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En uno de los largos pasillos de la laberíntica estación de la avenida de América, entre un viejo fotomatón y una tienda llena de camisetas desteñidas, un triste bareto acogía a dos curiosos interlocutores.
Un vagabundo barbudo se hallaba sentado frente a una acicalada sesentona que parecía recién salida de la peluquería. Dos cafés reposaban sobre la mesa, entra el servilletero y las pajitas.
Apoyado contra el fotomatón, un segundo vagabundo de cara arrugada y gabán raído jugaba con su muleta y miraba pasar agitados urbanitas, camino de las escaleras mecánicas.
De vez en cuando dirigía una ojeada a través de la luna del bar y observaba los tensos gestos de la ejecutiva, que ahora daba un primer sorbo al café, posándolo sobre la mesa y lanzándose, con ojos brillantes, a un acalorado discurso.
El Abuela no lograba apartar la mirada del body verde que lucía la ejecutiva bajo su chaqueta a juego, el pelo corto, con reflejos rojo caoba, los finitos labios de falsa frígida, sin pensar en que hacía meses, puede que años, que no mojaba el churro…
Sus libidinosos pensamientos luchaban con la pitopausia y con otras razones más graves como por ejemplo que además tenía que controlar que no llegara la bofia, y encima estar al loro del Estudiante, no fuera que…
El Abuela intentaba enterarse de lo que hablaban, pero resultaba imposible.
Ojala supiera leer los labios, pensó. Encima el muy cabrón se está poniendo las botas, barruntó al ver que 21 se zampaba su segundo cruasán sin dejar de asentir a lo que le iba diciendo la ejecutiva, la cual –dejemos al Abuela y acerquémonosahora daba un nuevo sorbo a su cortado.
- … No es que dude de la veracidad del material, pero no sé si se puede utilizar ante un tribunal para implicar a un político en un caso ya cerrado como es la Operación España. Necesitaría pruebas más contundentes, como un testimonio personal de usted… En el momento actual resulta más importante que nunca acorralar a los corruptos…
- Mire, señora Yllera, yo comprendo lo que dice. Aquí donde me ve he estudiado Derecho y me sé de memoria el Código Penal. Pero lo que usted tiene que comprender es que yo no puedo testimoniar en estas circunstancias. Me persigue la justicia. Creo que mi situación es bastante clara…
La jueza Yllera había entendido perfectamente el mensaje de aquel sórdido y maloliente individuo.
- Te podría conseguir una revisión del juicio…-confirmó con prudencia. Sacó de su bolso una cajita de sacarina y dejó caer una píldora en el café. Sentía que, si quería llegar a un acuerdo, había que ofrecer algo más -. Podríamos decir que la droga fue una trampa. Y si pudiéramos probar las relaciones de Buenaventura con las mafias de Matadero, conseguiríamos que la hipótesis fuera plausible, y más sabiendo que recibiste ciertas sumas de este individuo… Podríamos presentar tu caso como el acoso kafkiano a un hombre por parte de un poder corrupto… Que durante todos estos años ese Javert haya sido concejal de Seguridad no es sino más vergonzoso para el país…
Aunque no entendiera eso de kafkiano ni la referencia a Victor Hugo, 21 sonreía y de paso engullía, viendo de reojo la cara que estaba poniendo fuera el Abuela, que a esas alturas tenía más hambre que Carpanta.
La conversación iba por buen derrotero.
- … Tal y como están los tiempos, y con su historial, Luis Buenaventura no tendría ninguna credibilidad. El martes pasado organizó una buena ordenando a sus hombres cargar contra los manifestantes. Los filmaron en Atocha dando porrazos. Pese a que se sabe que fue orden suya, por el momento le están cubriendo. Pero no podrá aguantar mucho… El marco institucional está en tal crisis que, con el apoyo de cualquier jurado, creo que, tratando el tema con habilidad, lo conseguiríamos. Eso sí, la clave sería, además de la cinta, un rotundo testimonio tuyo a la prensa. Para explicar tu historial. Cómo te viste involucrado en la operación España. Cómo conociste a ese marsellés y al policía Alfredo Giménez3, tus quince años de injusta reclusión. Habrá que presentarte como un patriota al que manipularon y al que después tendieron una trampa cuando comprendieron que estabas dispuesto a declarar en su contra, al ver que no habían podido comprar tu silencio. Luego, como colofón a su infamia, volvieron a intentar eliminarte preparándote una fuga a la antigua usanza de la Dictadura…
21 recordaba todo aquello y pensaba que por fin su errática existencia cobraba una luminosa coherencia… Nunca había aprehendido con tanta claridad la dimensión épica de su historia.
Eso era él. Una víctima maltratada por el Sistema. Un chivo expiatorio salido de las cloacas del Estado. Un héroe revolucionario. Un adelantado, pionero de la crítica a la gigantesca chapuza que había resultado ser España. El primer y genuino Indignado.
- … Imagínate la impresión que puede causar en la opinión pública el saber que nuestro Estado democrático ha vuelto a reutilizar la Ley de Fugas… Con tres reclusos inocentes muertos. Tú, Yostokovitch, tienes que decirme si estás dispuesto o no. Por cierto que tu apellido será una de las cosas que tendrás en tu contra. Este es un país muy xenófobo… ¿Cuál es tu segundo apellido?
- García.
- Mejor. Habrá que llamarte Yostokovitch García… Pero todo esto es secundario si aceptas mi proposición. Puedes rendirle un gran servicio a España… y a la Democracia.
21 terminó su bollo y se limpió con una servilleta de papel. No muy lejos, el Abuela abría y cerraba la boca compulsivamente. Parecía un pez fuera del agua.
- Si lo hago, más allá de la rehabilitación, necesitaría una compensación económica y garantías para poder salir del país…
La ejecutiva le miraba fijamente.
- Creo que podría conseguirse -asintió.
3 Ver El factor hispano.