Muchas de las imágenes que tenemos de las relaciones de pareja provienen de los medios de comunicación. El poder de las imágenes de los medios radica en que las vemos todo el tiempo pero pensamos poco en ellas. Vemos un programa de televisión o una película para entretenernos y gastamos muy poco tiempo pensando en cómo retrataron a una persona o en los estereotipos de las mujeres y los hombres que vemos. Cuestione tanta información tonta antes de que se convierta en la forma básica en que comprende el mundo.
“Quien haya dicho que el amor conquista todo es porque no ha visto televisión recientemente”, dice el sociólogo Richard Grier. “Hace tiempo, la televisión estuvo repleta de personas con relaciones duraderas y llenas de amor. Pero en los programas de hoy el compromiso es efímero y son raros los matrimonios felices”.
Un estudio con jóvenes entre los veinte y los treinta años estableció que muchos esperan permanecer solteros por un largo tiempo mientras encuentran a alguien con quien valga la pena casarse. “Esto muestra un panorama poco realista de lo que el matrimonio realmente es”, dice Grier acerca de este descubrimiento. “El estándar se vuelve tan alto, que es más fácil sacar el cuerpo”.
Verdaderamente, Grier dice que sacar el cuerpo, o ni siquiera hacer el intento, es el mensaje principal de muchos programas de televisión.
Y señala a un típico hombre exitoso de la televisión actual: “A Fraser Crane, de las series de television Cheers y Frasier, lo dejaron plantado en más de una ocasión cuando era cliente asiduo de los bares, y después tuvo un matrimonio infeliz. Después de divorciarse Frasier se trasladó a Seattle, donde encuentra fracasos con cada mujer que conoce.
“Si uno mira a su alrededor es realmente difícil encontrar un modelo realista”, dice Grier. “La mayoría de los personajes tratan las relaciones como cosas desechables. Las pocas parejas que permanecen, como en la serie Everybody Loves Raymond, pareciera que no se gustaran de verdad”. Y Grier no encuentra muy divertido que el matrimonio más duradero de la televisión estadounidense sea el de Homero y Marge Simpson, de la serie Los Simpson.
“En general creo que casi todos los aspectos de una relación son muy complicados. La mayoría de lo que vemos en televisión son frases cortas, y ese modelo de comunicación está lejos de lo que quiere decir ser un ser humano”, dice Grier.
Las personas que ven mucha televisión tienen tres veces más posibilidades de convenir en estereotipos sobre hombres y mujeres y son más propensas a suponer cosas respecto a la gente que aquéllas que ven menos televisión.
Ward 2002