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CAPÍTULO TRECE

Alexa

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“Olvidé que era día de feria”, dijo el tío Vern mientras buscaba un lugar para estacionar el auto. “Pero estoy seguro de que ustedes lo disfrutarán. Por lo general acá también tocan bandas y artistas en vivo”.

Miré el flujo de gente que se dirigía a un área llena de puestos de feria. El parque estaba a en el otro lado y estaba inundado de niños y familias que aprovechaban el buen tiempo.

“Tyler, el skatepark va a estar cerrado durante la mañana”, comentó el tío Vern mientras estacionaba el auto en un espacio libre. “Podríamos echar un vistazo a la feria primero y si les parece luego podríamos tomarnos un helado en el mismo lugar que la última vez, si te quedó lugar en el estómago después de tu gran desayuno.”

Tyler había contado cada detalle sobre el desayuno de los Jacksons, por eso reconocí el tono burlón de nuestro tío.

“¡Siempre tengo espacio para el helado!” Tyler gritó, quitándose el cinturón de seguridad y bajándose del coche.

El ambiente a carnaval me estaba ayudando a levantar el ánimo,  nos fuimos directamente al puesto de helados donde algunos niños ya estaban en fila  mirando los sabores que tenían.

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“¡Voy a pedir un sabor diferente cada vez que venga aquí!” Tyler exclamó mientras se unía a la cola. “¡Quiero probarlos todos!”

El tío Vern se rió en voz alta, aunque vi un atisbo de algo más en su expresión. Fue sólo momentáneo, pero me las arreglé para atraparlo, me preguntaba si tendríamos la oportunidad de venir al puesto de helados en el futuro.

Una vez que cada uno de nosotros tenía su cono de diferentes sabores en la mano, deambulamos entre los puestos, observando los stands.

“Tu tía Beth adora las joyas de oro”, dijo el tío Vern pensativo mientras miraba un puesto de joyas. “Además su cumpleaños es sólo dentro de un par de semanas”.

Tomé  un par de pendientes especialmente bonitos con pequeñas piedras preciosas rojas que brillaban a la luz del sol. “Son realmente bonitos”.

“Los rubíes son su gema favorita”, dijo el tío Vern, ignorando el alto precio de la etiqueta mientras los sostenía a la luz del sol. “Gran elección, Alexa, creo que le encantarán”.

Me sonrió complacido y sin molestarse en buscar más, le pasó los aros a la empleada para procesar el pago. Me alegré de haber sido de ayuda, siempre y cuando la tía Beth estuviera contenta con la elección porque  era  yo la que los había elegido.

Recorrimos algunos puestos más antes de que Tyler empezara a  quejarse porque  necesitaba ir al baño. Como las instalaciones estaban situadas en el parque al otro lado de la feria, el tío Vern me sugirió que fuera al escenario principal y viera la banda mientras esperaba.

Asentí con la cabeza y caminé entre la multitud, siguiendo el sonido de la música. Llegué a la cima de una pendiente, mirando hacia abajo estaba el escenario. La ladera estaba salpicada de gente totalmente absortos, su atención estaba fijada en la banda. Miré con admiración a la cantante, era una chica vestida totalmente de negro, que sacudía su cabello con frenesí y saltaba dando brincos por todo el escenario. Llevaba una camiseta de manga larga pegada al cuerpo y un jean rasgado ajustado, además de unas pesadas botas de caña alta que sumados al resto completaban su look tan cool.

Adultos, adolescentes y niños de diferentes edades estaban fascinados con la actuación de la banda. En cuanto la canción terminó, sonaron los aplausos, mientras que la gente gritaba pidiendo más.

Me acerqué al escenario y saqué mi celular para enviarle un rápido mensaje a mi tío y decirle dónde estaba. También tomé una foto para mi cuenta de Instagram, ya que aún no había subido ninguna. Subí la foto y un de descripción junto con un par de emojis. De momento sólo tenía unos pocos seguidores, pero una foto de una banda tan cool me parecía un gran primer posteo.

Miré entre la multitud a mí alrededor y vi una cara familiar. Por una fracción de segundo, se me paró el corazón. Una sonrisa con voluntad propia nació en mis labios y cuando mi corazón retomó sus latidos, era como un caballo desbocado en mi pecho. 

Había estado esperando volver a ver a Mike y allí estaba, a pocos metros de distancia de mí. Sentí exactamente lo mismo cuando había deseado que me siguiera en Instagram la noche anterior. ¿También habría decretado este encuentro? Noté como el color azul de su chomba resaltaba su tez, lo que lo hacía más guapo aún de lo que recordaba. A su lado estaban Ali y los demás. La suerte de encontrarme con ellos era tan alucinante que me quedé sin respiración.

Ali estaba sentada al lado de Mike, Casey estaba al lado de su gemela, y Jake estaba a su derecha. El grupo tenía la atención puesta en la banda, así que podía verlos sin que ellos siquiera  se dieran cuenta.

Sin aviso alguno, los ojos de Casey se dirigieron hacia mí. Quizás había sentido que alguien la observaba, pero después, con la misma rapidez, miró para otro lado. Estaba segura que me había visto. ¿Había fingido no darse cuenta? ¿Y estaba planeando ignorarme por completo?

Yo podría alejarme fácilmente y evitar al grupo. Pero era la oportunidad justa para poder saludar a Mike y no quería dejarla pasar. Si “pasaba” por adelante de ellos, no tendrían más remedio que saludarme. Era un mundo libre y podía pasar  adelante de ellos si se me daba la gana. Además, no había nada de malo que Mike y yo fuéramos amigos. Si quería ser simpático conmigo, en lugar de estar influenciado por los demás, era su decisión.

Mis pensamientos retumbaban en mi cabeza mientras intentaba   convencerme  de que tenía la mejor de las intenciones.