Cuando Job perdió su casa, su familia, su hacienda y todas sus propiedades, se arrodilló y le preguntó al Señor, —¿por qué, por qué a mí? Y el Señor le respondió: —No sé, no me caes bien.
STEPHEN KING
Pero siempre está el sepulcro esperando, y el silencio y el gusano (la nada) tal fue al final el honor que merecimos. El hombre es más noble que su suerte.
RAYMOND CHANDLER