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La intensidad se desvanece

Una relación intensa produce tanto picos de felicidad como abismos de tristeza. Con el tiempo, las relaciones tienen generalmente pocas peleas y pocos arrebatos de éxtasis. Combata la trampa que se genera al disminuirse la intensidad de una relación recordándole con frecuencia a su pareja la profundidad de sus sentimientos.

“Somos una sociedad que todo lo quiere rápido. Cuando nos cansamos de algo lo desechamos. Para mantener una relación se necesita superar esta tendencia que practicamos en todos los demás aspectos de la vida”, dice el psicólogo Drew Raines.

El profesor Raines demostró los efectos de este principio de lo “novedoso” con un experimento sencillo. Reunió a más de cien voluntarios y los puso de a dos en habitaciones. Una persona debía decir una cosa con la que se sabía que la otra no estaba de acuerdo. Las diferencias eran de opiniones e iban desde la calificación que se le daba al presidente hasta cuál era el mejor restaurante de la ciudad. Después se evaluó la reacción del otro. ¿Esta persona mostró su desacuerdo abiertamente? ¿Lo hizo de manera amable? ¿Había cordialidad aun cuando no estaba de acuerdo?

Lo esencial de este experimento fue que en una versión de la prueba las dos personas que estaban en la habitación no se conocían y en la otra versión eran dos personas que tenían una relación de pareja. El profesor Raines pudo establecer que “con completos extraños, la gente era decente y amable. Controlaba la crítica; no era agresiva; respetaba sus opiniones, o por lo menos lo aparentaba”. Pero con la pareja, las personas “menospreciaban lo que decía la pareja, eran más desalentadores y no limitaban sus críticas.

“Como colectividad, esto quiere decir que realmente no sabemos cómo tratarnos. Día tras día, la mayoría de los comentarios más mezquinos, cáusticos, coléricos y malvados que uno dice son para las personas que uno quiere”, dice Raines.

Así explica este patrón: “Cuando se pierde la ilusión, nos aburrimos. Nuestra inclinación a sacrificarnos por el otro se reduce y nos enganchamos en un comportamiento negativo que nunca tendríamos con una persona que acabáramos de conocer. Tenemos muchas oportunidades para causar dolor en una relación, y con el paso del tiempo tenemos que trabajar aun más duro para no aprovechar esas oportunidades. Tenemos que trabajar para redescubrir nuestra relación, para redescubrir la alegría. Así podremos recapturar el sentimiento de novedad y podremos comenzar de nuevo”.

Estudios con parejas casadas han mostrado que con el paso del tiempo las parejas tienen menos desacuerdos y menos dificultades. Al mismo tiempo, las personas con matrimonios largos expresan tener un 1 por ciento menos de emoción y de diversión por cada año de matrimonio.

Kulik 2001