Mentira que no se pueda. Qué es eso de que el corazón manda. El corazón es un músculo y hay que cuidarlo del infarto, no del desamor. El resto es la cabeza, y a la cabeza se la educa.
A olvidar también se aprende. Lo escribió en mayúscula y pegó el papel con dos imanes en la puerta de la heladera. Sabía muy bien adónde la llevaba la ansiedad cada vez que le daban ganas de llamarlo, mandarle mensajes, enviarle una indirecta multiplataforma.
Así que, además de comprar muchos postrecitos de chocolate y algo de fruta, se armó un listado de actividades para hacer cada vez que se acordara de él.
-leer
-escuchar música (Spotify, lista desapego)
-editar fotos
-comer chicles
-salir a correr
-dar una vuelta en bici
-pintarme las uñas
-llamar a alguna de las chicas
-escribir todo lo que me gustaría decirle, hacer un bollo y tirarlo a la basura.
Eso, y un instructivo a mano con todas las razones por las que NO valía tanta pena.