Capítulo Dos

LO BÁSICO

“La moda puede comprarse. El estilo es algo que uno debe poseer.”

EDNA WOOLMAN CHASE

Es realmente especial cuando ves a esa chica que es tan diferente, aquella a quien simplemente te tienes que aproximar para preguntarle sobre su falda, camisa, cartera, etc. Yo no veo a esa chica tan a menudo como me gustaría. Sé esa chica. Cualquiera puede estar “a la moda,” todo lo que uno tiene que hacer es seguir la manada y acatar las reglas de la estación. Pero el estilo es personal. No hay manada que seguir. No hay reglas. No hay estaciones. El estilo viene de adentro. Si hay algo absoluto acerca del estilo, es que te imputa la responsabilidad a ti misma en todo momento. Tienes que sentirte segura de quien eres en tu interior antes de que puedas alguna vez estar totalmente cómoda al presentarte al mundo exterior. Y la forma en que te presentes al mundo es importante. Está inherentemente relacionado con ti misma. Cada vez que te vistes afirmas algún aspecto de ti misma y de tu identidad. Con estilo, le dices al mundo quién eres, o al menos la historia de quién te gustaría ser ese día en particular. El estilo te brinda oportunidades. Te abre puertas y te otorga la posibilidad de exhibir una faceta de ti misma en una forma obvia e inimitable.

Una mujer con estilo me inspira acercarme a ella y preguntarle: “¿Dónde conseguiste esto?” No está en ninguna revista ni en ninguna pasarela que yo haya visto, y simplemente tengo que descubrir de dónde es. Un mercado de pulgas, el guardarropa de su abuela, donde sea. Yo sólo sé que no lo he visto antes, y eso es lo más intrigante del mundo. Todos los grandes íconos del estilo lograron esa aura de intriga. Fueron los primeros en aparecer en escena con ropa y accesorios que dejaron al resto del mundo preguntándose: “¿Dónde consiguieron eso?” Porque los íconos del estilo nunca siguen a un líder, nunca acatan reglas.

He pasado diez años en Elle, seis de ellos como directora de moda. En todo este tiempo, he estado en numerosos desfiles de moda, he visto imponerse y desaparecer muchas tendencias, he observado a mujeres con estilo venir e irse, a diseñadores levantarse y caer. He estado rodeada por lo moderno y lo fantástico, y he aprendido que hay unas pocas pautas (diez, en mi libro) que todas estas personas modernas y fantásticas conocen. Te las daré a ti directamente, porque cuando se trata de estilo, no hay reglas, tal como dice el cliché, pero definitivamente existe lo básico. Un verdadero ícono del estilo rompe las reglas e ignora las tendencias, pero conoce estos diez elementos básicos al pie de la letra.

UN ÍCONO DEL ESTILO SABE

    •    CÓMO EDITAR. Sólo compra lo que le gusta y lo que luce bien en ella.

    •    INVERTIR ENLOS HUESOS” (El impermeable clásico, el pequeño vestidito negro...) y, a partir de ahí, construye.

    •    COMPRAR CON DRAMA. Va por esa prenda excepcional, decadente. Si se enamora, se la lleva a casa.

    •    LA SUMA IMPORTANCIA DE LOS ZAPATOS. Montones de zapatos.

    •    Y EL PODER DE LOS ACCESORIOS. Usados de la manera más adecuada.

    •    QUE DEBE TENER UN BUEN SASTRE.

    •    CÓMO NO SER VÍCTIMA DE LA MODA. Nunca compra según las tendencias y jamás lleva la cartera de última moda.

    •    QUE NO ES CUESTIÓN DE DINERO. Luce sus pendientes mejicanos de un mercado de pulgas de la misma forma en que luciría sus diamantes.

    •    CÓMO COMBINAR.

    •    CÓMO SER IMPERFECTA. Ella entiende que el día a día no es una sesión de fotos.

Y eso es estilo.

ELEMENTO BÁSICO #1

Cómo editar

 

Yo vivo editando y buscando las prendas justas para poner en las páginas de la revista. Temporada tras temporada. Voy a los desfiles de moda en Nueva York, París, Milán y Londres, y elijo los accesorios y la ropa más importantes. Reviso cientos de prendas, buscando las que son realmente extraordinarias y eliminando todo lo que no es absolutamente increíble. Quiero que tú hagas eso con lo que hay dentro de tu guardarropa. Sé una editora. Tu guardarropa debería contener solamente opciones asombrosas—es mucho más fácil que te inspires cuando ves cinco prendas extraordinarias que cuando ves veinticinco prendas y veinte de ellas no son para tanto. Selecciona esas prendas claves y quítate de encima el resto.

A mí no me importa si es la última tendencia o la prenda “que no puedes dejar de tener” en esta temporada. No me importa si gastaste el salario de una semana en ella en 1999. No me importa si la usaste todos los días en la universidad y “no podrías soportar separarte de ella.” Si no te luce bien, no debería estar en tu guardarropa. ¿Por qué te estás aferrando a esos jeans de la secundaria? ¿Por qué te estás aferrando a esos minishorts rosa intenso (en serio, ¿por qué?)?

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Amo a Estados Unidos, y amo a las mujeres americanas, pero hay una cosa que me impacta profundamente... los guardarropas de las americanas. No puedo creer que uno pueda vestirse bien cuando tienes tanto.

 

ANDRÉE PUTMAN

Tu guardarropa está probablemente que explota, pero ¿cuántas prendas de ahí dentro realmente usas? ¿Cuántas de esas prendas te hacen sentir bien contigo misma? Y ¿cuántas veces has mirado ese guardarropa y has dicho: “¡No tengo nada que ponerme!”? Las mañanas ya son suficientemente difíciles; ayúdate un poquito. Haz una selección en tu guardarropa, después haz una selección de tus hábitos de compra y te prometo que tener estilo será mucho más fácil.

    •    TIRA LO QUE NO USAS Y LO QUE NO TE QUEDA BIEN. Tan fácil de decir, y sin embargo tan difícil de llevar a cabo. De modo que haz un trato contigo misma. Por cada veinte prendas que tires, puedes comprarte una prenda matadora.

    •    COMPRA LA TALLA ACERTADA. Si tu talla es 8, no compres 6 “porque vas a adelgazar.” Es mejor comprar la talla realista y disfrutar de cómo te hace sentir la ropa en ese momento. Y en verdad, ¿quién quiere un par de pantalones demasiado ajustados en su guardarropa para insultarlos todos los días? Yo prefiero dejarme seducir por el chocolate y un par de pantalones que me favorezcan.

    •    NO TE DEJES ENGAÑAR POR LAS OFERTAS. Pagar $100 por un par de jeans que cuestan $200 es un gran negocio. Pero si nunca usarás esos jeans, no los necesitas o tal vez ni siquiera te gustan, es un negocio muy caro.

    •    NO LA JUEGUES DEMASIADO SEGURO. Un guardarropa lleno de opciones seguras no es divertido. ¡Y la moda debería ser divertida! Deberías despertarte a la mañana e inspirarte con lo que hay en tu guardarropa; veinte faldas negras tienden a producir poca inspiración. Una falda vintage blanca bordada con cuentas produce mucha más inspiración.

    •    NO COMPRES DE ACUERDO A LAS TENDENCIAS. Eso me vuelve loca. Si la tendencia es lucir mini vestidos color amarillo brillante y a ti no te queda bien el amarillo o los mini vestidos, ¿por qué te comprarías uno? Ponte lo que te queda bien y lo que te haga sentir cómoda.

    •    SÉ IMPLACABLE AL EDITAR. No te quedes con prendas en tu guardarropa por razones sentimentales. Si definitivamente no puedes desprenderte de esa vieja chaqueta de jean que usabas, consérvala en un depósito y rescátala después de unos años (cuando estés yendo a una fiesta de disfraces). No conserves prendas sólo porque pagaste mucho por ellas. O porque un buen día volverán a quedarte bien. O porque piensas que son hermosas, pero definitivamente no te lucen bien. ¡Despréndete de ellas! Pásaselas a alguien que las use. Si no te las has puesto por años, nunca te las volverás a poner. Tu guardarropa debería estar lleno solamente de prendas que se te vean bien y que te hagan sentir bien contigo misma. ¿Tus jeans apretados de la escuela secundaria? ¿Ese vestido a la moda que no te has puesto nunca? Te lo prometo, no los extrañarás.

Y ahora estás lista para comenzar.

Cuanto más sabes, menos necesitas.

 

DICHO ABORIGEN

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ELEMENTO BÁSICO #2

Invierte en los huesos

 

Los huesos de tu guardarropa son las prendas esenciales que van con casi todo, nunca pierden estilo y son perdurablemente chic. Se supone que serán como una tela en blanco a partir de la cual tú podrás construir el resto. Son confiables y tal vez poco interesantes, pero una mujer con estilo comprende que no todas sus prendas deben ser sorprendentes. Algunas simplemente serán confiables.

Estas diez prendas básicas trascienden el tiempo, las tendencias y los viajes. Pueden ir del día a la noche, de temporada a temporada, y aún pueden ser usadas de aquí a cinco años. Deberían sustituir cualquier moda pasajera—no compres las versiones modernas—estas son los clásicos. Y funcionan exactamente igual de bien en Nueva York, París, Tokio o Sydney.

El Vestidito Negro

La mejor manera de empezar. Es misterioso y chic, sobrio y provocativo. En su simplicidad, te hace lucir con estilo sin ningún esfuerzo. En su sofisticación, te hace lucir infinitamente elegante. El vestidito negro es el vestido que te dejará brillar—te va a realzar, pero sin desmerecer el resto de ti. Les permite a tu pelo, tus accesorios y a tu personalidad tomar el centro de la escena. Y el efecto estilizante—no nos olvidemos del efecto estilizante.

LA PRUEBA DEL TIEMPO: La leyenda en el mundo de la moda dice que Coco Chanel creó el primer vestidito negro. Representa todo lo que Coco Chanel representó: comodidad, practicidad y atractivo sexual por seguridad en sí misma. Pero las leyendas de la moda siempre tratan de estar asociadas con Coco Chanel. En realidad, el vestidito negro no fue una creación de la brillante diseñadora francesa, nació simplemente de la viabilidad. Años antes de que Chanel hiciera debutar su vestidito negro, esta prenda ya había encontrado su camino hacia el guardarropa de las mujeres. A medida que las mujeres se volvían más y más ocupadas, necesitaban artículos con estilo que fueran también versátiles, cómodos y prácticos. El vestidito negro emergió como un producto de necesidad. Pero, sí, fue Chanel quien perpetuó la leyenda en 1926, cuando exhibió por primera vez su famoso diseño “Ford,” que hasta hoy en día sigue siendo una prenda elegante, seductora, favorecedora y práctica.

Una nunca está ni demasiado ni insuficientemente elegante con un vestidito negro.

 

KARL LAGERFELD

Una clásica camisa blanca de hombre

La camisa blanca clásica es tan clave para el estilo americano como los jeans. Es chic y sencilla. Práctica y sin pretensiones. Puede estar en un conjunto con jeans (Jackie O. en Hyannis), pantalones negros (Uma Thurman en Pulp Fiction), una falda larga (Audrey Hepburn en Roman Holiday), un vestido (Sharon Stone sobre la alfombra roja). También es increíblemente útil para cubrir un atuendo inadecuado al entrar a un buen hotel (Julia Roberts en Pretty Woman).

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El Alfa y Omega del alfabeto de la moda. El universo creativo comienza con su esencialidad y, cualquiera sea el camino que la imaginación tome, culmina con su pureza.

 

GIORGIO ARMANI

LA PRUEBA DEL TIEMPO: Nadie sabe quién fue la primera mujer en usar la camisa de hombre, pero esa es la clase de mujer que me gustaría conocer. Comprendió la atracción de la naturalidad y de la completa falta de pretensiones. Allá por los años veinte, durante el nacimiento del look garçonne, algunas mujeres fueron fotografiadas vistiendo camisas de hombre. En los años cincuenta, a Audrey Hepburn le gustaba usar una camisa de hombre y atar las puntas dos veces alrededor de su minúscula cintura. En 1977, el personaje epónimo de Diane Keaton en Annie Hall lució la camisa varias tallas más grande y desató un furor. Y en 1998, Sharon Stone pisó la alfombra roja vistiendo una falda Vera Wang color lavanda y la camisa blanca de su esposo, atada hacia atrás con un prendedor de libélula. No digas que no te impresionó. La camisa blanca ha perdurado década tras década. En cualquier momento en que una chica con onda o un diseñador arrojan una camisa de hombre en la mezcla, se nos recuerda el poder que viene de esa sencillez tan fresca. ¿Habrá algo más sensual que ver a una mujer lucir una camisa blanca de hombre?

Yo no creo en Dios. Creo en el cachemir.

 

FRAN LEBOWITZ

Un cárdigan o suéter de cuello alto de cachemir

En todos los tipos de clima y para todo tipo de ocasión, echarse encima cachemir te hace sentir instantáneamente lujosa. La primera vez que te lo pruebas, comprendes de inmediato de qué se trata todo ese escándalo. Un cárdigan de cachemir es perfecto sobre cualquier cosa—un vestido, una remera, una camisa formal—pero también es increíblemente sexy cuando se usa solo, a lo Marilyn Monroe. Un suéter de cuello alto también es perfecto combinado con casi todo— jeans, pantalones, faldas.

LA PRUEBA DEL TIEMPO: Los suéteres se volvieron prominentes en la década de 1890 cuando hombres y mujeres los usaban al practicar deportes o actividades ecuestres, aunque antes de la Primera Guerra Mundial eran gruesos y para nada atractivos. Un día fresco en un campo de polo, Coco Chanel le pidió prestado un suéter a un jugador, lo ajustó con su cinturón y descubrió que le gustaba mucho el look. Comenzó a hacer suéteres similares, que pronto le fueron arrebatados por sus clientas. En 1937, el suéter recibió su mayor espaldarazo cuando Lana Turner vistió un suéter muy ceñido, ajustado a sus formas, en la película They Won’t Forget. Aparece en la pantalla brevemente mientras camina por la calle de una ciudad del sur luciendo ese suéter, pero ésa fue una caminata influyente. Turner sería conocida para siempre como la “chica del suéter,” y las mujeres de todo el mundo se convirtieron en chicas del suéter también.

Un impermeable clásico

Un impermeable clásico puede funcionar en cualquier clase de clima y va bien con casi todo (o casi nada si te estás sintiendo muy de película de cine noir). Pero la mejor parte del impermeable es que te hace lucir instantáneamente misteriosa. Úsalo con grandes anteojos de sol si realmente quieres dejar salir tu detective, espía o fugitivo interior.

LA PRUEBA DEL TIEMPO: El impermeable fue creado por Thomas Burberry para los oficiales del ejército británico en la Primera Guerra Mundial. Fue diseñado para mantenerlos abrigados y secos en las trincheras, y cada elemento de la chaqueta tenía un propósito. La tela a prueba de agua y el forro de lana desmontable lo hacían práctico en todo tipo de clima; las trabillas eran usadas originalmente para sostener los guantes o los gorros de servicio; los anillos en forma de D en el cinturón fueron hechos para asegurar granadas; los enormes bolsillos tenían por finalidad guardar mapas y munición extra. Y, aunque innecesarios hoy, estos detalles utilitarios se mantienen en este impermeable moderno. Jean Paul Gaultier e Yves Saint Laurent han forjado sus carreras reinventando diferentes versiones de esta chaqueta, pero los elementos básicos siguen siendo los mismos. El diseño ha variado mínimamente en noventa años, lo que hace que el impermeable clásico sea tan glamoroso y seductor.

Ponte un impermeable clásico, y de repente eres Audrey Hepburn caminando junto al Sena.

 

MICHAEL KORS

He dicho a menudo que desearía haber inventado los jeans: lo más espectacular, lo más práctico, lo más informal y desenfadado. Tienen expresión, modestia, sex appeal, sencillez—todo lo que deseo que tenga mi ropa.

 

YVES SAINT LAURENT

Jeans

Hay algo en los jeans que le da a una chica un aura de estilo inmediata. Son simples y prácticos. Sexy y perfectos. Rebeldes y elegantes. Son la prenda más versátil y perfecta. Lo más atractivo del jean es que puede volver informal cualquier cosa y hacer que aún la prenda más rígida parezca relajada.

Durante años, Nan Kempner fue una de las mujeres con más estilo de Estados Unidos, en gran parte porque ella comprendió el atractivo de mezclar prendas (a menudo prendas de jean) de un modo muy americano. El año pasado, hubo una exhibición sobre Nan en el Museo Metropolitano de Nueva York y la silueta que la abría mostraba un elegante vestido de fiesta combinado con una de las clásicas camisas de jean de Nan. Era tan reconfortante, y tan típicamente americano. Esa tela hacía que el vestido de fiesta pareciera práctico, informal, casual y sin pretensiones. Ése es el verdadero poder del jean.

LA PRUEBA DEL TIEMPO: En los años 1850s, Levi Strauss comenzó a venderles jeans resistentes a los mineros de oro en San Francisco, quienes necesitaban pantalones que fueran duraderos y cómodos. En 1873, Jacob Davis y un sastre de Reno, Nevada, se pusieron en contacto con Strauss con la idea de remachar los bolsillos para lograr que el diseño fuese más fuerte; los dos hombres entraron en negocio, patentaron los pantalones mejorados e hicieron historia. Hoy, más de cien años después de que Strauss y Davis obtuvieran la patente, los jeans han pasado de ser sólo un práctico par de pantalones a ser una de las prendas de vestir más sexy y seductoras que se puedan imaginar.

Zapatitos de ballet

Hay unos pocos momentos (muy pocos) en que tienes que darles una patada a tus tacones altos en nombre de la practicidad o de la estrategia para la hora de hacer compras. Repasemos: 1) En un aeropuerto, donde puedes tener que hacer corridas enloquecidas. 2) El primer día de liquidación en Barneys, donde tendrás que hacer corridas enloquecidas. 3) Sobre la arena, lo que es en verdad realmente trágico porque no hay mejor momento para el realce de los tacones altos que cuando estás medio desnuda. Pero la cruda realidad es que los zapatos de tacón de aguja y la arena simplemente no combinan. 4) Cuando estás manejando. Aún si piensas que has llegado a dominar la técnica, no es así. Y los aumentos en el seguro pueden estropearle el presupuesto para zapatos a una chica.

LA PRUEBA DEL TIEMPO: Cuando te enfrentes a este tipo de situaciones, un par de zapatitos de ballet te ayudará a superarlas. Los zapatitos de ballet, tal como el nombre sugiere, recibieron su inspiración de las bailarinas de ballet. Fueron introducidas en Francia por Repetto, una compañía americana que se especializaba en ropa para danzas. Capezio, otra compañía de ropa para danzas, los adoptó y en 1949 creó un par de zapatitos de charol con cintas en el tobillo. En los años cincuenta los diseñadores comenzaron a crear sus propias variantes sobre el zapato, y las actrices empezaron a vestirlos en la pantalla (Audrey Hepburn y Brigitte Bardot). Los zapatitos de ballet se convirtieron en un elemento básico en el guardarropa de toda mujer y nos han ayudado a andar en terrenos escabrosos desde entonces.

Un clásico zapato de tacón alto

Yo soy una gran partidaria de comprar zapatos extravagantes, poco prácticos, audaces. También pienso que deberías tener al menos un par de tacones altos clásicos en los que confiar en esos momentos en que los zapatos de tacones aguja de charol rojo feroz no funcionan. Mientras que los zapatos de tacones aguja rojos son el tipo de zapato que quieres usar en la ciudad, probablemente desentonarán con algunos atuendos y con la mayoría de los futuros suegros. Ellos son simplemente esa clase de zapato—que es por lo que, después de todo, los amamos. Pero no puedes confiar en los zapatos de tacón de aguja rojos de la forma en que confías en, digamos, un par de zapatos de tacón alto negros clásicos. Los zapatos de tacón aguja rojos llamarán la atención mucho más, pero los zapatos altos negros les permitirán hablar a otras prendas de tu traje, y eso es exactamente lo que a veces necesitas de un zapato.

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LA PRUEBA DEL TIEMPO: Nadie sabe quién inventó los tacones altos. Algunos atribuyen el mérito a Leonardo Da Vinci. Seguro. Yo me lo creo, ¿Por qué, no? Sí sabemos que se remontan a al menos 1533 cuando Catalina de Medici usó tacones de dos pulgadas de alto en la ceremonia de su boda para parecer más alta. El mundo tuvo que esperar más de quinientos años para que nacieran los zapatos de tacones aguja en los años cincuenta pero tenemos que agradecer a Catalina de Medici por establecer la base de dos pulgadas el día de su boda.

Una gran cartera

La cartera, como el zapato, es perfecto para divertirse y jugar con los colores, las texturas y las formas. Pero, como el zapato, deberías tener al menos una cartera clásica (de acuerdo, tal vez tres) que te acompañará a todos lados.

Toda mujer debería tener:

    •    UN BOLSO GRANDE O CARTERA DE COLGAR: Para el día y para llevar casi todo.

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    •    UNA CARTERA SIN ASAS: Para la noche y para llevar casi nada.

    •    UNA CARTERA MEDIANA CON UNA CORREA DE CADENA: Para esos momentos en el medio.

    •    LA CARTERA QUE SE DEBE TENER: Chanel 2.55, Louis Vuitton Speedy, Gucci’s Jackie O., Hermès Birkin.

LA PRUEBA DEL TIEMPO: La cartera recién se convirtió en un accesorio femenino al comienzo de la década de 1900. Antes de eso sólo los hombres llevaban un bolso de mano, y si una mujer quería algo, tenía que pedírselo a él. Las mujeres le pusieron un fin a eso con la llegada del siglo XX, momento en el que empezaron a salir al mundo solas y llevaban sus propias pertenencias. La cartera se volvió un símbolo de independencia, lo que constituye otra razón por la que no deberías agachar la cabeza ante el síndrome de “la cartera.” (Ver “Elemento Básico # 7: Cómo no ser una víctima de la moda.”)

Estos elementos son eternos e increíblemente chic en su simplicidad. Son tu base, y simplemente puedes agregarles suficiente estilo y onda como para hacerlos supremamente elegantes. Pueden encontrarse a precios exorbitantes, pero también a precios extremadamente moderados. El costo no importa aquí. Lo que importa es que los compres tan clásicos como sea posible. No deben ser demasiado modernos, demasiado recargados ni demasiado coloridos. No es de ellos que vendrá el drama—ellos son tu tela en blanco. El drama viene después.

La sencillez es la máxima sofisticación.

 

LEONARDO DA VINCI

ELEMENTO BÁSICO #3

Cómo comprar con drama

 

Compra lo que sea genuinamente fantástico. La chaqueta con estampado de leopardo, el vestido para dejarlos muertos, la joya decadente. Deberías gastar tu dinero en esas prendas únicas, dramáticas. Sabes que se trata de una de ellas cuando la ves. Te enamoras de ella inmediatamente. Es cierto, puede costarte una pequeña fortuna, pero vale la pena. Sabes que te ves bien en ella el resto de la gente sabe que te ves bien en ella y te hará sentir increíble. De modo que vuélvete un poco loca.

Pero compra prendas que sean eternas. No te vuelvas loca sólo por las modas. Asegúrate de poder imaginarte vistiéndolas algunas temporadas más tarde. No deberías comprar prendas que están a la moda por un tiempo pasajero. Comprar de esta manera generalmente implica gastar un poquito de dinero, y nunca deberías gastar mucho dinero en una moda pasajera. Que sea una regla para ti que cuando gastes mucho dinero tengas en cuenta si amarás esa prenda tres, cinco o hasta diez años después. También considera si refleja tu estilo personal. Es como el amor a primera vista: Tú simplemente lo sabes.

El mejor momento para comprar algo ideal es cuando estás viajando. Siempre elige algo exótico—algún arreo extraño que atraiga tu atención en el mercado o de algún vendedor ambulante. Nadie más lo tendrá cuando regreses a casa y será exclusivamente tuyo.

Si te sucede que te enamoras de una tendencia (sucede), es muchísimo más interesante comprarla ahora y esperar unos años hasta que esté fuera de moda. Pero tal vez yo sea la única persona loca que haría eso.

He aquí algunas prendas dramáticas por las cuales volverse loca:

Recuerda que vestirse siempre discretamente y con buen gusto es lo mismo que hacerse el muerto.

 

SUSAN CATHERINE

    •    UN ANILLO DE CÓCTEL EXTRA GRANDE: Una gran declaración— o un tema de conversación. También útil para girar cuando estás increíblemente aburrida en un cóctel (lo cual rara vez sucede, de acuerdo).

    •    UN VESTIDO DE CÓCTEL PARA DEJARLOS MUERTOS: Sólo necesitas uno. Invierte tu dinero en algo realmente asombroso. Un vestido bordado a mano con cuentas, un vestido vintage de los años cuarenta, un vestido que te quede perfecto. Te puede llevar años de rastreo en liquidaciones de muestras, pero encuentra ese vestido.

    •    UN PUÑO: Otro accesorio heredado de Mme. Chanel. Ponte uno o dos puños con piedras preciosas o lisos. Son siempre chic y sofisticados.

    •    UNA PRENDA DE PIEL: Agrega un toque de lujo en el invierno y a la noche. Si quieres hacerlo realmente dramático, ¡una chaqueta de piel fabulosa también estará bien!

    •    ZAPATOS MATADORES: Consigue sandalias de tiritas con tacón alto en dorado o plateado metálico.

    •    UNA CARTERA EXÓTICA: Una cartera de cocodrilo de la que te enamores hoy probablemente tendrá el mismo atractivo en diez años.

    •    UN ABRIGO DISTINGUIDO: Va a ser de mucho provecho en el invierno—apenas importa qué tienes debajo si el abrigo es fabuloso.

Vuélvete un poco loca.

Sé un poco dramática.

Diviértete mucho.

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ELEMENTO BÁSICO #4

La suma importancia de los zapatos

Dale a una chica los zapatos adecuados y podrá conquistar al mundo.

 

BETTE MIDLER

Nunca puedes tener suficientes tacones altos. Simplemente no lo puede hacer. La gente tratará de decirte lo contrario. Sonríe amablemente y aléjate elegantemente. Un excelente par de tacones es algo poderoso—puede cambiar tu estado de ánimo, tu postura y tu actitud; puede hacer que un traje aburrido se convierta instantáneamente en algo fabuloso y siempre logra que tus piernas luzcan mejor. ¿Cuántas cosas en el mundo tienen este nivel de poder? Yo no sé de ninguna. Ésa es la razón por la cual yo respeto al zapato y a menudo comienzo todo el proceso de vestirme con el zapato y dejo que él me inspire para el resto de mi look.

¡Alerta! Sé que he dicho que no hay reglas cuando se trata de estilo, pero ahora estamos hablando de zapatos. Es un panorama totalmente diferente y siento que es necesario establecer las reglas básicas.

ELEMENTO BÁSICO #5

El poder de los accesorios

 

Esas minifaldas, esos vestidos ceñidos, tus jeans estrechos. Aumentas diez libras de peso y te traicionan en un abrir y cerrar de ojos, los cerdos. Pero tus accesorios—tus zapatos y carteras, tus bufandas y collares—ellos no te abandonarán ni en las buenas ni en las malas. No les importa si aumentas veinte libras, ellos estarán ahí para adornarte igual. Siempre te harán sentir mejor contigo misma. Harán que un conjunto combine. Te ayudarán a actualizar tu guardarropa sin gastar una tonelada de dinero. Y, sin decir una palabra, pasarán todo el día hablando bien de ti al mundo, diciéndoles a los demás que tienes onda, que eres divertida, elegante y sofisticada. Realmente ¿qué más puedes esperar de un amigo?

Las mujeres con estilo saben cómo hacer para que un accesorio les quede bien. Jackie O. y sus anteojos de sol. Audrey Hepburn y su bufanda. Elizabeth Taylor y sus diamantes. Estas mujeres comprendieron que no tienes que ponerte un vestido extravagante si invitas a tus mejores accesorios a la fiesta. Aristóteles Onassis una vez dijo de Jackie: “No sé qué hace con toda la ropa que compra. Yo solo la veo únicamente con sus jeans.” Sí, pero ella usaba esos jeans con sandalias Saint Tropez perfectas y sus anteojos de sol característicos y se volvía instantáneamente chic. Y Audrey Hepburn ha sido inmortalizada para siempre por su simplicidad (los pantalones negros y el suéter de cuello alto, los vestidos sin mangas), pero fue su bufanda, a la que ella ataba de todas formas (alrededor de su cuello, su sombrero, su cabeza, su cintura), la que realmente la distinguía. Y Elizabeth Taylor (si le perdonamos esos días de Dinastía) en general usaba un elegante vestido sin mangas negro o blanco y dejaba que sus joyas anunciaran su llegada... o compromiso. Sus siete matrimonios pueden haber terminado, pero la mujer nunca soltó sus joyas. Esta es una dama de la que podemos aprender.

La relación de una mujer con sus accesorios es importante y elemental. Ella debería elegir sus accesorios de la misma forma en que elige sus amigos, seleccionando aquellos que complementan la persona que es, que le permiten divertirse, que la hacen sentir segura cuando camina por la calle y que se mantienen fieles a través de sus buenos y malos momentos, sus hombres y su sobrepeso. Porque tus accesorios, como tus amigos, le dicen al mundo quién eres.

La clave para los accesorios es mantenerlos personales y de buen gusto. Para hacerlo personal, ponte algo que signifique algo para ti: un colgante de una vieja cruz de tu abuela o un reloj antiguo o un brazalete de México. Y para tener buen gusto, asegúrate de no exagerar. Si tienes puestos un gran collar y grandes aros, quítate uno de los accesorios. Limítate a uno de los dos. Demasiado de algo bueno puede volverse algo malo rápidamente.

Lo único que nos epara de los aimales es nuestra habilidad para elegir accesorios.

 

OLYMPIA DUKAKIS IN STEEL MAGNOLIAS

ELEMENTO BÁSICO #6

Un buen sastre

Una vez que hayas encontrado un buen sastre, no reveles su nombre, ni siquiera bajo amenaza de daño físico.

 

A GOOD YEAR

Un buen sastre es como un buen par de zapatos—necesario, merecedor de cada centavo que gastes en él y capaz de hacerte lucir diez libras más delgada. Encuentra un buen sastre. Hazte amiga de él. Cómprale regalos durante tus vacaciones. Pregúntale por su familia. Halaga su trabajo. Dale buenas propinas. Un buen sastre es una de las personas más importantes en tu vida. Sé que puedes estar pensando que estoy siendo un poco dramática en este tema. Y claro está, yo fui criada por una mujer que convenció a su modista para que se mudara a nuestra casa, pero ahora comprendo que lo de mi madre no era tan loco como parece (si una habitación extra en Manhattan no fuera tan cara...).

Yo solía observar con fascinación cuando mi madre y su modista transformaban prendas de vestir. No sólo las arreglaban para que se ajustaran al cuerpo de mi madre, también cambiaban el diseño en general—agregando mangas, levantando ruedos, alargando vestidos—de tal modo que cada prenda se adaptara al estilo de mi madre. He llegado a apreciar exactamente cuán valioso es un buen sastre o una buena modista.

Antes de ir a ver al sastre, es útil estudiar algunas prendas de diseño exclusivo (en el vestidor está bien). Mira los cortes y las costuras, ten en cuenta la forma en que ciertos diseños te hacen lucir más alta, más delgada y más refinada. Luego, cuando vayas a ver al sastre, sabrás exactamente qué pedirle.

La ropa hace al hombre. La gente desnuda tiene poca o nada de influencia sobre la sociedad.

 

MARK TWAIN

ELEMENTO BÁSICO #7

Cómo no ser una víctima de la moda

 

Cada vez que veo a una mujer con la cartera du jour no la envidio; la compadezco, la pobre. Ella simplemente gastó 10,000 dólares para lucir como una aspirante. “La” cartera es algo que nunca comprenderé. ¿Por qué querría alguien llevar a todas partes una cartera que anuncia: “Soy víctima de la moda”? Es como pasear una bandera blanca de rendición—una bandera blanca de rendición bastante cara, usualmente hecha de cuero negro. “La” cartera no le dará un toque de distinción a tu guardarropa ni hará una afirmación de estilo exclusivo, y con una cartera es donde deberías divertirte. Encuentra una de cuero roja o de charol—cualquiera que represente tu estilo y no te haga lucir como un roedor. Los roedores no son atractivos.

Sólo los peces muertos nadan con la corriente.

 

MALCOLM MUGGERIDGE

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Sé tú mismo, no importa lo que digan los demás.

 

STING

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Otra forma de detectar a una víctima de la moda (además del aviso de la cartera), es contar las prendas exclusivas que lleva puestas. Usualmente te ayudará usando las marcas en lugares evidentes. Pero tú puedes simplemente acercarte y preguntarle. Ella te dirá con orgullo: “Prada, Gucci, Chanel.” Apuesto a que ella no está vistiendo ninguna prenda H&M, la pobrecita no ha sido todavía iluminada. [¡Alerta! No estoy criticando Prada, Gucci o Chanel (ni Hermès)—boba no soy. Amo a Prada, Gucci y Chanel (y también Hermès)—sabes, yo en verdad soy muy inteligente. Pero estoy criticando el hecho de comprar Prada, Gucci y Chanel (o Hermès) sólo porque está de moda hacerlo.]

Una tercera forma de detectar a una víctima de la moda (esta es un poquito más difícil y requiere de un poco de práctica) es fijarse cuántas de sus prendas fueron inspiradas por las tendencias de la temporada. Algo a la última moda—una alhaja, una maravillosa piedra turquesa, tal vez—es encantador. Dos prendas a la última moda—el collar de turquesa y quizás el nuevo estilo de falda—puede ser bastante encantador también. Tres prendas a la última moda y empezamos a entrar en terreno peligroso. El collar, la falda y los nuevos zapatos con taco aguja y ya se empieza a quemar todo. Cuatro prendas a la última moda—el collar, la falda, los zapatos con taco aguja y la debida camisa adornada con volantes—y la víctima es más o menos un asunto cocinado.

No es el dinero lo que hace que estés bien vestido, es la comprensión.

 

CHRISTIAN DIOR

ELEMENTO BÁSICO #8

No se trata de dinero

 

La moda es cara. El estilo no lo es. Algunas de las chicas con más estilo que conozco no son necesariamente las más adineradas. Irónicamente, son a menudo las chicas con menos dinero las que parecen comprender mejor qué es el estilo. Tal vez sea porque están obligadas a ser puntillosas y no pueden seguir las tendencias obedientemente. Quizás es porque consideran sus compras con más cuidado. Tal vez es porque se han perfeccionado en el arte de mezclar sus prendas más caras con los hallazgos más baratos. O tal vez es porque saben dónde derrochar y dónde ahorrar.

De vez en cuando un ícono adinerado nos hace acordar qué maravilloso puede ser lo bonito y barato. Kate Moss causó un revuelo cuando fue fotografiada con una cartera de Superdrug que costaba 2.99 libras. En pocas horas, las ventas de esa cartera se multiplicaron por diez.

ELEMENTO BÁSICO #9

Cómo combinar

 

Cualquier cosa que parezca que no tendrá sentido generalmente luce increíble. La onda de la zona residencial y el centro. Lo blando con lo duro. Lo informal con lo elegante. Confía en mí que funciona. Lo impredecible es muchísimo más interesante que lo predecible. Es lo que te hará lucir diferente e interesante, lo que constituye el sello de una mujer con estilo. La combinación no tiene que lucir orquestada. Se supone que es personal. Conserva esas prendas que reflejan tu persona.

Combinar significa tomar lo inesperado y hacerlo tuyo. Yo nunca había llegado a ser la clase de chica a la que le gusta un brazalete de diamantes de señora mayor. Simplemente no le veía el atractivo. Pero en una fiesta una noche, una mujer con mucho estilo e increíblemente chic llevaba puesto uno de esos brazaletes. Lo combinó con su collar de cuentas de Tailandia, su collar de cábala y algunos otros accesorios que siempre lleva puestos. Lo hizo parte de lo que era ella, y por primera vez en mi vida, quise un brazalete de diamantes de señora mayor… o tal vez sólo sentía un respeto reverencial ante la situación de mezcla y combinación perfecta. Nunca conseguí el brazalete, pero nunca olvidé la imagen de esa combinación perfectamente imperfecta.

El mundo simplemente no entra convenientemente en el formato de una cámara de 35 mm.

 

W. EUGENE SMITH

Una vez que puedes aceptar que el universo es algo que se expande en una nada infinita que es algo, vestirse combinando rayas con escocés es fácil.

 

ALBERT EINSTEIN

El estilo tiene que ver con estas combinaciones imperfectas y estas yuxtaposiciones inusuales, lleva tiempo y pruebas perfeccionar la combinación ideal. No debe lucir orquestada, tiene que lucir natural.

ELEMENTO BÁSICO #10

Cómo ser imperfecta

 

Yo lo llamo “El Factor Kate Moss.” Kate Moss tiene esta táctica. Nunca se la ve como habiéndose esmerado demasiado. Siempre hay algo que no está del todo bien. Su cabello está despeinado, sus accesorios no combinan, su camisa está arrugada. Y, sin embargo, siempre luce increíble.

Es un poco doloroso ver a las chicas tan inmaculadamente producidas todo el tiempo. Esas chicas que siempre lucen como si estuvieran listas para una foto no me interesan. Yo estoy más interesada en esas chicas que son más bien imperfectas (la perfección está sobrevaluada). Ellas son las chicas cuyo cabello no está impecable, cuya ropa no combina perfectamente, y están de algún modo rompiendo las reglas. Cada vez que veo a una chica que ha perfeccionado esta táctica, sonrío y a la vez la venero en silencio. Saben cómo vivir, estas chicas. Saben cómo divertirse y soltarse el pelo. Nunca lucen demasiado perfectas. Estas chicas son las que más saben de estilo.

Algo hermoso no es perfecto.

 

ANÓNIMO

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