Si usted no se siente a gusto con la imagen que tiene de su propio cuerpo, no se sentirá a gusto con la imagen que de usted tengan los demás. Si esto ocurre, su autoestima sufrirá y será mucho más difícil encontrar o mantener una relación de pareja. Aunque no tiene mucha lógica, la gente le atribuye al cuerpo poderes casi mágicos. Y aquéllos que tienen una imagen positiva de sí mismos suponen que las cosas les saldrán bien. Usted tiene que dejar a un lado las imágenes del cuerpo perfecto que ve en los medios de comunicación, pues casi nadie lo tiene, y más bien concentrarse en hábitos sanos y tener pensamientos positivos.
Cualquiera que haya estado todo el día con el pelo hecho un desastre sabe cuánto puede minar la confianza en uno mismo. Marianne LaFrance, profesora de psicología, lo confirma: “En los días en que nos sentimos mal peinados se afecta nuestra autoestima, se aumenta la desconfianza en nosotros mismos, se nos intensifican las inseguridades sociales y nos sentimos más críticos en general”.
Estos días de despeluque también afectan a los hombres, dice el estudio de LaFrance: el pelo desorganizado hace que las mujeres se sientan desgraciadas, avergonzadas, apenadas y tímidas, y hace que los hombres se sientan más nerviosos, con menos confianza en sí mismos y menos sociables.
El estudio se hizo con un grupo de personas jóvenes de distintos orígenes étnicos que respondieron unos tests psicológicos. El estudio concluyó que sólo la idea de un pelo desorganizado hacía que tanto hombres como mujeres se sintieran menos inteligentes que los demás.
Algunos estadounidenses adultos fueron encuestados respecto al tema y consideraron que las personas que tienen cuerpos atractivos tienen un 59 por ciento más de posibilidades de tener un buen matrimonio y un 48 por ciento más de posibilidades de tener una carrera exitosa que aquéllos con cuerpos menos atractivos.
Bush, Williams, Lean y Anderson 2001