En casi todo lo que hacemos, se nos ha enseñado a valorar las opiniones calificadas. Pensamos que las mejores decisiones se toman después de escuchar múltiples fuentes, y con frecuencia pedimos una segunda opinión cuando ya hemos tomado una decisión importante. Las decisiones respecto a las relaciones son importantes y muchos seguimos las sugerencias de aquéllos que queremos. El problema con esta estrategia es doble: primero, nadie puede valorar lo que realmente necesitamos y valoramos en nuestra vida personal, y segundo, la gente tiende a ser menos optimista respecto a las relaciones de los demás que respecto a la propia. En otras palabras, las personas tienen más posibilidades de ver el lado negativo que el positivo. Cuando se trata de decisiones respecto a una relación, usted tiene que decidir solo.
Glen Taylor es el multimillonario dueño del equipo de básquetbol los Minnesota Timberwolves y de la Taylor Corporation. Entre otras cosas, esta compañía imprime la mayor cantidad de tarjetas de invitación para matrimonios en Estados Unidos, pues domina el cincuenta por ciento del mercado.
Taylor siempre mantuvo una agitada agenda de trabajo para manejar su compañía, pero además sentía pasión por la política. “Algunas personas me dijeron que lo importante era postularme para gobernador. Me decían que podía poner a mi familia a un lado mientras tanto.
“Mi esposa dijo que me apoyaría en mi decisión de lanzarme para gobernador. Pero mientras yo estaba metido en política, mi matrimonio me necesitaba de tiempo completo. Se estaba desmoronando, y cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde para salvarlo”.
Aunque Taylor se siente desilusionado porque el consejo de otros le hizo daño a su familia, ahora se echa la culpa a sí mismo por haberlos escuchado. “Me sentía atraído por la idea en la que me estaban embarcando”. Considera que haber descuidado su matrimonio fue “el peor error” de su vida.
Una década más tarde dice que debe mantener como prioridad a la gente y sus relaciones y no el dinero. Y que ha aprendido a no prestarle atención al consejo de otros cuando se trata de lo que es más importante para él. “Creo que todos debemos escuchar nuestra voz interna”, dice Taylor. “Rezo para no tomar mis decisiones basadas en el ego y para no oír a los demás cuando a quien debo oír es a mí mismo”.
Cuatro de cinco personas dicen que han tenido que hacer caso omiso del consejo de otros para mantener su relación de pareja. De hecho, cuando se trata de calificar una relación de pareja, los dos integrantes tienen un 23 por ciento más de posibilidades que los otros miembros de la familia de afirmar que su relación continuaría feliz en el futuro y un 17 por ciento más que sus amigos. El optimismo de las parejas respecto a su propia relación resultó ser más acertada, pues sus predicciones tuvieron más posibilidades de ser ciertas que las de sus familias y amigos.
Boyer-Pennington, Pennington y Spink 2001