No te das una idea de cuánto te extraño. Llevo días sin dormir. Escribo tu nombre en la pared y dibujo corazoncitos alrededor. Me la paso llorando, si me vieras. Nada es lo mismo desde que te fuiste. ¿Por qué te fuiste, negra?
Lamento mucho todo lo que pasó, vos sabés cómo te amaba, cómo te amo. No entiendo nada, en qué momento se fue todo a la mierda. Dijiste cosas horribles, injustas. Ya sé, te dije puta, te revisé el teléfono, no debí hacerlo, me saqué. ¿De verdad pensabas irte? Primero creí que era una amenaza nomás, me volví loco cuando saliste del cuarto con la valija hecha. Y yo como un boludo me había puesto a cocinar, para arreglarnos. Si no hubiera tenido ese maldito cuchillo en la mano, si no me hubieras dicho tantas barbaridades, negra.
Ojalá puedas perdonarme, dondequiera que estés. Te sigo amando, mi negra. Esto es el mismísimo infierno. Espero que vos puedas descansar en paz.