Hace mucho tiempo que quería escribir un libro como este y, por lo tanto, antes que nada, deseo transmitir mi más sincero agradecimiento a Rob Tempio, por haber impulsado este proyecto y ayudarlo a superar los típicos dolores de crecimiento hasta llegar a la imprenta. También mostró una paciencia increíble cuando el manuscrito definitivo llegó algo más tarde de la fecha acordada en un principio. Me alegra mucho que se haya escogido este volumen como el primero de una nueva serie de Princeton University Press, que dirigen Barry Strauss y Rob Tempio.
También estoy en deuda con el fondo de fomento de la investigación (UFF) de la Universidad George Washington, por la beca estival, y con numerosos amigos y colegas, como Assaf Yasur-Landau, Israel Finkelstein, David Ussishkin, Mario Liverani, Kevin McGeough, Reinhard Jung, Cemal Pulak, Shirly Ben-Dor Evian, Sarah Parcak, Ellen Morris y Jeffrey Blomster, con los que he podido sostener productivas conversaciones acerca de temas importantes. Además, quiero transmitir mi agradecimiento específico a Carol Bell, Reinhard Jung, Kevin McGeough, Jana Mynářová, Gareth Roberts, Kim Shelton, Neil Silberman y Assaf Yasur-Landau, por mandarme materiales que les había solicitado y ofrecerme respuestas detalladas a preguntas concretas. Igualmente quiero darles las gracias a Randy Helm, Louise Hitchcock, Amanda Podany, Barry Strauss, Jim West y dos críticos anónimos, por haber leído y comentado todo el manuscrito. Gracias también a la National Geographic Society, al Oriental Institute de la Universidad de Chicago, al Metropolitan Museum y a la Egypt Exploration Society por permitir la reproducción de algunas de las figuras que aparecen en este libro.
Buena parte del material de esta obra es una actualización e interpretación accesible de mis investigaciones y publicaciones de los últimos veinte años (o quizá más), acerca de las relaciones internacionales en la Edad del Bronce tardía; además se presentan, por supuesto, las investigaciones y conclusiones de otros muchos estudiosos. Mi más sincera gratitud, por tanto, a los directores y editores de los distintos volúmenes colectivos y revistas en los que han ido apareciendo algunas de mis publicaciones y artículos anteriores más relevantes, por permitirme reproducir los materiales que aquí utilizo, si bien alterados y actualizados en su mayoría. Debo mencionar, sobre todo, a David Davison, de Tempus Reparatum-Archaeopress, y Jack Meinhardt y la revista Archaeology Odyssey; James R. Mathieu y la revista Expedition; Virginia Webb y el Annual of the British School at Athens; Mark Cohen y la CDL Press; Tom Palaima y Minos; Robert Laffineur y la serie Aegaeum; Ed White y Recorded Books-Modern Scholar; Garrett Brown y la National Geographic Society; y Angelos Chaniotis y Mark Chavalas, entre otros. He intentado por todos los medios documentar con claridad, en las notas finales y la bibliografía, las publicaciones donde pueden encontrarse mis análisis previos sobre la información que aquí presento. Cualquier cita o préstamo que aparezca sin fuente, ya sea de mis propias publicaciones anteriores o de las de otros investigadores, es fruto de un error involuntario que se corregirá en futuras ediciones, si es preciso.
En último lugar, pero desde luego no por ello el menos importante, quiero dar las gracias a mi esposa, Diane, por las muchas conversaciones estimulantes que hemos sostenido sobre varios aspectos de este material. Entre otras aportaciones, me introdujo en los temas del análisis de las redes sociales y la teoría de la complejidad, y creó algunas de las imágenes que utilizo aquí. También deseo agradecerles, tanto a ella como a nuestros hijos, la paciencia que tuvieron mientras estuve trabajando en este libro. Como siempre, el texto se ha beneficiado de la rigurosa corrección y los comentarios críticos de mi padre, Martin J. Cline.