[1] A este respecto, estoy de acuerdo con Jennings, 2011, que ha escrito en fecha reciente sobre las globalizaciones y el mundo antiguo. Anteriormente, véase Sherratt, 2003, en un artículo publicado una década antes de que las correlaciones resultaran aún más evidentes; y ahora, la tesis doctoral escrita, bajo mi dirección, por Katie Paul, 2011.
[2] Diamond, 2005; anteriormente, véanse el volumen de Tainter, 1988, y el editado por Yoffee y Cowgill, 1988; también los análisis de Killebrew, 2005, pp. 33-34; Liverani, 2009; Middleton 2010, pp. 18-19, 24 y 53; y ahora, Middleton, 2012; Butzer, 2012; Butzer y Endfield, 2012. Sobre el ascenso y la caída de los imperios, en particular desde el punto de vista de los sistemas mundiales, lo cual ha sido origen de mucha polémica, véanse Frank, 1993; Frank y Gillis, 1993; Frank y Thompson, 2005. Hace poco (en diciembre de 2012) se celebró en Jerusalén un congreso titulado «Análisis del hundimiento: destrucción, abandono y memoria» (http://www.collapse.huji.ac.il/the-sche dule), pero aún no se han publicado las actas.
[3] Bell, 2012, p. 180.
[4] Bell, 2012, pp. 180-181.
[5] Sherratt, 2003, pp. 53-54. Ahora véase también Singer, 2012.
[6] Braudel, 2001, p. 114.
[7] Véanse Mallowan, 1976; McCall, 2001; Trumpler, 2001.
[1] Roberts (2008, p. 5) observa que el primero en acuñar este término, «peuples de la mer», fue Emmanuel de Rougé, en una publicación de 1867; véanse también Dothan y Dothan, 1992, pp. 23-24; Roberts, 2009; Killebrew y Lehmann, 2013, p. 1.
[2] Véanse, por ejemplo, los análisis recientes de Killebrew, 2005; Yasur-Landau, 2010a, y Singer, 2012.
[3] Kitchen, 1982, pp. 238-239; cf. Monroe, 2009, pp. 33-34 y n. 28. Algunos egiptólogos sitúan el octavo año de Rameses III un poco antes (1186 a. C.) o un poco después (1175 a. C.), porque en las fechas de los faraones del antiguo Egipto y sus años de reinado no hay una certeza absoluta, y suelen ajustarse según los caprichos y deseos de cada historiador y arqueólogo. Aquí entendemos que el gobierno de Rameses se extendió de 1184 a 1153 a. C.
[4] Raban y Stieglitz, 1991; Cifola, 1994; Wachsmann, 1998, pp. 163-197; Barako, 2001, 2003a, 2003b; Yasur-Landau, 2003a; Yasur-Landau, 2010a, pp. 102-121, 171-186, 336-342; Demand, 2011, pp. 201-203.
[5] Según Edgerton y Wilson, 1936, lám. 46; trad. revisada en Wilson, 1969, pp. 262-263; véase también T. Dothan, 1982, pp. 5-13, con ilustraciones.
[6] Véase ahora la compilación de todas las fuentes primarias, egipcias o de otra índole, que hacen mención de los diversos Pueblos del Mar, desde los tiempos de Amenofis III, en la Dinastía XVIII, hasta el período de Rameses IX, en la Dinastía XX, y más allá, realizada por Adams y Cohen, 2013 (en Killebrew y Lehmann, eds., 2013, pp. 645-664 y tablas 1-2).
[7] Roberts, 2008, pp. 1-8; Sandars, 1985, pp. 117-137, 157-177; Vagnetti, 2000; Cline y O’Connor, 2003; Van De Mieroop, 2007, pp. 241-243; Halpern, 2006-2007; Middleton, 2010, p. 83; Killebrew y Lehmann, 2013, pp. 8-11; Emanuel, 2013, pp. 14-27. Véanse también, más adelante, referencias adicionales sobre la cerámica y otros vestigios de la cultura material.
[8] Véase un análisis en Cline y O’Connor, 2003; también en Sandars, 1985, pp. 50 y 133, y ahora en Emanuel, 2013, pp. 14-27. Killebrew y Lehmann (2013, pp. 7-8) señalan que los lukka y danuna también se mencionan en inscripciones egipcias anteriores, de tiempos de Amenofis III y Ajenatón; véanse las tablas 1-2 y el apéndice de Adams y Cohen, 2013, así como Artzy, 2013, pp. 329-332, en el volumen editado por Killebrew y Lehmann.
[9] Véanse Amós IX, 7 y Jeremías XLVII, 4, donde se menciona Creta con uno de sus nombres antiguos, Caftor. Ahora véase Hitchcock, en prensa.
[10] Roberts, 2008, pp. 1-3; Dothan y Dothan, 1992, pp. 13-28. Véanse también Finkelstein, 2000, pp. 159-161, y Finkelstein, 2007, p. 517, para descripciones lúcidas de cómo los primeros arqueólogos bíblicos, como Albright, establecieron correlaciones entre los peleset y los filisteos. Véanse T. Dothan, 1982; Killebrew, 2005, pp. 206-234, y Yasur-Landau, 2010a, pp. 2-3 y 216-281, sobre los vestigios materiales que suelen identificarse con los filisteos; y ahora véase el análisis y definición más reciente y complejo de los filisteos en Maeir, Hitchcock y Horwitz, 2013, así como en Hitchcock y Maeir, 2013; véase también los análisis relacionados de Hitchcock, 2011, y Stockhammer, 2013.
[11] Véanse, p. ej., Cifola, 1991; Wachsmann, 1998; Drews, 2000; Yasur-Landau, 2010b y 2012b; Bouzek, 2011.
[12] Breasted, 1930, pp. X-XI. Ahora véase la biografía de Breasted compuesta por Abt, 2011. Según apunta Abt en la p. 230, Rockefeller autorizó en secreto el uso de otros cincuenta mil dólares, si Breasted los necesitaba, pero sin informarle de ello.
[13] Véase, p. ej., Raban y Stieglitz, 1991.
[14] Según Edgerton y Wilson, 1936, lám. 46; trad. revisada en Wilson, 1969, pp. 262-263.
[15] Según Breasted, 1906 (reimpresión de 2001), vol. 4, p. 201; Sandars, 1985, p. 133. Ahora véase Zwickel, 2012.
[16] Véase, Kahn, 2012, como referencia más reciente, con muchas referencias adicionales.
[17] Según Edel, 1961; véase Bakry, 1973.
[18] Breasted, 1906 (2001), vol. 3, p. 253.
[19] Según Breasted, 1906 (2001), vol. 3, pp. 241, 243, 249.
[20] Véanse análisis en Sandars, 1985, pp. 105-115; Cline y O’Connor, 2003; Halpern, 2006-2007.
[21] <www.livescience.com/22267-severed-hands-ancient-egypt-palace.html> y <www.livescience.com/22266-grisly-ancient-practice-gold-of-valor.html> (visitados por última vez el 15 de agosto de 2012).
[22] Según Edgerton y Wilson, 1936, láms. 37-39.
[23] Ben Dor Evian, 2011, pp. 11-22.
[24] RS 20.238 (Ugaritica 5, 24); traducción según Beckman 1996a, p. 27; publicación original en Nougayrol et al., 1968, pp. 87-89. Véase también Sandars, 1985, pp. 142-143; Yon, 1992, pp. 116, 119; Lebrun, 1995, p. 86; Huehnergard, 1999, pp. 376-377; Singer, 1999, pp. 720-721; Bryce, 2005, p. 333 (con número incorrecto de tablilla RS). La interpretación precisa de esta carta es una cuestión de polémicas eruditas, pues no está claro si es en realidad una petición de ayuda; de hecho, no está claro cuál podría haber sido la intención principal de la carta.
[25] Schaeffer, 1962, pp. 31-37; también Nougayrol et al., 1968, pp. 87-89; Sandars, 1985, pp. 142-143; Drews, 1993, pp. 13-14.
[26] Véanse, p. ej., las reflexiones de Sandars, 1985; Drews, 1993; Cifola, 1994; y los estudios de las actas de congresos editadas por Ward y Joukowsky (1992) y por Oren (1997). Pero véase igualmente una protesta en sentido contrario, en Raban y Stieglitz, 1991, y ahora los artículos de Killebrew y Lehmann, 2013.
[27] Véase, p. ej., Monroe, 2009; Yasur-Landau, 2010a; y los artículos de las actas recopiladas por Bachhuber y Roberts (2009), Galil et al. (2012), y Killebrew y Lehmann (2013); también el breve estado de la cuestión de Hitchcock y Maeir, 2013, y la sinopsis de Strobel, 2013.
[28] Bryce, 2012, p. 13.
[29] Roberts, 2008, pp. 1-19. Véase también el análisis de Roberts, 2009; Drews, 1992, pp. 21-24; Drews, 1993, pp. 48-72; Silberman, 1998; Killebrew y Lehmann, 2013, pp. 1-2.
[1] Cline 1995b, con referencias; como propuesta más reciente, Cline, Yasur-Landau y Goshen, 2011, también con referencias.
[2] Véase, p. ej., Bietak, 1996, 2005; ahora también Bietak, Marinatos y Palyvou, 2007.
[3] Como referencia más reciente, Kamrin, 2013.
[4] Oren, 1997.
[5] Wente, 2003a, pp. 69-71.
[6] Traducción según Pritchard, 1969, pp. 554-555; Habachi, 1972, pp. 37, 49; D. B. Redford, 1992, p. 120; D. B. Redford, 1997, p. 14. [Traducción española de José Miguel Serrano Delgado, Textos para la historia antigua de Egipto, Madrid: Cátedra, 1993.]
[7] P. ej. Bietak, 1996, p. 80.
[8] Heimpel, 2003, pp. 3-4.
[9] Dalley, 1984, pp. 89-93, esp. 91-92.
[10] Para tales peticiones, en Mari u otros lugares, véase Cline 1995a, p. 150; anteriormente, Zaccagnini, 1983, pp. 250-254; Liverani, 1990, pp. 227-229. Para contactos específicos entre Minos y Mesopotamia, véase Heltzer, 1989, y ahora también Sørensen, 2009; anteriormente también Cline, 1994, pp. 24-30, sobre la cuestión más general de los contactos entre el Egeo y Mesopotamia.
[11] Véase los elementos enumerados en Cline, 1994, pp. 126-128 (D.3-12).
[12] Traducción según Durard, 1983, pp. 454-455; véase también Cline, 1994, p. 127 (D.7).
[13] Véanse estudios en Cline 1994, 1995a, 1999a, 2007a y 2010, con más referencias.
[14] Véase Cline 1994, p. 126 (D.2), con referencias anteriores; también Heltzer, 1989.
[15] Evans, 1921-1935.
[16] Momigliano, 2009.
[17] Se han publicado numerosos libros sobre Minos, sus habitantes o diversos aspectos de su sociedad; véase, por ejemplo, Castleden, 1993 y Fitton, 2002; más recientemente, los artículos específicos de Cline (ed.), 2010.
[18] Sobre la tapa de Jyan, véase Cline, 1994, p. 210 (n.º 680) con referencias adicionales.
[19] Sobre el jarrón de Tutmosis III, véase Cline, 1994, p. 217 (n.º 742), con referencias adicionales.
[20] Cline, 1999a, pp. 129-130, con referencias anteriores.
[21] Pendlebury, 1930. Sobre el propio Pendlebury, véase ahora Grundon, 2007. El libro original de Pendlebury ha sido sustituido por un estudio reciente en dos volúmenes; véase Phillips, 2008.
[22] Según se indicó anteriormente en Cline y Cline, 1991.
[23] Panagiotopoulos, 2006, pp. 379, 392-393.
[24] Traducción según Strange, 1980, pp. 45-46. Véase también Wachsmann, 1987, pp. 35-37, 94; Cline, 1994, pp. 109-110 (A.12), con información y referencias adicionales; Rehak, 1998; Panagiotopoulos, 2006, pp. 382-383.
[25] Troy, 2006, pp. 146-150.
[26] Panagiotopoulos, 2006, pp. 379-380.
[27] Panagiotopoulos, 2006, pp. 380-387.
[28] Traducción según Strange, 1980, pp. 97-98. Véase también Wachsmann, 1987, pp. 120-121; Cline, 1994, p. 110 (A.13).
[29] Strange, 1980, p. 74; Wachsmann, 1987, pp. 119-121; Cline, 1994, p. 110 (A.14).
[30] Panagiotopoulos, 2006, pp. 380-383.
[31] Lo apunté por vez primera en un artículo enviado para el encuentro anual del Archaeological Institute of America; véase Cline, 1995a, p. 146. Véase también Cline, 1994, pp. 110-111 (A.16); Panagiotopoulos, 2006, pp. 381-382.
[32] Panagiotopoulos, 2006, pp. 372-373, 394; pero véanse las reservas de Liverani, 2001, pp. 176-182. Anteriormente véase Cline, 1995a, pp. 146-147; Cline, 1994, p. 110 (A.15).
[33] Clayton, 1994, pp. 101-102; Allen, 2005, p. 261; Dorman, 2005a, pp. 87-88; Keller, 2005, pp. 96-98.
[34] Tyldesley, 1998, p. 1; Dorman, 2005a, p. 88. Véase también http://www.drhawass.com/blog/press-release-identifying-hatshepsuts-mummy (última consulta: 29 de diciembre de 2010).
[35] Clayton, 1994, p. 105; Dorman, 2005b, pp. 107-109.
[36] Tyldesley, 1998, p. 144.
[37] Clayton, 1994, pp. 106-107; Tyldesley, 1998, pp. 145-153; Liverani, 2001, pp. 166-169; Keller, 2005, pp. 96-98; Roth, 2005, p. 149; Panagiotopoulos, 2006, pp. 379-380.
[38] Panagiotopoulos, 2006, p. 373.
[39] Traducción según Strange, 1980, pp. 16-20, n.º 1; véase Cline, 1997a, p. 193. [Traducción española de José Miguel Serrano Delgado, Textos para la historia antigua de Egipto, Madrid: Cátedra, 1993.]
[40] Cline, 1997a, pp. 194-196, con referencias anteriores.
[41] Ryan, 2010, p. 277, y véase también pp. 5-28, 260-281, para la exposición general de cómo el autor dirigió la nueva excavación de la tumba KV 60. Véanse también las noticias de prensa, como http://www.guardians.net/hawass/hatshepsut/search_for_hatshepsut.htm y http://www.drhawass.com/blog/press-release-identifying-hatshep suts-mummy (última consulta en ambos casos: 29 de diciembre de 2010).
[42] Sobre la campaña de Tutmosis III y la captura de Megido, véase Cline, 2000, cap. 1, con referencias adicionales; también, para un resumen muy breve, Allen, 2005, pp. 261-262.
[43] Cline, 2000, p. 28.
[44] Darnell y Manassa, 2007, pp. 139-142; Podany, 2010, pp. 131-134.
[45] Podany, 2010, p. 134.
[46] La traducción clásica y autorizada la publicó Kammenhuber en 1961, en alemán. Para un ejemplo moderno de un instructor ecuestre que intenta usar los métodos de Kikkuli, véase ahora Nyland, 2009.
[47] D. B. Redford, 2006, pp. 333-334; Darnell y Manassa, 2007, p. 141; Amanda Podany, nota personal, 23 de mayo de 2013.
[48] Bryce, 2005, p. 140.
[49] Lo he sugerido previamente en Cline, 1997a, p. 196. Asimismo, para mi estudio anterior de este material relacionado con la Rebelión de Assuwa y con Ahhiyawa, del que tomo palabras y detalles en los párrafos inmediatos y más adelante, véase Cline, 2013, pp. 54-68; también Cline, 1996, con referencias anteriores, y Cline, 1997a. Véanse también Bryce, 2005, pp. 124-127, con referencias anteriores, y las secciones relevantes de Beckman, Bryce y Cline, 2011.
[50] Traducción y transliteración según Unal, Ertekin y Ediz, 1991, p. 51; Ertekin y Ediz, 1993, p. 721; Cline, 1996, pp. 137-138; Cline, 1997a, pp. 189-190.
[51] Sobre los hititas y el material expuesto en los párrafos siguientes, véanse sobre todo las panorámicas de Bryce, 2002, 2005 y 2012 y Collins, 2007.
[52] Véase ahora el estudio sobre los hititas y la Biblia en Bryce, 2012, pp. 64-75.
[53] Véase ahora Bryce, 2012, pp. 47-49 y passim sobre los neohititas y su mundo.
[54] Ahora véase Bryce, 2012, p. 13-14; anteriormente Bryce, 2005.
[55] Ley Hitita número 13; traducción según Hoffner, 2007, p. 219.
[56] Según se ha mencionado más arriba, para mi estudio anterior de este material, incluidos los detalles de párrafos inmediatos y posteriores, véase ahora Cline, 2013, pp. 54-68; también Cline, 1996, con referencias anteriores, Cline, 1997a, y las secciones relevantes de Beckman, Bryce y Cline, 2011.
[57] Traducción y transliteración completas en Carruba, 1977, pp. 158-161; véase también Cline, 1996, p. 141, para reflexiones adicionales y más referencias relevantes.
[58] Traducción según Houwink ten Cate, 1970, p. 62 (cf. también pp. 72 n. 99, 81); véase también Cline, 1996, p. 143, para más referencias adicionales relevantes.
[59] Véase Cline, 1996, pp. 145-146; Cline, 1997a, p. 192.
[60] Véanse las referencias dadas en Cline, 2010, pp. 177-179.
[61] Véanse las referencias de Cline, 1994, 1996 y 1997a, para los debates sobre la ubicación precisa de Ahhiyawa; ahora véase también Beckman, Bryce y Cline, 2011, así como los puntos de vista alternativos expuestos en Kelder, 2010 y 2012.
[62] Para una breve introducción a Schliemann, con bibliografía adicional, véase ahora Rubalcaba y Cline, 2011.
[63] Véase Schliemann, 1878; Tsountas y Manatt, 1897.
[64] Blegen y Rawson, 1966, pp. 5-6; anteriormente, Blegen y Kourouniotis, 1939, pp. 563-564.
[65] Para la orientación más actual al respecto de los micénicos, véase la reciente recopilación de artículos de Cline (ed.), 2010.
[66] Sobre los productos micénicos hallados en Egipto y otros lugares del Oriente Próximo, véase Cline, 1994 (publicado de nuevo en 2009), con más referencias bibliográficas.
[67] Cline, 1996, p. 149; ahora véase Cline, 2013, pp. 54-68.
[68] Véase Cline, 1997a, pp. 197-198 y Cline, 2013, pp. 43-49, con referencias adicionales.
[69] Traducción según Fagles, 1990, p. 185. [Traducción castellana de Emilio Crespo Güemes, Ilíada, Madrid: Gredos, 2000.]
[70] Según se afirmaba en Cline, 1997a, pp. 202-203.
[71] Kantor, 1947, p. 73.
[72] Panagiotopoulos, 2006, p. 406, n. 1, dice: «No hay razón para creer que Hatshepsut fuera pacifista, pues hay pruebas fiables del al menos cuatro (y quizá incluso seis) campañas militares durante su reinado, una de las cuales encabezó ella misma en persona». Véase anteriormente D. B. Redford, 1967, pp. 57-62.
[1] Cline, 1998, pp. 236-237; Sourouzian, 2004. Mary Beard, profesora de Clásicas en Cambridge, reflexiona sobre estas estatuas en un documento que puede consultarse en la red: http://timesonline.type pad.com/dons_life/2011/01/the-colossi-of-memnon.html (última consulta: 16 enero de 2011).
[2] El trabajo sobre la Lista Egea se inició en 2000; la base completa se terminó de armar en la primavera de 2005, reconstruida a partir de ochocientos fragmentos distintos. Véase el estudio de Sourouzian et al., 2006, pp. 405-406, 433-435, láms. XXIIa, c.
[3] Kitchen, 1965, pp. 5-6; véase también Kitchen, 1966.
[4] Para la publicación original de estas listas, véase Edel, 1966; Edel y Görg, 2005. Para las reflexiones, comentarios e hipótesis de otros eruditos, véanse por ejemplo Hankey, 1981, y Cline, 1987 y 1998, con citas de publicaciones anteriores.
[5] Cline y Stannish, 2011.
[6] Cline, 1987, 1990, 1994 y 1998; Phillips y Cline, 2005.
[7] Cline, 1987, p. 10; véase también Cline, 1990.
[8] Cline, 1994, pp. XVII-XVIII, 9-11, 35, 106; Cline, 1999a.
[9] Cline, 1998, p. 248; véase también anteriormente Cline, 1987, y ahora también Cline y Stannish, 2011, p. 11.
[10] Mynárová, 2007, pp. 11-39.
[11] Véanse las Cartas de Amarna, EA 41-44; Moran, 1992, pp. 114-117.
[12] Véase Cohen y Westbrook, 2000.
[13] Véase Moran, 1992, para una traducción inglesa de todas las cartas.
[14] Carta de Amarna EA 17; traducción según Moran, 1992, pp. 41-42. [Traducción española de José Miguel Serrano Delgado, Textos para la historia antigua de Egipto, Madrid: Cátedra, 1993. Entre paréntesis, las adiciones y aclaraciones incluidas por Cline; entre corchetes, las del traductor español. Los nombres se ajustan a los empleados a lo largo del libro (por ejemplo, Tusratta, no Tuisheratta).]
[15] Carta de Amarna EA 14; Moran, 1992, pp. 27-37.
[16] Por ejemplo, Cartas de Amarna EA 22, 24 y 25; Moran, 1992, pp. 51-61, 63-84.
[17] Liverani, 1990; Liverani, 2001, pp. 135-137. Ahora véase también Mynárová, 2007, pp. 125-131, específicamente sobre las Cartas de Amarna.
[18] Sobre tales estudios antropológicos, véase una exposición en Cline, 1995a, p. 143, con referencias y bibliografía adicionales en la nota al pie número 1.
[19] Carta de Ugarit RS 17.166, citada en Cline, 1995a, p. 144, según la traducción de Liverani, 1990, p. 200.
[20] Carta hitita KUB XXIII 102: I 10-19, citada en Cline, 1995a, p. 144, según la traducción de by Liverani, 1990, p. 200.
[21] Véase de nuevo Cline, 1995a, para un estudio anterior y más completo de esta cuestión.
[22] Carta de Amarna EA 24; traducción según Moran, 1992, p. 63. Véase ahora el análisis de las relaciones entre Tushratta y Amenofis III en Kahn 2011.
[23] Véase la Carta de Amarna EA 20, enviada a Amenofis III, en Moran, 1992, pp. 47-50, y luego las Cartas de Amarna EA 27-29, enviadas posteriormente a Ajenatón, en Moran, 1992, pp. 86-99.
[24] Carta de Amarna EA 22, líneas 43-49; traducción según Moran, 1992, pp. 51-61, esp. 57. Tales matrimonios regios no eran inhabituales en el Oriente Próximo de la antigüedad; véase Liverani, 1990.
[25] Cline, 1998, p. 248.
[26] Carta de Amarna EA 4; traducción según Moran, 1992, pp. 8-10.
[27] Carta de Amarna EA 1; traducción según Moran, 1992, pp. 1-5.
[28] Cartas de Amarna EA 2-3, 5; Moran, 1992, pp. 6-8, 10-11.
[29] P. ej., Carta de Amarna EA 19; traducción según Moran, 1992, p. 4.
[30] Carta de Amarna EA 3; traducción según Moran, 1992, p. 7.
[31] Cartas de Amarna EA 7 y 10; traducción según Moran, 1992, pp. 12-16, 19-20. Véase también Podany, 2010, pp. 249-252.
[32] Carta de Amarna EA 7; traducción según Moran, 1992, p. 14.
[33] Carta de Amarna EA 7; Moran, 1992, p. 14. Véase también la Carta de Amarna 8, en la que Burna-Buriash se lamenta a Ajenatón porque sus mercaderes habían recibido otro ataque más, en el que dos perdieron la vida; Moran, 1992, pp. 16-17.
[34] Malinowski, 1922; véase también Uberoi, 1962; Leach y Leach, 1983; Mauss, 1990, pp. 27-29; y el análisis anterior de Cline, 1995a.
[35] Así se ha señalado previamente en Cline, 1995a, pp. 149-150, con cita de más referencias y bibliografía.
[36] De nuevo, esto ya se ha comentado previamente, en Cline, 1995a, p. 150. Entre las referencias y la bibliografía allí citadas figuran Zaccagnini, 1983, pp. 250-254; Liverani, 1990, pp. 227-229; Niemeier, 1991; Bietak, 1992, pp. 26-28. Ahora véase también Niemeier y Niemeier, 1998; Pfälzner, 2008a, 2008b; Hitchcock, 2005, 2008; Cline y Yasur-Landau, 2013.
[37] Cartas de Amarna EA 33-40. La identificación de Alashiya con Chipre cuenta con una historia erudita larga y complicada. Para un análisis breve e irreverente de esa identificación, véase ahora Cline, 2005.
[38] Carta de Amarna EA 35; Moran, 1992, pp. 107-109. La palabra «talentos» es reconstruida, pero parece sumamente lógica en ese contexto.
[39] Véase la breve nota de Moran, 1992, p. 39.
[40] Carta de Amarna EA 15; traducción según Moran, 1992, pp. 37-38.
[41] Carta de Amarna EA 16; traducción según Moran, 1992, pp. 38-41.
[42] Van De Mieroop, 2007, pp. 131, 138, 175; Bryce, 2012, pp. 182-83.
[43] La revista Time elaboró una lista de los 10 artefactos saqueados más famosos del mundo, en la que incluyó este busto: http://www.time.com/time/specials/packages/article/0,28804,1883142_1883129_1883119,00.html (última consulta: 18 de enero de 2011). Véase también este artículo del New York Times: http://www.nytimes.com/2009/10/19/world/europe/19iht-germany.html?_r=2 (última consulta: 18 de enero de 2011).
[44] La letra de la canción, cantada por el cómico Steve Martin en Saturday Night Live durante los días de la «Tut-manía» en Estados Unidos, a finales de la década de 1970. En internet pueden hallarse numerosas copias del vídeo buscando la secuencia «Steve Martin king Tut».
[45] Hawass, 2005, pp. 263-272.
[46] Hawass, 2010; Hawass et al., 2010.
[47] Reeves, 1990, p. 44.
[48] Reeves, 1990, pp. 40-46.
[49] Reeves, 1990, pp. 48-51.
[50] Reeves, 1990, p. 10.
[51] Véanse fotografías en Reeves, 1990, pp. 52-53.
[52] Bryce, 2005, pp. 148-159; Podany, 2010, pp. 267-271.
[53] Cline, 1998, pp. 248-249. Sobre los matrimonios dinásticos de Amenofis III, véase también Schulman, 1979, pp. 183-185, 189-190; Schulman, 1988, pp. 59-60; Moran, 1992, pp. 101-103.
[54] Traducción según Singer, 2002, p. 62; citado y analizado por Bryce, 2005, pp. 154-155 (véase también 188).
[55] Véase Yener, 2013a, con referencias anteriores.
[56] Véase Bryce, 2005, pp. 155-159, 161-163, 175-180; Bryce, 2012, p. 14.
[57] Richter, 2005; Merola, 2007; Pfälzner, 2008a, 2008b. Véase ahora Richter y Lange, 2012, para la publicación completa del archivo, Ahrens, Dohmann-Pfälzner y Pfälzner, 2012, para el sello de arcilla de Ajenatón, y Morandi Bonacossi, 2013, sobre la crisis final, hacia 1340 a. C.
[58] Véase en análisis en Beckman, Bryce y Cline, 2011, pp. 158-161.
[59] Traducción según Bryce, 2005, p. 178. Lo que sigue debe mucho a la perspectiva de Bryce, 2005, pp. 178-183. Véase también, sin embargo, Cline, 2006, en una versión escrita para niños.
[60] Traducción según Bryce, 2005, pp. 180-181; la carta es KBo xxviii 51.
[61] Traducción según Bryce, 2005, p. 181.
[62] Traducción según Bryce, 2005, p. 182.
[63] Para ejemplos de las diferencias de opinión entre los expertos, Bryce, 2005, p. 179, afirma que la reina viuda era Anjesenamón, pero Reeves, 1990, p. 23, dice que la reina era Nefertiti. Véase también Podany, 2010, pp. 285-289, que cree que era Anjesenamón.
[64] Véase Bryce, 2005, p. 183 y n. 130, con referencias.
[65] Véanse los estudios de Cline, 1991a, pp. 133-143; Cline, 1991b, pp. 1-9; Cline, 1994, pp. 68-74.
[66] Cline, 1998, p. 249.
[67] Véase Bryce 1989a, pp. 1-21; Bryce 1989b, pp. 297-310.
[1] Las fuentes necesarias para esto, los detalles y el análisis que sigue son muchas y variadas, pero véase sobre todo Bass, 1986, 1987, 1997 y 1998; Pulak, 1988, 1998, 1999 y 2005; Bachhuber, 2006; Cline y Yasur-Landau, 2007. Ahora véase también Podany, 2010, pp. 256-258.
[2] Bass, 1967; Bass, 1973.
[3] Pulak, 1998, p. 188.
[4] Pulak, 1998, p. 213.
[5] Además de los artículos de Pulak, Bass y Bachhuber, véase la lista de Monroe, 2009, pp. 11-12, y su análisis adicional de las pp. 13-15 y 234-238; también Monroe, 2010. La información se ha actualizado ligeramente gracias a una charla de Cemal Pulak en un congreso académico celebrado en Friburgo, Alemania, en mayo de 2012.
[6] Weinstein, 1989.
[7] Véase, como referencia más reciente, Manning et al., 2009.
[8] Payton, 1991.
[9] RS 16.238+254; traducción según Heltzer, 1988, p. 12. Véase también, entre los muchos debates, Caubet y Matoian, 1995, p. 100; Monroe, 2009, pp. 165-166.
[10] RS 16.386; traducción según Monroe, 2009, pp. 164-165.
[11] Singer, 1999, pp. 634-635. Para una parte de la correspondencia que se enviaron los reyes de la época, véase Nougayrol, 1956.
[12] Bryce, 2005, p. 234.
[13] Bryce, 2005, p. 277.
[14] Bryce, 2005, p. 236, con referencias anteriores.
[15] Bryce, 2005, pp. 236-237.
[16] Traducción según Bryce, 2005, pp. 237-238, que sigue a Gardiner.
[17] Bryce, 2005, p. 235.
[18] Bryce, 2005, pp. 238-239.
[19] Bryce, 2005, pp. 277-278.
[20] Traducción según Bryce, 2005, p. 277, que sigue a Kitchen.
[21] Bryce, 2005, pp. 277, 282, 284-285.
[22] Traducción según Bryce, 2005, p. 283, que sigue a Kitchen.
[23] Para una versión más extensa del análisis de esta sección sobre Troya y la guerra de Troya, así como de la del capítulo siguiente, véase Cline, 2013, que se escribió al mismo tiempo que el presente libro e incluye una parte de sus mismos materiales y lenguaje, aunque en un orden distinto y con un examen más detallado, en algunos puntos. En ambos casos, los estudios suponen la versión revisada de un material que este autor publicó por vez primera, con su propio acompañamiento bibliográfico, en la Guía de referencia que acompañaba las catorce conferencias del audiolibro Archaeology and the Iliad: The Trojan War in Homer and History (Recorded Books/The Modern Scholar, 2006), y se reproduce aquí con permiso del editor.
[24] Véase el análisis de Beckman, Bryce y Cline, 2011, pp. 140-144.
[25] Beckman, Bryce y Cline, 2011, pp. 101-122.
[26] Ibid.
[27] Ibid.
[28] Ibid.
[29] Ahora véase el análisis, con referencias adicionales, en Cline, 2013. Véase también, en general, Strauss, 2006.
[30] Véase, p. ej., Wood, 1996; Allen, 1999; y ahora Cline, 2013.
[31] Mountjoy, 1999a, pp. 254-256, 258; véase también Mountjoy, 1999b, pp. 298-299; Mountjoy, 2006, pp. 244-245; Cline, 2013, p. 90.
[32] Véase ahora el análisis de Cline, 2013, pp. 87-90.
[33] Véase, p. ej., Loader, 1998; también Shelmerdine, 1998b, p. 87; Deger-Jalkotzy, 2008, p. 388; Maran, 2009, pp. 248-250; Kostoula y Maran, 2012, p. 217, donde citan a Maran, 2004.
[34] Hirschfeld, 1990, 1992, 1996, 1999 y 2010; Cline, 1994, pp. 54, 61; Cline, 1999b; Cline, 2007a, p. 195; Maran, 2004; Maran, 2009, pp. 246-247.
[35] Cline, 1994, pp. 50, 128-130. Ahora véase también las menciones recientes de Monroe, 2009, pp. 196-197, 226-227.
[36] Cline, 1994, pp. 60, 130 (Cat. nos. E13-14); Palaima, 1991, pp. 280-281, 291-295; Shelmerdine, 1998b.
[37] Cline, 1994, pp. 60, 130; véase también Palaima, 1991, pp. 280-281, 291-295; Knapp, 1991. Ahora véase Yasur-Landau, 2010a, 40, tabla 2.1, que enumera en una útil tabla única estos y los nombres siguientes, que luego ubica en un mapa, en su fig. 2.3.
[38] Cline, 1994, pp. 50, 68-69, 128-131 (Cat. nos. E3, E7, E15-18); véase como referencia más reciente Latacz, 2004, pp. 280-281, que cita a Niemeier, 1999, p. 154, para menciones adicionales en las tablillas de mujeres de Lemnos y Quíos, así como quizá Troya y la Tróade.
[39] Cline, 1994, pp. 50, 129 (Cat. nos. E8-11); anteriormente Astour 1964, p. 194, 1967, pp. 336-344; ahora también Bell, 2009, p. 32.
[40] Cline, 1994, pp. 35, 128 (Cat. nos. E1-2); Shelmerdine, 1998a.
[41] Zivie, 1987.
[42] El siguiente estudio del Éxodo es una versión revisada de material que el presente autor publicó primero, con referencias adicionales, en Cline, 2007b, y se reproduce aquí con permiso del editor.
[43] Diodoro Sículo, 1.47, traducido por Oldfather, 1961.
[44] Véase el análisis de Cline, 2007b, pp. 61-92, con referencias adicionales; también Miller y Hayes, 2006, pp. 39-41; Bryce, 2012, pp. 187-188.
[45] Traducción según Pritchard, 1969, p. 378.
[46] Véase el análisis de Cline, 2007b, pp. 83-85, con referencias adicionales; también Hoffmeier, 2005, así como Ben-Tor y Rubiato, 1999.
[47] Véase el análisis de Cline, 2007b, pp. 85-87, con referencias adicionales.
[48] Son afirmaciones que se hallan sobre todo, pero con facilidad, en la red. Véase por ejemplo http://www.discoverynews.us/DISCOVERY%20MUSEUM/BibleLandsDisplay/ Red_Sea_Chariot_Wheels/Red_Sea_Chariot_Wheels_1.html (última consulta: 27 de mayo de 2013).
[49] En cuanto a la fecha de la erupción, que en las últimas décadas ha generado mucha polémica entre los expertos, véase Manning, 1999, 2010, con referencias adicionales.
[50] Cline, 2007b, 2009a, 2009b, con referencias.
[51] Zuckerman, 2007a, p. 17, que cita publicaciones anteriores de Garstang, Yadin y Ben-Tor. Ahora véase también Ben-Tor, 2013.
[52] Zuckerman, 2007a, p 24.
[53] Ben-Tor y Zuckerman, 2008, pp. 3-4, 6.
[54] Ben-Tor, 1998, 2006, 2013; Ben-Tor y Rubiato, 1999; Zuckerman, 2006, 2007a, 2007b, 2009 y 2010; Ben-Tor y Zuckerman, 2008; ahora véase Ashkenazi, 2012; Zeiger, 2012; Marom y Zuckerman, 2012.
[55] Véase los análisis, con referencias adicionales, de Cline, 2007b, pp. 86-92; Cline, 2009a, pp. 76-78; y también Cline, 2009b.
[56] Bryce, 2009, p. 85.
[57] Kuhrt, 1995, pp. 353-354; Bryce, 2012, pp. 182-183.
[58] Bryce, 2005, p. 314.
[59] Porada, 1992, pp. 182-183; Kuhrt, 1995, pp. 355-358; Singer, 1999, pp. 688-690; Potts, 1999, p. 231; Bryce, 2005, pp. 314-319; Bryce, 2009, p. 86; Bryce, 2012, pp. 182-185. Nótese que Singer sitúa el principio del reinado de Tukulti-Ninurta en 1233 a. C., no en 1244 a. C.
[60] Sobre la batalla contra los hititas, en Nihriya (norte de Mesopotamia), véase Bryce, 2012, pp. 54, 183-184, entre otros. Sobre el posible regalo enviado a la Tebas beocia, véase el análisis inicial de Porada, 1981, examinado brevemente en Cline, 1994, pp. 25-26.
[61] Traducción según Beckman, Bryce y Cline, 2011, p. 61; anteriormente, Bryce, 2005, pp. 315-319.
[62] Traducción según Beckman, Bryce y Cline, 2011, p. 63.
[63] Lo he analizado en varias publicaciones precedentes; como referencia más reciente véase Cline, 2007a, p. 197, con bibliografía.
[64] Traducción según Beckman, Bryce y Cline, 2011, p. 61; anteriormente Bryce, 2005, pp. 309-310.
[65] Véase el análisis de Beckman, Bryce y Cline, 2011, pp. 101-122; antes Bryce, 1985, 2005, pp. 306-308.
[66] Bryce, 2005, pp. 321-322; Demand, 2011, p. 195. Ahora véase también Kaniewski et al., 2013, sobre una posible sequía en la propia Chipre, en aquella época, tema sobre el que volveremos más adelante.
[67] Traducción según Bryce, 2005, p. 321, que sigue a Güterbock, y análisis en las pp. 321-322 y 333; véase también la traducción similar de Beckman, 1996b, p. 32, y las reflexiones de Hoffner, 1992, pp. 48-49.
[68] Traducción según Beckman, 1996b, p. 33; véase también Bryce, 2005, p. 332; Singer, 2000, p. 27; Singer, 1999, pp. 719, 721-722; Hoffner, 1992, pp. 48-49; Sandars, 1985, pp. 141-142.
[69] Bryce, 2005, pp. 323, 327-333; Singer, 2000, pp. 25-27; Hoffner, 1992, pp. 48-49.
[70] Singer, 2000, p. 27.
[71] Phelps, Lolos y Vichos, 1999; Lolos, 2003.
[72] Bass, 1967; Bass, 1973.
[73] Bass, 1988; Bass, 2013.
[74] Cline, 1994, pp. 100-101.
[1] Yon, 2006, p. 7. La bibliografía académica sobre estos yacimientos es inmensa, pero Yon, 2006, resulta bastante breve y muy accesible, igual que, anteriormente, Curtis, 1999. Sobre la historia política y económica de Ugarit, véase también el buen resumen y panorámica de Singer, 1999. Véase asimismo Podany, 2010, pp. 273-275.
[2] Caubet, 2000; Yon, 2003, 2006, pp. 7-8.
[3] Véase Yon, 2006, pp. 142-143, para una imagen de los recipientes cananeos in situ, con un breve análisis y más referencias.
[4] Dietrich y Loretz, 1999; Yon, 2006, pp. 7-8, 44, con referencias adicionales.
[5] Yon, 2006, pp. 7-8, 19, 24; Lackenbacher, 1995a, p. 72; Singer, 1999, pp. 623-627, 641-642, 680-681, 701-704. Las Cartas de Amarna enviadas por los reyes de Ugarit son EA 45 y 49, y otras podrían ser EA 46-48; véase Moran, 1992.
[6] Van Soldt, 1991; Lackenbacher, 1995a, pp. 69-70; Millard, 1995, p. 121; Huehnergard, 1999, p. 375; Singer, 1999, p. 704. Véase ahora, más recientemente, Singer, 2006, esp. pp. 256-258; Bell, 2006, p. 17; McGeough, 2007, pp. 325-32.
[7] Singer, 1999, pp. 657-660, 668-673; Pitard, 1999, pp. 48-51; Bell, 2006, pp. 2, 17; McGeough, 2007; Bell, 2012, p. 180.
[8] Yon, 2006, pp. 20-21, con ilustración y análisis de objetos específicos en pp. 129-172, incluidas pp. 168-169, para la espada; Singer, 1999, pp. 625, 676; McGeough, 2007, pp. 297-305.
[9] Documentado en la tablilla RS 17.382 + RS 17.380; véase Singer, 1999, p. 635; McGeough, 2007, p. 325.
[10] Lackenbacher, 1995a; Bordreuil y Malbran-Labat, 1995; Malbran-Labat, 1995. Entre los estudios previos del final de Ugarit se incluyen los de Astour, 1965, y Sandars, 1985.
[11] Yon, 2006, pp. 51, 54; McGeough, 2007, pp. 183-184, 254-255, 333-335; Bell, 2012, pp. 182-183. Sobre el ciprio-minoico, véase Hirschfeld, 2010, con referencias.
[12] Yon, 2006, pp. 73-77, con referencias; Van Soldt, 1999, pp. 33-34; Bell, 2006, p. 65; McGeough 2007, pp. 247-249; Bell, 2012, p. 182.
[13] Texto ugarítico RS 20.168; véase Singer, 1999, pp. 719-720; publicado originalmente en Nougayrol et al., 1968, pp. 80-83.
[14] Malbran-Labat, 1995; Bordreuil y Malbran-Labat, 1995; Singer, 1999, p. 605; Van Soldt, 1999, pp. 35-36; Yon, 2006, pp. 22, 87-88; Bell, 2006, p. 67; McGeough, 2007, pp. 257-259; Bell, 2012, pp. 183-184. Ahora véase también Bordreuil, Pardee y Hawley, 2012.
[15] RS 34.165. Lackenbacher, en Bordreuil, 1991, pp. 90-100; Hoffner, 1992, p. 48; Singer, 1999, pp. 689-690.
[16] Singer, 1999, pp. 658-659; ahora véase también Cohen y Singer, 2006; McGeough, 2007, pp. 184, 335.
[17] Singer, 1999, pp. 719-720, que resume informaciones previas; Bordreuil y Malbran-Labat, 1995, p. 445.
[18] Lackenbacher y Malbran-Labat, 2005, pp. 237-238 y nn. 69, 76; Singer, 2006, pp. 256-258; Cline y Yasur-Landau, 2007, p. 130; Bryce, 2010; Bell, 2012, p. 184. La carta del rey hitita (probablemente Suppiluliuma II) es RS 94.2530; la del destacado funcionario hitita, RS 94.2523.
[19] RS 88.2158. Lackenbacher, 1995b, pp. 77-83; Lackenbacher, en Yon y Arnaud, 2001, pp. 239-247; véase el análisis de Singer, 1999, pp. 708-712; Singer, 2000, p. 22.
[20] RS 34.153; Bordreuil, 1991, pp. 75-76; traducción según Monroe, 2009, pp. 188-189.
[21] RS 17.450A; véase el análisis de Monroe, 2009, pp. 180, 188-189.
[22] Malbran-Labat, 1995, p. 107.
[23] Millard, 1995, p. 121.
[24] Singer, 1999, pp. 729-730 y n. 427; Caubet, 1992, p. 123; Yon, 2006, p. 22; Kaniewski et al., 2011, pp. 4-5.
[25] Yon, 1992, pp. 111, 117, 120; Singer, 1999, p. 730; Bell, 2006, pp. 12, 101-102.
[26] Texto de Ugarit RS 86.2230. Véase Yon, 1992, p. 119; Hoffner, 1992, p. 49; Drews, 1993, p. 13; Singer, 1999, pp. 713-715; Arnaud, en Yon y Arnaud 2001, pp. 278-279; Yasur-Landau, 2003d, p. 236; Bell, 2006, p. 12; Yon, 2006, p. 127; Yasur-Landau, 2010a, p. 187; Kaniewski et al., 2010, p. 212; Kaniewski et al., 2011, p. 5.
[27] KTU 1.78 (RS 12.061); ahora véase Kaniewski et al., 2010, p. 212, y Kaniewski et al., 2011, p. 5, que citan a Dietrich y Loretz, 2002. Contra Demand, 2011, p. 199, que cita una publicación anterior de Lipinski, es improbable que la destrucción fuera tan tardía, en el 1160 a. C.
[28] Véase, p. ej., Sandars, 1985.
[29] Véase Millard, 1995, p. 119, y Singer, 1999, p. 705, con referencias anteriores; también Van Soldt, 1999, p. 32; Yon, 2006, p. 44; Van De Mieroop, 2007, p. 245; McGeough, 2007, pp. 236-237; McGeough, 2011, p. 225.
[30] Yon, 1992, p. 117; Caubet, 1992, p. 129; McClellan 1992, pp. 165-167; Drews, 1993, pp. 15, 17; Singer, 2000, p. 25.
[31] Courbin, 1990, citado en Caubet, 1992, p. 127; véase también Lagarce y Lagarce, 1978.
[32] Bounni, Lagarce y Saliby, 1976; Bounni, Lagarce y Saliby, 1978, citados por Caubet, 1992, p. 124; véase también Drews, 1993, p. 14; Singer, 2000, p. 24; Yasur-Landau, 2010a, pp. 165-166; Killebrew y Lehmann, 2013, p. 12.
[33] Kaniewski et al., 2011, p. 1, y véase la fig. 2. Para estudios anteriores de los descubrimientos realizados en ese yacimiento, véase Maqdissi et al., 2008; Bretschneider y Van Lerberghe, 2008, 2011; Vansteenhuyse, 2010; Bretschneider, Van Vyve y Jans, 2011.
[34] Kaniewski et al., 2011, pp. 1-2.
[35] Kaniewski et al., 2011, p. 1.
[36] Véase Badre, 2003, y el estudio posterior; también Badre et al., 2005; Badre, 2006, 2011; Jung, 2009; Jung, 2010, pp. 177-178.
[37] Jung, 2012, pp. 115-116.
[38] Drews, 1993, p. 7 n. 11, pp. 15-16; cf. anteriormente Franken, 1961; T. Dothan, 1983, pp. 101, 104; Dever, 1992, p. 104. Ahora véase también Gilmour y Kitchen, 2012.
[39] Véase el breve análisis de Weinstein, 1992, p. 143, con referencias anteriores.
[40] Véase el breve panorama y análisis de Dever, 1992, pp. 101-102.
[41] Loud, 1948, p. 29 y figs. 70-71; cf. también Kempinski, 1989, pp. 10, 76-77, 160; Finkelstein, 1996, pp. 171-172; Nur y Ron, 1997, pp. 537-539; Nur y Cline, 2000, p. 59.
[42] Ussishkin, 1995; también nota personal de mayo de 2013.
[43] Weinstein, 1992, pp. 144-145; Ussishkin, 1995, p. 214; Finkelstein, 1996, p. 171; cf. Loud, 1939, lám. 62, n.º 377.
[44] Véanse, como referencias más recientes, Feldman, 2002, 2006 y 2009; Steel, 2013, pp. 162-169. Anteriormente, Loud, 1939; Kantor, 1947.
[45] Weinstein, 1992, pp. 144-145; Ussishkin, 1995, p. 214; Finkelstein, 1996, p. 171; Ahora véase también Yasur-Landau, 2003d, pp. 237-238; Zwickel, 2012, pp. 599-600.
[46] Información de Israel Finkelstein, Eran Arie y Michael Toffolo; les agradezco que me hayan permitido mencionar sus trabajos en marcha, inéditos por el momento.
[47] Ussishkin, 1995, p. 215.
[48] Ussishkin, 2004b, tablas 2.1 y 3.3.
[49] Ussishkin, 2004b, pp. 60-69.
[50] Ussishkin, 2004b, pp. 60-62.
[51] Ussishkin, 2004b, pp. 62, 65-68.
[52] Ussishkin, 2004b, p. 71; Barkay y Ussishkin, 2004, p. 357.
[53] Zuckerman, 2007a, p. 10, que cita a Barkay y Ussishkin, 2004, pp. 353, 358-361 y Smith, 2004, pp. 2.504-2.507.
[54] Barkay y Ussishkin, 2004, p. 361; Zuckerman, 2007a, p. 10.
[55] Ussishkin, 2004b, p. 70; también Ussishkin, 1987.
[56] Ussishkin, 2004b, pp. 69-70, con referencias a las publicaciones anteriores.
[57] Ussishkin, 1987; Ussishkin, 2004b, p. 64 y láminas en color en p. 136; véase también Weinstein, 1992, pp. 143-144; Giveon, Sweeney y Lalkin, 2004, pp. 1.626-1.628; Ussishkin, 2004d, con láminas. Ahora véase también Zwickel, 2012, pp. 597-598.
[58] Ussishkin, 1987.
[59] Carmi y Ussishkin, 2004, pp. 2.508-2.513, y tabla 35.1; Barkay y Ussishkin, 2004, p. 361; Ussishkin, 2004b, p. 70; Giveon, Sweeney y Lalkin, 2004, pp. 1.627-1.628, con referencias anteriores. Ussishkin, en nota personal del 14 de mayo de 2013, escribe: «En cuanto a fechar la destrucción de Laquis VI en 1130, lo sugerí no partiendo del C14, sino basándome en suponer que los egipcios debían controlar Laquis cuando ya controlaban Megido y Beth Shan, situadas más al norte, y según la estatua de Rameses VI en Megido, estas ciudades tuvieron que existir hasta aproximadamente 1130. Aún sostengo la idea».
[60] Zwickel, 2012, p. 598, con referencias anteriores.
[61] Ussishkin, 2004b, p. 70.
[62] Ibid.
[63] Ussishkin, 2004b, pp. 69-72, con referencias a publicaciones anteriores.
[64] Ussishkin, 1987; Ussishkin, 2004b, pp. 71-72; Zuckerman, 2007a, p. 10. Ahora véase también Zwickel, 2012, pp. 597-598.
[65] Ussishkin, 2004b, p. 71, y láminas a color en p. 127; véase también Barkay y Ussishkin, 2004, pp. 358, 363; Smith, 2004, pp. 2.504-2.507.
[66] Véase anteriormente Nur y Ron, 1997; Nur y Cline, 2000, 2001; Nur y Burgess, 2008; Cline, 2011.
[67] Ussishkin, 2004c, pp. 216, 267, 270-271.
[68] Weinstein, 1992, p. 147.
[69] Master, Stager y Yasur-Landau, 2011, p. 276; véase anteriormente M. Dothan, 1971, p. 25; T. Dothan, 1982, pp. 36-37; Dever, 1992, pp. 102-103; Dothan y Dothan, 1992, pp. 160-161; M. Dothan, 1993, p. 96; Dothan y Porath, 1993, p. 47; T. Dothan, 1990, 2000; Stager, 1995; Killebrew, 1998, pp. 381-382; Killebrew, 2000; Gitin, 2005; Barako, 2013, p. 41. Ahora véase también el breve análisis de Demand, 2011, pp. 208-210, y el detallado estudio y debate, con todas las referencias, a lo que constituye la cultura filistea y cómo podrían haberse relacionado los filisteos con la población cananea local en Killebrew, 2005, pp. 197-245; Killebrew, 2006-2007; Killebrew, 2013; Yasur-Landau, 2010a, esp. pp. 216-334; Faust y Lev-Tov, 2011; Yasur-Landau, 2012a; Killebrew y Lehmann, 2013, p. 16; Sherratt, 2013; y Maeir, Hitchcock y Horwitz, 2013.
[70] T. Dothan, 2000, p. 147, y véase una afirmación muy similar en T. Dothan, 1998, p. 151. Véase también Yasur-Landau, 2010a, pp. 223-224.
[71] Master, Stager y Yasur-Landau, 2011, pp. 261, 274-276 y passim; véase también, anteriormente, T. Dothan, 1982, p. 36.
[72] Stager, 1995, p. 348, citado específicamente por Yasur-Landau, 2012a, p. 192. Véase también Middleton, 2010, pp. 85, 87.
[73] Potts, 1999, pp. 206, 233 y tablas 7.5-7.6. Véase también el análisis de Zettler, 1992, pp. 174-176.
[74] Traducción según Potts, 1999, p. 233 y tabla 7.6.
[75] Potts, 1999, pp. 188, 233 y tabla 7.9; Bryce, 2012, pp. 185-187.
[76] Yener, 2013a; Yener, 2013b, p. 144.
[77] Drews, 1993, p. 9.
[78] Véanse los comentarios, precisamente sobre esta cuestión, de Güterbock, 1992, p. 55, con referencias a publicaciones anteriores de Kurt Bittel, Heinrich Otten y otros. Ahora véase también el análisis de Bryce, 2012, pp. 14-15.
[79] Neve, 1989, p. 9; Hoffner, 1992, p. 48; Güterbock, 1992, p. 53; Bryce, 2005, pp. 269-271, 319-321; Genz, 2013, pp. 469-472.
[80] Hoffner, 1992, pp. 49, 51.
[81] Hoffner, 1992, pp. 46-47, con referencias a publicaciones anteriores de Kurt Bittel, Heinrich Otten y otros; ahora véase también Singer, 2001; Middleton, 2010, p. 56.
[82] Muhly, 1984, pp. 40-41.
[83] Bryce, 2012, p. 12; Genz, 2013, p. 472.
[84] Seeher, 2001; Bryce, 2005, pp. 345-346; Van De Mieroop, 2007, pp. 240-241; Demand, 2011, p. 195; Bryce, 2012, p. 11; Genz, 2013, pp. 469-472.
[85] Drews, 1993, pp. 9, 11, con referencias; Yasur-Landau, 2010a, pp. 159-161, 186-187, con referencias. Sobre Tarso, véase ahora Yalçin, 2013.
[86] Drews, 1993, p. 9, con referencias.
[87] Bryce, 2005, pp. 347-348. Otros ya lo habían advertido antes que Bryce; véase, por ejemplo, Güterbock, 1992, p. 53, que cita a Bittel; ahora véase también Genz, 2013.
[88] Como en la sección del capítulo precedente sobre Troya y la guerra de Troya, este breve estudio de Troya VIIa y su destrucción repite material incluido en Cline, 2013, que se escribió al mismo tiempo que el presente libro. De nuevo, asimismo, el análisis representa la versión revisada de un material que este autor publicó por vez primera, con su propio acompañamiento bibliográfico, en la Guía de referencia que acompañaba las catorce conferencias del audiolibro Archaeology and the Iliad: The Trojan War in Homer and History (Recorded Books/The Modern Scholar, 2006), y se reproduce aquí con permiso del editor.
[89] Mountjoy, 1999b, pp. 300-301 y tabla 1 de p. 298; Mountjoy, 2006, pp. 245-248; ahora véase Cline, 2013, p. 91.
[90] Mountjoy, 1999b, pp. 296-297; ahora véase Cline, 2013, pp. 93-94.
[91] Véase, p. ej., Blegen et al., 1958, pp. 11-12.
[92] Transcripción del documental de la BBC The Truth of Troy, en http://www.bbc.co.uk/science/horizon/2004/troytrans.shtml (última consulta: 17 de abril de 2012); ahora véase también el análisis de Cline, 2013, pp. 94-101.
[93] Véase Mountjoy, 1999b, pp. 333-334, y ahora Cline, 2013, p. 94.
[94] Véase, p. ej., Deger-Jalkotzy, 2008, pp. 387, 390, y la lista de yacimientos de Shelmerdine, 2001, p. 373, n. 275.
[95] Middleton, 2010, pp. 14-15. Ahora véase el análisis complementario de Middleton, 2012, pp. 283-285.
[96] Blegen y Lang, 1960, pp. 159-160.
[97] Rutter, 1992, p. 70; ahora véase también Deger-Jalkotzy, 2008, p. 387.
[98] En origen véase Blegen y Rawson, 1966, pp. 421-422. Para la nueva fecha de la destrucción de Pilos, véase ahora Mountjoy, 1997; Shelmerdine, 2001, p. 381.
[99] Blegen y Kourouniotis, 1939, p. 561.
[100] Davis, 2010, p. 687. Véase también el análisis de Davis, 1998, pp. 88, 97.
[101] Blegen, 1955, p. 32, y véanse también las menciones constantes de Blegen y Rawson, 1966.
[102] Véase como referencia más reciente Deger-Jalkotzy, 2008, p. 389, con alusión a los pros y contras del debate, que incluyen a Hooker, 1982, Baumbach, 1983, y Palaima, 1995; véase también Shelmerdine, 1999, y Maran, 2009, p. 245, con referencias.
[103] Iakovidis, 1986, p. 259.
[104] Taylour, 1969, pp. 91-92, 95; Iakovidis, 1986, pp. 244-245, según se cita en Nur y Cline, 2000, p. 50.
[105] Wardle, Crouwely French, 1973, p. 302.
[106] French, 2009, p. 108; véase también French, 2010, pp. 676-677.
[107] Iakovidis, 1986, p. 259; véase también Middleton, 2010, p. 100.
[108] Iakovidis, 1986, p. 260.
[109] Véase Yasur-Landau, 2010a, pp. 69-71; ahora véase también la tesis de doctorado de Murray, 2013, y la tesis de maestría de Enverova, 2012.
[110] Maran, 2009, pp. 246-247; Cohen, Maran y Vetters, 2010; Kostoula y Maran, 2012.
[111] Maran, 2010, p. 729, que cita a Kilian, 1996.
[112] Véanse todas las referencias en Nur y Cline, 2000, pp. 51-52, donde se publicó inicialmente este material; véase también Nur y Cline, 2001.
[113] Kilian, 1996, p. 63, citado en Nur y Cline, 2000, p. 52.
[114] Véase Yasur-Landau, 2010a, pp. 58-59, 66-69, con referencias adicionales; Maran, 2010; Middleton, 2010, pp. 97-99; Middleton, 2012, p. 284.
[115] Karageorghis, 1982, p. 82.
[116] Karageorghis, 1982, pp. 82-87; actualizado luego en Karageorghis, 1992, pp. 79-86; ahora véase también Karageorghis, 2011. Véase asimismo Sandars, 1985, pp. 144-148; Drews, 1993, pp. 11-12; Bunimovitz, 1998; Yasur-Landau, 2010a, pp. 150-151; Middleton, 2010, p. 83; Jung, 2011.
[117] Karageorghis, 1982, pp. 86-88, 91.
[118] Karageorghis, 1982, p. 88; ahora véase el breve análisis de Demand, 2011, pp. 205-206.
[119] Karageorghis, 1982, p. 89.
[120] Sobre la destrucción de Enkomi, véase Steel, 2004, p. 188, que cita anteriores informes de excavaciones; ahora véase también Mountjoy, 2005. Sobre el texto de Ugarit —RS 20.18 (Ugaritica 5.22)—, véase Karageorghis, 1982, p. 83; se publicó originalmente en Nougayrol et al., 1968, pp. 83-85, y se cita con una nueva traducción en Bryce, 2005, p. 334; véase también Sandars, 1985, p. 142.
[121] Drews, 1993, pp. 11-12; Muhly, 1984; Karageorghis, 1992.
[122] Steel, 2004, p. 187. Ahora véase también Iacovou, 2008 y Iacovou, 2013 (este último se escribió y presentó en 2001 y actualizó en 2008, pero no después, según la autora).
[123] Steel, 2004, p. 188.
[124] Steel, 2004, pp. 188-190; ahora véase también el análisis de la cerámica de esos yacimientos en Jung, 2011.
[125] Voskos y Knapp, 2008; Middleton, 2010, p. 84; Knapp, 2012; ahora véase también Karageorghis, 2011, por sus reflexiones sobre la cuestión.
[126] Åström, 1998, p. 83.
[127] Kaniewski et al., 2013.
[128] Karageorghis, 1982, pp. 89-90. Para una traducción de la «Historia de Unamón», véase Wente, 2003b.
[129] Steel, 2004, pp. 186-187, 208-213; véase también el análisis de Iacovou, 2008.
[130] Kitchen, 2012, pp. 7-11.
[131] Snape, 2012, pp. 412-413; anteriormente Clayton, 1994, pp. 164-165. Para toda la historia, véase S. Redford, 2002.
[132] Clayton, 1994, p. 165; S. Redford, 2002, p. 131.
[133] Véase Zink et al., 2012, y otros informes de los medios de comunicación, en Los Angeles Times, USA Today y otros, consultables en http://articles.latimes.com/2012/dec/18/science/la-sci-sn-egypt-mummy-pharoah-ramses-murder-throat-slit-20121218, http://www.usatoday.com/story/tech/sciencefair/2012/12/17/ramses-ramesses-murdered-bmj/1775159/, y http://www.pasthorizonspr.com/index.php/archives/12/2012/ramesses-iii-and-the-harem-conspiracy-murder (última consulta en todos los casos: 29 de mayo de 2013).
[134] Véase de nuevo Zink et al., 2012, y las noticias citadas en la nota precedente.
[135] Cf. Singer, 2000, p. 24, y Caubet, 1992, p. 124, sobre los nuevos asentamientos en lugares como Ras Ibn Hani de personas que fabricaban y usaban la cerámica del Heládico Tardío IIIC1. Ahora véase también Sherratt 2013, pp. 627-628.
[136] Caubet, 1992, p. 127; ahora véase también Yasur-Landau, 2010a, p. 166; Killebrew y Lehmann, 2013, p. 12, con referencias adicionales.
[137] Steel, 2004, pp. 188-208, donde cita muchos estudios anteriores; véase también Yasur-Landau, 2010a, passim.
[1] Según decía sir Arthur Conan Doyle en «El sabueso de los Baskerville».
[2] Véase, p. ej., Sandars, 1985; Drews, 1993; y las actas de congresos editadas por Ward y Joukowsky, 1992 (en especial la panorámica de Muhly, 1992) y Oren, 1997.
[3] Véase de nuevo, p. ej., Monroe, 2009; Middleton, 2010; Yasur-Landau, 2010a; y las actas de congresos editadas por Bachhuber y Roberts, 2009, Galil et al., 2012, y Killebrew y Lehmann, 2013; también los resúmenes breves y análisis más extensos de Killebrew, 2005, pp. 33-37; Bell, 2006, pp. 12-17; Dickinson, 2006, pp. 46-57; Friedman, 2008, pp. 163-202; Dickinson, 2010; Jung, 2010; Wallace, 2010, pp. 13, 49-51; Kaniewski et al., 2011, p. 1; y Strobel, 2013.
[4] Davis, 2010, p. 687.
[5] Deger-Jalkotzy, 2008, pp. 390-391; Maran, 2009, p. 242. Véase también Shelmerdine, 2001, pp. 374-376, 381, y en especial el estudio detallado de las causas posibles en el Egeo de la Edad del Bronce en Middleton, 2010, así como en Middleton, 2012, y los análisis de Murray, 2013, y Enverova, 2012.
[6] Schaeffer, 1948, p. 2; Schaeffer, 1968, pp. 756, 761, 763-765, 766, 768; Drews, 1993, pp. 33-34; Nur y Cline, 2000, p. 58; Bryce, 2005, pp. 340-341; Bell, 2006, p. 12.
[7] Callot, 1994, p. 203; Callot y Yon, 1995, p. 167; Singer, 1999, p. 730.
[8] Véase Nur y Cline, 2001, con análisis completo y referencias en Nur y Cline, 2000.
[9] Kochavi, 1977, p. 8, mencionado y citado en Nur y Cline, 2001, p. 34; Nur y Cline, 2000, p. 60. Ahora véase también el análisis de Cline, 2011.
[10] Véase Nur y Cline, 2000; Nur y Cline, 2001; ahora también Nur y Burgess, 2008.
[11] Véase Nur y Cline, 2001, pp. 33-35, con análisis completo en Nur y Cline, 2000, que amplía y discuta la exposición de Drews, 1993, pp. 33-47; ahora véase también el análisis de Middleton, 2010, pp. 38-41; Middleton, 2012, pp. 283-284; Demand, 2011, p. 198. Para la incorporación de Enkomi, véase Steel, 2004, p. 188 y n. 13, con referencias anteriores.
[12] Para todos los ejemplos, véase Nur y Cline, 2000, pp. 50-53 y figs. 12-13, con la referencias que allí se citan.
[13] Stiros y Jones, 1996; véase de nuevo Nur y Cline, 2000; Nur y Cline, 2001; también Shelmerdine, 2001, pp. 374-377; Nur y Burgess, 2008. Sobre la ocupación continuada de Tirinto, véase Muhlenbruch, 2007, 2009; también los comentarios de Dickinson, 2010, pp. 486-487, y Jung, 2010, pp. 171-173, 175.
[14] Véase Anthony, 1990, 1997; Yakar, 2003, p. 13; Yasur-Landau, 2007, pp. 610-611; Yasur-Landau, 2010a, pp. 30-32; Middleton, 2010, p. 73.
[15] Véase Carpenter, 1968.
[16] Véase el análisis de Drews, 1992, pp. 14-16, y Drews, 1993, pp. 77-84; pero ahora véase también Drake, 2012, que quizá insufle nueva vida en la teoría de Carpenter, pero desde otro punto de vista. Para un análisis reciente y renovado sobre el impacto del fin de la Edad del Bronce en la población y el comercio de la Grecia de la Edad del Hierro, véase Murray, 2013, además de Enverova, 2012.
[17] Véase Singer, 1999, pp. 661-662; Demand, 2011, p. 195; Kahn, 2012, pp. 262-263.
[18] Texto hitita KUB 21.38; traducción según Singer, 1999, p. 715; véase también Demand, 2011, p. 195.
[19] Texto egipcio KRI VI 5, 3; traducción según Singer, 1999, pp. 707-708; véase también Hoffner, 1992, p. 49; Bryce, 2005, p. 331; ahora Kaniewski et al., 2010, p. 213.
[20] Texto hitita KBo 2810; traducción según Singer, 1999, pp. 717-718.
[21] RS 20.212; traducción según Monroe, 2009, p. 83; McGeough, 2007, pp. 331-332; véase anteriormente Nougayrol et al., 1968, pp. 105-107, 731; también Hoffner, 1992, p. 49; Singer, 1999, pp. 716-717, con referencias adicionales; Bryce, 2005, pp. 331-332; Kaniewski et al., 2010, p. 213.
[22] RS 26.158; analizado por Nougayrol et al., 1968, pp. 731-733; véase Lebrun, 1995, p. 86; Singer, 1999, p. 717 n. 381.
[23] La versión de la carta encontrada había sido traducida al ugarítico: KTU 2.39/RS 18.038; Singer, 1999, pp. 707-708, 717; Pardee, 2003, pp. 94-95. Sobre los comentarios iniciales, véase Nougayrol et al., 1968, p. 722. Véase, como referencia más reciente, Kaniewski et al., 2010, p. 213.
[24] Singer, 1999, p. 717.
[25] Texto de Ugarit RS 34.152; Bordreuil, 1991, pp. 84-86; traducción según Cohen y Singer, 2006, p. 135. Véase Cohen y Singer, 2006, pp. 123, 134-135, con referencia a la publicación original de Lackenbacher, 1995a; véase también Singer, 1999, pp. 719, 727; Singer, 2000, p. 24; y, como referencia más reciente, Kaniewski et al., 2010, p. 213.
[26] Sobre la carta de la Casa de Urtenu (RS 94.2002+2003), véase Singer, 1999, pp. 711-712; también Hoffner, 1992, p. 49.
[27] RS 18.147; traducción según Pardee, 2003, p. 97. La carta original, con su afirmación, no se ha encontrado, pero se cita literalmente en la carta enviada como respuesta.
[28] KTU 2.38/RS 18.031; traducción según Monroe, 2009, p. 98, y Pardee, 2003, pp. 93-94; see también Singer, 1999, pp. 672-673, 716, con referencias anteriores.
[29] Véase, p. ej., Carpenter, 1968; también Shrimpton, 1987; Drews, 1992; Drews, 1993, p. 58; más recientemente Dickinson, 2006, pp. 54-56; Middleton, 2010, pp. 36-38; Demand, 2011, pp. 197-198; Kahn, 2012, pp. 262-263; Drake 2012.
[30] Véase, p. ej., Weiss, 2012.
[31] Véase Kaniewski et al., 2010, y ahora Kaniewski, Van Campo y Weiss, 2012; también Kaniewski et al., 2013.
[32] Kaniewski et al., 2010, p. 207. Otros estudios habían utilizado anteriormente testigos de hielo y de sedimentos; véase, p. ej., Rohling et al., 2009, y también otros mencionados en Drake, 2012.
[33] Kaniewski et al., 2013.
[34] Kaniewski et al., 2013, p. 6.
[35] Kaniewski et al., 2013, p. 9.
[36] Drake, 2012, pp. 1.862-1.865.
[37] Drake, 2012, p. 1.868. El autor dice en concreto: «El análisis bayesiano del momento de cambio sugiere que el cambio se produjo antes de 1250-1197 a. C., según las grandes probabilidades posteriores de registros de quistes dinoflagelados/foraminiferales».
[38] Drake, 2012, pp. 1.862, 1.866, 1.868.
[39] Véanse la nota de prensa en http://www.imra.org.il/story.php3?id=62135 y la publicación oficial de Langgut, Finkelstein y Litt, 2013. Quizá en Egipto, aproximadamente en esa época, hubiera un período seco similar; véase Bernhardt, Horton y Stanley, 2012.
[40] Drake, 2012, pp. 1.866, 1.868.
[41] Carpenter, 1968, p. 53; véase también, anteriormente, Andronikos, 1954, y ahora, Drake, 2012, p. 1.867.
[42] Zuckerman, 2007a, pp. 25-26.
[43] Zuckerman, 2007a, p. 26. Pero ahora véase Ben-Tor, 2013, que no está de acuerdo.
[44] Bell, 2012, p. 180.
[45] Véanse los análisis de Carpenter, 1968, pp. 40-53; Drews, 1993, pp. 62-65; Dickinson, 2006, pp. 44-45; Middleton, 2010, pp. 41-45.
[46] Carpenter, 1968, pp. 52-53; Sandars, 1985, pp. 184-186.
[47] Véase, como referencia más reciente, Murray, 2013.
[48] Singer, 1999, p. 733; Monroe, 2009, pp. 361-363; ambos mencionados y citados en Bell, 2006, p. 1.
[49] RS L 1 (Ugaritica 5.23); traducción según Singer, 1999, p. 728, y Bryce, 2005, p. 334; see también Sandars, 1985, pp. 142-143, y la publicación original en Nougayrol et al., 1968, pp. 85-86; véase también Yon, 1992, p. 119. Téngase en cuenta que Van Soldt, 1999, p. 33 n. 40, afirma que este texto se compró de hecho en el mercado de antigüedades.
[50] RS 20.18 (Ugaritica 5.22), según la traducción citada en Bryce, 2005, p. 334, y el análisis de Singer, 1999, p. 721; véase también Sandars, 1985, p. 142, y la publicación original en Nougayrol et al., 1968, pp. 83-85.
[51] RS 88.2009; publicado por Malbran-Labat en Yon y Arnaud, 2001, pp. 249-250; analizado asimismo en Singer, 1999, p. 729.
[52] RS 19.011; traducción según Singer, 1999, p. 726.
[53] Singer, 1999, p. 730.
[54] Véase la lista específica de puntos de hallazgo de tesoros en Singer, 1999, p. 731.
[55] Singer, 1999, p. 733.
[56] RS 34.137; véase Monroe, 2009, p. 147.
[57] Sherratt, 1998, p. 294.
[58] Sherratt, 1998, p. 307; véase también el análisis relacionado en Middleton, 2010, pp. 32-36.
[59] Kilian, 1990, p. 467.
[60] Artzy, 1998. Ahora véase también Killebrew y Lehmann, 2013, p. 12, y Artzy, 2013, en el volumen editado por Killebrew y Lehmann.
[61] Bell, 2006, p. 112.
[62] Routledge y McGeough, 2009, p. 22, que también citan a Artzy, 1998, y Liverani, 2003.
[63] Routledge y McGeough, 2009, pp. 22, 29.
[64] Muhly, 1992, pp. 10, 19.
[65] Liverani, 1995, pp. 114-115.
[66] RS 34.129; Bordreuil, 1991, pp. 38-39; véase Yon, 1992, p. 116; Singer, 1999, pp. 722, 728, con referencias anteriores; también Sandars, 1985, p. 142; Singer, 2000, p. 24; Strobel, 2013, p. 511.
[67] Véase Singer, 2000, p. 27, que cita a Hoffner, 1992, pp. 48-51.
[68] Yasur-Landau, 2003a; Yasur-Landau, 2010a, pp. 114-118; Yasur-Landau, 2012b. Ahora véase también Singer, 2012 y, en contra, Strobel, 2013, pp. 512-513.
[69] Genz, 2013, p. 477.
[70] Kaniewski et al., 2011.
[71] Kaniewski et al., 2011, p. 1.
[72] Kaniewski et al., 2011, p. 4.
[73] Ibid.
[74] Harrison, 2009, 2010; Hawkins, 2009, 2011; Yasur-Landau, 2010a, pp. 162-163; Bryce, 2012, pp. 128-129; Singer, 2012; Killebrew y Lehmann, 2013, p. 11. Anteriormente véase también Janeway, 2006-2007, sobre Ta’yinat y el Egeo.
[75] Yasur-Landau, 2003a; véase también Yasur-Landau, 2003b, 2003c y 2010a, con referencias anteriores; Bauer, 1998; Barako, 2000, 2001; Gilboa, 2005; Ben-Shlomo et al., 2008; Maeir, Hitchcock y Horwitz, 2013.
[76] Ahora véanse los análisis de Demand, 2011, pp. 210-212, Stern, 2012, Artzy, 2013, y Strobel, 2013, pp. 526-527. Véase también Gilboa, 1998, 2005 y 2006-2007, con bibliografía adicional; T. Dothan, 1982, pp. 3-4; Dever, 1992, pp. 102-103; Stern 1994, 1998, 2000; Cline y O’Connor, 2003, esp. pp. 112-116, 138; Killebrew, 2005, pp. 204-205; Killebrew y Lehmann, 2013, p. 13; Barakao, 2013; Sharon y Gilboa, 2013; Mountjoy, 2013; Killebrew, 2013; Lehmann, 2013; Sherratt, 2013. Si Zertal afirmaba haber encontrado un yacimiento relacionado con los shardana cerca de Megido, en Israel, Finkelstein lo refutó totalmente; véase Zertal, 2002, y Finkelstein, 2002. Para una traducción de la «Historia de Unamón», véase Wente, 2003b.
[77] Bell, 2006, pp. 110-111.
[78] Finkelstein, 2000, p. 165; se hallarán afirmaciones similares en Finkelstein, 1998, y véase ahora Finkelstein, 2007. Weinstein, 1992, p. 147, había propuesto anteriormente un escenario similar en el cual entendía que el hundimiento del imperio egipcio en Canaán se produjo en dos fases: la primera, durante el reinado de Rameses III; la segunda, durante el reinado de Rameses VI. Para conclusiones similares, ahora véase también Yasur-Landau, 2007, pp. 612-613, 616, y Yasur-Landau, 2010a, pp. 340-341.
[79] Véase Killebrew, 2005, pp. 230-231, para un resumen de los puntos de vista anteriores.
[80] Yasur-Landau, 2003a; ahora véase también el el análisis de Yasur-Landau, 2010a, pp. 335-345; Yasur-Landau, 2012b; Bryce, 2012, p. 33; Killebrew y Lehmann, 2013, p. 17.
[81] Yasur-Landau, en nota personal, julio de 2012.
[82] Yasur-Landau, 2012a, pp. 193-194; ahora véase también Yasur-Landau, 2012b, y antes Yasur-Landau, 2007, pp. 615-616.
[83] Yasur-Landau, 2012a, p. 195.
[84] Hitchcock y Maeir, 2013, pp. 51-56, esp. 53; también Maeir, Hitchcock y Horwitz, 2013.
[85] Véase de nuevo Hitchcock y Maeir, 2013, pp. 51-56, esp. 53, y Maeir, Hitchcock y Horwitz, 2013.
[86] Véase también las reflexiones relevantes de Strobel, 2013, pp. 525-526.
[87] Sandars, 1985, pp. 11, 19. Aparte de Sandars, al cual se consideraba el experto en este campo, pocos autores —Nibbi, 1975, o Robbins, 2003— han intentado dedicar libros específicos a los Pueblos del Mar y el hundimiento de la Edad del Bronce. Pero ahora véase la tesis de Roberts, 2008, que se titula igual que el libro anterior de Nibbi.
[88] Sandars, 1985, p. 11.
[89] Demand, 2011, p. 193, quien cita a Renfrew, 1979.
[90] Véase, p. ej., Lorenz, 1969, 1972. Ahora véase Yasur-Landau, 2010a, p. 334, quien (de forma independiente) también relaciona la metáfora de la mariposa con estos acontecimientos de finales de la Edad del Bronce tardía.
[91] Renfrew 1979, pp. 482-487.
[92] Diamond, 2005; ahora véase también Middleton, 2010 y 2012, así como, anteriormente, el volumen de Tainter, 1988, y el editado por Yoffee y Cowgill, 1988, además de las referencias adicionales recogidas en la nota 2 del prefacio del presente libro.
[93] Drews, 1993, pp. 85-90, esp. p. 88; véase también Deger-Jalkotzy, 2008, p. 391.
[94] Véase el breve el análisis de Dever, 1992, pp. 106-107, sobre el hundimiento de los sistemas que, a su juicio, está ocurriendo en Canaán en esta época. Véase también Middleton, 2010, pp. 118-121, para las muchas causas que se sumaron en el Egeo; y ahora véase Drake, 2012, pp. 1.866-1.868.
[95] Liverani, 1987, p. 69; también Drews, 1993, p. 86, y Monroe, 2009, p. 293 (los dos citan a Liverani).
[96] Liverani, 1987, p. 69; para una crítica del punto de vista de Liverani, véase ahora Monroe, 2009, pp. 292-296.
[97] Monroe, 2009, pp. 294-296.
[98] Monroe, 2009, p. 297.
[99] Ibid.
[100] Ibid.
[101] Drake, 2012, pp. 1.866-1.868; Kaniewski et al., 2013.
[102] Drews, 1993; véase mi propia reseña del libro de Drews (Cline, 1997b).
[103] Ahora véase las reflexiones recientes sobre el hundimiento y sus causas posibles en Middleton, 2012.
[104] Johnson, 2007, pp. 3-5.
[105] Bell, 2006, pp. 14-15.
[106] Johnson, 2007, p. 13.
[107] Johnson, 2007, pp. 13-16.
[108] Johnson, 2007, pp. 14-15; Sherratt, 2003, pp. 53-54.
[109] Johnson, 2007, p. 15.
[110] Johnson, 2007, p. 17.
[111] Bell, 2006, p. 15, que cita a Dark, 1998, pp. 65, 106 y 120.
[112] Dark, 1998, p. 120.
[113] Dark, 1998, pp. 120-21.
[114] Bell, 2006, p. 15. Ahora véase también Killebrew y Lehmann, 2013, pp. 16-17.
[115] Véase, como referencia más reciente, Langgut, Finkelstein y Litt, 2013, p. 166.
[1] Véase la tesis de Murray, 2013.
[2] Davis, 2010, p. 687.
[3] Maran, 2009, p. 242.
[4] Cf. Millard, 1995, pp. 122-124; Bryce, 2012, pp. 56-57; Millard, 2012; Lemaire, 2012; Killebrew y Lehmann, 2013, pp. 5-6.
[5] Van De Mieroop, 2007, pp. 252-253.
[6] Sherratt, 2003, pp. 53-54; Bryce, 2012, p. 195.
[7] Véanse los volúmenes editados por Schwartz y Nichols, 2006, y por McAnany y Yoffee, 2010, al menos en parte como respuesta al libro de Diamond, 2005. Recientemente, en marzo de 2013, se celebró en la Southern Illinois University un congreso sobre este tema, titulado «Más allá del hundimiento: perspectivas arqueológicas sobre la resistencia, revitalización y reorganización en las sociedades complejas».
[8] Dever, 1992, p. 108.
[9] Monroe, 2009, p. 292.
[10] Cho y Appelbaum, 2008, A1.
[*] Se cita por la traducción de Juan José Torres Esbarranch, Madrid: Gredos, 2000. En esta edición, la numeración del pasaje es I, 4. (N. de los t.)
[*] La ausencia de punto sobre la última ı de este topónimo turco se traduce en que suena más bien como una u sin redondeo. (N. del t.)
[*] En la transcripción inglesa de estas secuencias, la sílaba final es –jo. (N. del t.)
[*] Traducción de Leopoldo Panero en Poetas románticos ingleses, Barcelona, 1989. (N. del t.)