6 – Reencuentro

 

Ella llega, con una gran sonrisa.

Ella (alegre) – ¿Me conoces?

Él (volviéndose hacia ella) – No.

Ella (cómplice) – Fue hace años, pero bueno...

Él – ¡Ah, sí!, quizás...

Ella (un poco ofendida) – ¿Quizás?

Él – Sí, sí, ya me acuerdo, sí... ¿Qué tal?

Ella – Bien. ¿Qué haces aquí?

Él – Pues, nada. ¿Y tú?

Ella (preocupada) – ¿He cambiado tanto?

Él – ¡Qué va! ¡No! ¿Por qué?

Ella – Hace poco no me has conocido.

Él – Perdón, es que no esperaba volverte a ver aquí.

Ella – Tú no has cambiado, ¿eh?

Él – Gracias...

Ella – ¿Pues qué? ¿Qué ha sido de tu...?

Él – Bueno... Sigue igual.

Ella – Siempre tan hablador, ¿eh?

No sabe qué decir.

Ella – ¿Has vuelto hace mucho?

Él – ¿De dónde?

Ella – ¡Pues de allá!

Él – ¡Ah, sí...! Pues... no.

Se sonríen estúpidamente, confusos.

Ella (emocionada) – Me ha hecho mucha ilusión volver a verte.

ÉlA mí también...

Ella – Me tengo que ir... Alguien me espera...

Después de una duda.

Ella – ¿Un abrazo?

Él – Ok...

Tomándole por sorpresa, ella le besa en la boca intensamente.

Ella (patética) – Hasta otro día, quizás.

Él (confuso) – Quizás, sí...

Ella – Bueno, pues... ¡adiós, Paulo!

Ella le suelta, casi llorando.

Él – Pues, sí... Adiós.

Ella se marcha. Intercambian señas de lejos para despedirse. El se queda solo.

Él (desconcertado) – ¿Paulo?