ADIÓS, MADRID

 

NOTA DEL AUTOR

 

 

En el origen, Adiós, Madrid nació como un programa para Televisión Española, y luego se convirtió en la novena novela de la saga de Héctor Belascoarán; fue escrita entre 1990 y 1992, empezada en Gijón, España, seguida en el DF, continuada en Madrid, avanzada en Acapulco, proseguida entre La Habana, Madrid y el aeropuerto de Ranón, repensada en ruta de autobús a Toluca, con notas que se hicieron en un Delta a NY, y rematada en falso en Saltillo, Coahuila, y por dos veces más en la ciudad de México. Quizá esto sirva para explicar por qué no quería acabar de salir y por qué está tan llena de nostalgias y de distancias.

Dada su escasa longitud dudé mucho antes de entregarla a la editorial, pensé si no debería incorporar una segunda trama, hacerla más compleja. Luego llegué a la conclusión a la que llego siempre: las novelas tienen la longitud que quieren tener, y poco puede hacer uno, a riesgo de destruirlas, para arreglar el asunto. Que decidan los que la van a leer si me equivoqué.

En ésas estaba cuando, discutiendo con amigos y lectores, percibí en ellos la misma extraña sensación que me andaba rondando: que las historias de Belascoarán se estaban agotando, que quizá fuera hora de darle unas nuevas vacaciones. Sea ésta una prueba.

Pero cuando terminé la última revisión, descubrí que la novela me gustaba mucho, que estaba encantado de haber recuperado a este Belascoarán tristón, y que me quedaban en el clóset media docena de novelas más, hasta que él y yo nos volviéramos cenizas. Total que vaya usted a saber.

Por último, este libro está dedicado a mis amigos Ángel Tomás González, Leonardo Padura y Emilio Surí. Locos belascoaranianos.

 

Enero de 1990,
22 de octubre de 1992.

 

 

 

Algo de mí se queda aquí. Adiós, Madrid.

 

—ALFREDO ZITARROSA

 

 

Pero el invierno no se lo saca nunca de encima.

 

—JOAQUÍN SABINA