Lector, debo susurrarte una verdad. Ven, acerca el oído a esta página. Arrímate un poco más, pues debo hablarte con franqueza acerca del último capítulo que acabas de leer. ¿Me escuchas, lector? Déjame pues que te transmita un hecho en voz queda: ese no era el modo en que solían conducirse los hombres blancos en esta isla caribeña.