En relaciones a largo plazo con frecuencia pensamos en el hoy como una extensión del ayer y en el mañana como una extensión del hoy. Puede que no notemos realmente cómo pasa el tiempo o que no nos detengamos a reflexionar en nuestras circunstancias. Sin embargo, los acontecimientos importantes (como cumpleaños, muertes, cambios de carrera, la partida de los hijos) nos hacen reflexionar. Estos eventos nos animan a mirarnos a nosotros mismos y a nuestras relaciones y con frecuencia nos conducen a cuestionar el camino que hemos tomado. Esta experiencia de cuestionarse es impactante porque es inesperada. Refuerce el significado de estas ocasiones tomándose tiempo para reflexionar sobre su vida, aun cuando no esté frente a un acontecimiento decisivo. Dese tiempo para ajustarse a las consecuencias de un cambio. Y no tome decisiones importantes inmediatamente después de un evento difícil.
Carol y Bill estaban, en sus propias palabras, inspeccionando su matrimonio. Cuando sus dos hijos dejaron el hogar familiar con semanas de diferencia, tanto Carol como Bill entraron en una profunda reflexión sobre su travesía juntos.
“Ambos nos dábamos cuenta de que la relación se estaba agotando”, contaba Bill. “Nos enfrascábamos en las mismas discusiones y obstáculos. Estábamos cansados”.
Carol añadió: “Habíamos caído en una especie de mediocridad, en una especie de ‘Hum, así es la vida de casados’. La pasión, la electricidad, lo vibrante que es estar enamorados había quedado en el pasado”.
Decidieron atacar el problema de su relación. “Cuando llegamos al punto del desencanto, dijimos: ‘Tenemos que tomar una decisión. Podemos continuar por el mismo camino o podemos decidir querernos el uno al otro’. Éste fue el primer paso. Recordar lo maravilloso que era antes el amor es lo que ayuda a mejorar”.
Para sanar la distancia que sentían entre los dos, decidieron tomar veinte minutos diarios para compartir todos sus sentimientos respecto al mundo. A veces se escriben notas. “Cuando uno apenas comienza, siempre hay algo lindo o inspirador que escribir. Veinte años después la única nota dice ‘Compra leche en el supermercado’. Decidimos cambiar esto.
“Yo uní mi vida a Bill para siempre, él sería mi prioridad número uno”, decía Carol. “Poniendo las cosas en perspectiva, veinte minutos diarios no es algo tan radical para mejorar tu vida”.
Bill también está emocionado con la dirección que ha tomado la relación. “Hubiera querido que no nos hubiéramos demorado tanto en despertar, que no hubiéramos esperado tanto para modificar nuestros patrones”.
Después de un suceso importante, las personas tienen un 8 por ciento más de posibilidades de cuestionar la sanidad de su relación que cuando la vida está siguiendo su curso habitual.
Schwartz 2000