintos al tipo rudo, al macho que una vez fue considerado el ideal”, comenta Pollins.

Ella considera que las nuevas generaciones están evolucionando de manera muy distinta a las de sus padres y abuelos. De acuerdo con Pollins, “los hombres han encontrado un nuevo código emocional que contradice el prototipo masculino tradicional, sin embargo, es el hombre del momento: héroe en los deportes, ejemplo de clase y hombre de familia, todo en uno”.

Lo que más le interesa a la profesora Pollins es que “esto puede crear una relación de pareja que sea un verdadero apoyo emocional. Los hombres que establecen una relación con esta clase de perspectiva tienden a mantener y a crear patrones de comunicación más sanos en el futuro”.

Cuando a un grupo de personas se le pidió describir el estado de su relación, aquéllas con un gran nivel de rigidez en sus hábitos y en su manera de pensar (resistencia a cosas nuevas, ideas nuevas y cambios de cualquier clase) nombraron un 38 por ciento más de problemas en su relación que aquéllas más flexibles en su manera de pensar.

Kurdek 1999