Había una vez una niña llamada Lida que se enamoró del canto al escuchar los discos que sonaban en las casas donde su madre trabajaba. Memorizaba la música y las letras para luego cantarlas y bailar.
La familia de Lida vivía en una situación de pobreza, al igual que mucha gente de raza negra como consecuencia del racismo. Su padre no la dejó ir al liceo y tuvo que trabajar desde muy pequeña. De todos modos, Lida cantaba en su casa.
A los 18 años, una tarde de verano dos señores la invitaron a cantar en un baile del barrio. Desde entonces no paró.
Una noche no la dejaron entrar a cantar al Palacio Salvo por ser negra. La banda se negó a tocar sin ella. Lida comenzó a llorar y Alberto Mastra, su maestro , le dijo que podía llamarse Lágrima Ríos. Y ella, porque las lágrimas no solo son de tristeza y a veces la alegría nos hace llorar, adoptó el nombre. Así nació Lágrima Ríos.
Lágrima fue la primera mujer negra que cantó tango y salió de gira por países de Europa. ¡La firmeza de su voz era cautivadora!
Un diciembre la invitaron a sumarse al conjunto Añoranzas Negras que participaba en Carnaval. Lágrima aceptó y por su increíble talento se convirtió en la «dama del candombe».
A pesar de ser una figura de renombre Lágrima sufrió discriminación racial y de género toda su vida.
—Tenemos que luchar para buscar un lugar.
Lágrima fue, además, una pensadora. Fundó y fue presidenta de Mundo Afro, una institución contra la xenofobia y el racismo. Se convirtió en una referente regional en temas de equidad racial.
En 2010 propuso que en la región se utilizara el término afrodes- cendiente para referirse a las personas con raíces africanas. Lágrima sabía que el lenguaje es importante.
26 DE SETIEMBRE DE 1924 – 25 DE DICIEMBRE DE 2006
DURAZNO – MONTEVIDEO
ILUSTRACIÓN DE CLAUDIA PREZIOSO
LA GENTE NO VALE POR EL COLOR DE LA PIEL QUE LE CUBRA, SINO QUE VALE POR LO QUE TIENE DENTRO.
LÁGRIMA RÍOS