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Cuando entramos en la sala de clases a la mañana siguiente, mientras la Sra. Harris tomaba lista de los presentes, sonó un anuncio en el intercomunicador de la clase, pidiendo que Alexa y Tyler Morrison fueran a la oficina de la Sra. Jensen. Con un gesto de cabeza, la Sra. Harris le dio permiso a Alexa para salir.
Todos los ojos de la sala se volvieron para mirarla mientras se levantaba de su asiento junto a Sammi y se iba hacia a la puerta. Tenía puesto una camisa y una chaqueta que no le había visto antes. No era su estilo habitual y su pelo estaba de nuevo recogido en un rodete, en lugar de estar suelto sobre sus hombros. Descubrí que su pelo era bastante ondulado, lo que confirmaba mis sospechas de que se lo alisaba con la planchita. El rodetito probablemente era la solución más fácil para sus rizos.
En medio del silencio, escuché las risas de Ronnie y Holly. Los ojos de Alexa se veían tristes mientras pasaba entremedio de los escritorios y salía por la puerta.
Volviendo mi vista hacia el frente, me preguntaba si la Sra. Jensen se había enterado de la pelea en la que Tyler estaba involucrado y lo había llamado a su oficina para discutir el asunto. Pero si ese era motivo, ¿por qué había llamado también a Alexa?
“Todos, presten atención, por favor”, nos ordenó la Sra. Harris aplaudiendo para llamar la atención de la clase. “Tengo algo importante de lo que necesito hablarles”.
Dejé el lápiz que tenía en la mano y miré con curiosidad a mi maestra.
Su tono sombrío había despertado el interés de todos y esperamos en silencio a que hablara.
“Chicos, La Sra. Jensen me ha pedido que hable con ustedes”, explicó lentamente. “Es sobre un asunto muy serió y sobre algo de lo que todos ustedes deben estar al tanto”.
Eché un vistazo a mi hermana, cuyo ceño fruncido era el reflejo de la mía en un espejo. ¿Podría esto tener algo que ver con nuestros vecinos?
“Algunos de ustedes habrán oído las noticias sobre la organización benéfica, Care for Kids”.
Los susurros estallaron en el aula, pero la Sra. Harris inmediatamente silenció a todos con sus siguientes palabras.
“Al parecer, uno de los empleados de Care for Kids ha robado grandes sumas de dinero de los fondos de la organización benéfica”. La Sra. Harris hizo una pausa y pude ver que estaba debatiéndose en cómo seguir con su explicación. “La persona responsable de ello ha sido... la madre de Alexa Morrison”.
La clase inmediatamente estalló en gritos ahogados y chillidos. Los alumnos se miraban entre sí incrédulos, sus reacciones de sorpresa se extendieron por el aula como un tsunami con toda su fuerza.
Nuestra maestra tuvo que levantar la voz para que se le escuchara por encima del ruido. “Escuchen, chicos. ¡Esto es muy importante!” Ella recorrió la clase son su mirada, asegurándose de que todo el mundo la estaba escuchando. “Alexa y su hermano menor, Tyler, obviamente no tuvieron nada que ver con esto. Y tenemos que ser conscientes de cómo se sienten. Quiero que se pongan en su lugar e imaginen cómo se sentirían ustedes si esto les pasara.
Esos dos chicos deben estar experimentando un terrible trauma, además de sentir vergüenza y humillación”.
“¿Su madre irá a la cárcel?” gritó Ronnie. “¡Imagínense robar a una organización benéfica! ¡Eso sí que es caer muy bajo!”
“No tengo ni idea de lo que pasará de aquí en más”, dijo la Sra. Harris, cortando a Ronnie con una mirada severa. “¡Pero ese es exactamente el tipo de comentario que no queremos oír! Si atrapamos a alguien diciendo cosas malas a Alexa o a su hermano, tendrán que enfrentarse conmigo y con la Sra. Jensen”.
Holly levantó la mano. “¿Es por eso que tuvieron que ir a la oficina de dirección?”
La Sra. Harris suspiró. “Sí, así es. La Sra. Jensen quería que hablara del tema con ustedes. El profesor de Tyler hará lo mismo con su clase, y los otros profesores lo mencionarán también. Consideren esto como una advertencia, ¿de acuerdo? Estamos tomando medidas drásticas contra el bullying en esta escuela y cualquier comentario inapropiado será considerado como bullying. ¡Así que no lo hagan! Guarden sus pensamientos y comentarios para ustedes mismos. Y si ven o escuchan a alguien haciendo algo indebido, deben reportarlo inmediatamente. ¿Está claro?”
“Sí, Sra. Harris”, respondió toda la clase al unísono.
“Una cosa más”, añadió la Sra. Harris, “Alexa necesitará a sus amigas ahora mismo, más que nunca”. Ella miró a Ronnie. “Tú y Alexa han pasado mucho tiempo juntas desde que ella llegó, Ronnie. ¿Podrías seguir cuidando de ella?”
Ronnie lanzó una mirada a Holly, quien la miró de vuelta poniendo sutilmente los ojos en blanco. “Umm sí, claro, Sra. Harris”.
Tan pronto como la Sra. Harris miró hacia el otro lado, vi a Holly darle un codazo a Ronnie en el costado y Ronnie puso los ojos en blanco exageradamente. Conocía a Ronnie demasiado bien; probablemente haría todo lo contrario de lo que nuestra maestra le había pedido.
Casey estaba atónita y cuando Brie se balanceó en su silla para mirarnos, el shock también era evidente en su cara. Era todo tan difícil de digerir. Se suponía que la madre de Alexa estaba enferma. Todo este tiempo, habíamos pensado que podría tener una enfermedad terminal. ¿Eso era mentira? ¿Estaba siquiera enferma? ¿Alexa y Tyler habían sabido todo el tiempo lo del dinero robado? ¿Sería por eso que se habían mudado con sus tíos?
El misterio de su madre y su “enfermedad” empezaba a tener sentido. Aunque algunos de los detalles aún no cuadraban, tenía que ser la razón por la que Alexa había estado actuando tan distante desde que había llegado. Traté de imaginar lo que había estado pasando por su cabeza. No había olvidado que en medio de todo esto, ella le había echado el ojo a Mike. Era obvio que le gustaba, pero dejando eso a un lado, el resto era una compleja telaraña de secretos que ahora salían a la luz.
“¡No me lo puedo creer!” Casey murmuró en mi oído.
“¡Yo tampoco!” respondí susurrando.
Me acordé del informe del noticiero que habíamos visto la tarde anterior. La madre de Alexa era la persona que había robado en la organización benéfica a la que mi padre había donado dinero. ¿Cómo se las había arreglado para hacerlo? ¿Y cómo podía creer que se la iba a llevar de arriba?
Ahora que se había corrido la voz, como un incendio forestal, todo el mundo lo sabría. Pero como había dicho la Sra. Harris, Alexa y Tyler no estaban involucrados y no deberían ser culpados. Aun así, era una completa locura para ellos, especialmente si su madre terminaba en la cárcel.
Los chismes se propagarían tan rápido como los incendios forestales que estaban causando tantos estragos, incluso con la advertencia de nuestra profesora, las chicas como Ronnie y Holly no dejarían pasar la oportunidad para hacer comentarios maliciosos. No podrían resistirse, simplemente estaba en su ADN ser malas.
El sonido del teléfono del aula rompió el silencio. Después de contestar la llamada, la Sra. Harris se volvió hacia la clase. “Necesito que alguien lleve la mochila de Alexa a la oficina de la dirección”
La mano de Ronnie se disparó para arriba al mismo tiempo que la de Sammi, pero Ronnie llegó primero. “Yo la llevaré”.
“Gracias, Ronnie”, dijo la Sra. Harris asintiendo con la cabeza. “¿Puedes por favor ir con ella, Holly?”
“Sí, Sra. Harris”, respondió Holly educadamente.
Hice una mueca de dolor por su tono tan falso y también por el hecho de que nuestra profesora la había elegido a ella y a su amiga. Imaginé la reacción de Alexa cuando las viera.
“¿Alexa se va a su casa, Sra. Harris?” le preguntó Ronnie mientras recogía la mochila de Alexa y ponía la cartuchera de lápices y el libro de trabajo adentro.
“Creería que sí”. Dijo la Sra. Harris. Tenía la mirada lejana y estaba segura de que las terribles noticias sobre Alexa y Tyler estaban rondando en su mente.
Mi cabeza daba vueltas con los mismos pensamientos, intercambié otra mirada de incredulidad con mi gemela.
CAPÍTULO VEINTISEIS