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Tan pronto como el desayuno terminó y Alexa finalmente se fue, Casey y yo barajamos algunas opciones para el día. Cuando le sugerí que fuéramos en bicicleta a la feria local, que se organizaba una vez al mes, ella le envió un mensaje a Jake. Sabíamos que guardaba una bicicleta de repuesto en el garaje que Mike solía usar cuando venía de visita. En la feria siempre había música en vivo y otros entretenimientos, aparte era un lugar muy popular para pasar el rato.
En pocos minutos, Jake respondió con un emoji de pulgar hacia arriba y dijo que llegarían dentro de la próximo media hora. Así que Casey y yo subimos rápidamente las escaleras para arreglarnos.
Consideré usar mi cabello suelto otra vez, pero Casey pensó que debía hacerme una trenza “Ali” para que me viera como cuando Mike y yo nos habíamos conocido. Decidí seguir su consejo, con mucho cuidado me puse a cruzar las gruesas mechones de cabello en una intrincada trenza cosida, estilo francesa, que empezaba en lo alto de mi cabeza. Luego elegí una remera rosada casual pero bastante linda con mangas que se abrían en las muñecas y lo conjunté con un jean negro, que doblé hacia arriba a la altura de los tobillos.
Mientras me ponía unas zapatillas negras, Ali me daba clases de cómo actuar con Mike.
“¡Olvida todo lo que te dije antes!” exclamó con firmeza. “No seas torpe. Sé tú misma, la Ali normal, la que siempre le ha gustado a Mike. Así sabrá que seguís interesada en él”.
Todavía no me podía creer el cambio de roles entre nosotras. Casey me estaba dando consejos sobre novios a mí en vez de que yo se los diera a ella. ¿En qué momento mi gemela se había vuelto tan segura de sí misma?
Pero no tenía nada que perder y todo que ganar. Con suerte, este día sería la oportunidad justa para que Mike y yo volviéramos a conectar de verdad y así podría dejar a un lado mis temores sobre Alexa.
Cuando oí que llamaban a la puerta, bajé corriendo las escaleras, decidida a ser la versión Ali simpática y segura de sí misma que solía ser.
Abrí la puerta, inmediatamente mire fijamente a Mike.
“Hola, pasa”.
Casey caminó directamente hacia los brazos abiertos de Jake. En lugar de avergonzarme por su muestra de amor, le sonreí a Mike y le hice un gesto para que me siguiera hasta la cocina, donde les ofrecí a él y a Jake jugo de naranja fresco.
Cuando me senté en el desayunador, sentí la pierna de Mike rozando la mía. Murmuró una disculpa y movió su pierna a un lado.
“Todo bien”, dije, volviendo a mirarle a los ojos.
Me sostuvo la mirada y su sonrisa se amplió, haciendo que mi corazón latiera a mil. Sé tú misma, Ali, me recordé a mí misma en silencio. Eso es todo lo que tienes que hacer.
Capté la sonrisa burlona de Casey. ¡Basta ya! Le advertí en silencio, sofocando la risa cuando me puse en pie para tratar de calmar mis nervios.
Luego miré a todos, uno por uno. “Bueno, chicos, vamos yendo”.
Era consciente de que Mike estaba detrás de mí mientras caminábamos a través de la casa hasta la puerta principal. Podía oír la televisión, pero no se escuchaban las voces chillonas de los dos chicos. No tenía ni idea de dónde podían estar, pero en este momento mi hermano y su amigo eran la menor de mis preocupaciones. Después de despedirme de mamá y papá, abrí la puerta y recé para que Alexa no apareciera de repente en su jardín y lo arruinara todo. Este día era sólo para Casey, Jake, Mike y yo.
Pasamos en bicicleta por delante de la casa de los Johnson, no pude resistirme a mirarla. El coche del Sr. Johnson, que normalmente estaba aparcado en la entrada, no se veía por ninguna parte. ¿Habrían salido todos o Alexa seguía en casa y miraba a hurtadillas por la ventana?
Eché mis hombros hacia atrás y le sonreí a Mike de la manera más simpática que podía, animándolo a que anduviera a mi lado. Si Alexa estaba mirando, quería que pensara que Mike y yo éramos una pareja de verdad.
Recordando un chiste gracioso que había escuchado a principios de la semana, comencé a contarlo, en segundos, Mike y yo estábamos desternillándonos de risa. Él me sonrió y mi corazón se derritió por completo. Finalmente todo iba según lo planeado y no quería que nada ni nadie lo arruinara.