CAPÍTULO 8

Ayúdese a superar la adicción al amor

El máximo objetivo de un terapista, en lo que respecta a sus pacientes, es inculcarles el conocimiento de que las soluciones a sus problemas se encuentran dentro de ellos y después, darles las herramientas que les permitan llegar a esas poderosas respuestas interiores. Este capítulo intenta proporcionar al lector las habilidades que le permitirán actuar como su propio terapista y plantearse los problemas de la relación en forma provechosa y esperanzadora.

A lo largo del libro hemos hablado sobre las raíces del amor adictivo, sus características y el proceso de transición de la dependencia problemática al amor maduro y satisfactorio. Como hemos visto, las raíces de la adicción al amor son profundas y el camino de salida es, a menudo, largo y abrupto. Tan largo y abrupto, de hecho, que usted puede preguntarse: ¿para qué me molesto? ¿no es mejor tener cualquier tipo de amor a no tener ninguno?

¿Por qué debo expulsar la adicción al amor de mi vida? Para estas preguntas hay una respuesta excelente; porque el amor adictivo es limitante.

Limita su habilidad para sentirse contento.

Limita su habilidad para funcionar y alcanzar su potencial.

Limita su apertura a nuevas experiencias.

Limita su capacidad para disfrutar y vivir el presente.

Limita su energía para intereses creativos.

Limita su poder personal y su libertad.

Limita su capacidad para aceptar a los demás.

Limita su disposición a enfrentar sus temores.

Limita su espontaneidad.

Limita su nivel de conciencia y su potencial espiritual.

Limita su capacidad para la intimidad y el verdadero amor.

Únicamente usted debe decidir qué opciones tomará en la vida. Seguramente no quiere cambiar, pero si decide hacerlo, debe estar seguro de que lo hace por usted mismo. Una vez que decida renunciar al amor adictivo y deje de ver la vida en melodramático blanco y negro, empezará a verla tal y como es, a colores, probablemente le será difícil o imposible volver a pensar como antes. Descubrirá que puede invitar —pero no jalar u obligar— a las demás personas de su vida a seguirlo. Si se resisten, hará bien en ser paciente y considerado. Incluso puede descubrir que su decisión de abandonar el amor adictivo conlleva la ruptura de todas sus relaciones problemáticas, decisión que seguramente le causará un dolor muy natural.

La realización nunca es fácil; no es posible garantizar que el cambio le traerá la felicidad en forma instantánea. Tal como lo han ilustrado los bosquejos descriptivos de este libro, algunos de los que se arriesgaron a cambiar crecieron en relaciones más sanas, mientras que otros descubrieron que tenían que abandonar su relación para empezar de nuevo en la vida y el amor.

Una vez que usted decide liberarse de la adicción al amor y está de acuerdo en abandonar su deseo de ser controlado o controlar a otro; deja de manipular a los demás para obtener lo que necesita o desea. El impulso de manipular a los demás es poderoso, y al renunciar a éste sin duda usted experimentará cierto pesar. Pero, a largo plazo, ese sufrimiento será menor que el dolor que pudo causarse a sí mismo al continuar con una relación caracterizada por la adicción.

Este capítulo está dedicado a aquellos que optan por un amor más sano y feliz. Es posible que algunos de ustedes se sientan inseguros acerca de la forma en que desean avanzar, pero pueden experimentar con los ejercicios que aparecen a continuación; les ayudarán a ver lo que pueden aprender sobre ustedes mismos. Es posible que aquellos de ustedes que desean, por cualquier motivo personal, mantener el statu quo en su relación problemática deseen detenerse aquí. Están siendo honestos, pero recuerden: la decisión en contra del cambio es suya, así que dejen de culpara los demás de los problemas de su relación.

Deben recordar que han cedido poder y crecimiento personal a la adicción al amor.

Algunos de ustedes pueden dudar sobre la afirmación de que la mayoría, si no es que todas, las relaciones amorosas albergan elementos de la adicción. A ustedes les sugiero que hagan los siguientes ejercicios antes de tomar una decisión. Los ejercicios se basan en la premisa de que lo que somos no está en nuestro consciente la mayor parte del tiempo y que la conciencia precede al cambio.

Cambio = conciencia + acción. Estos ejercicios están diseñados para ayudarle a incrementar la conciencia y motivar la acción.

Concebidos con base en mi experiencia en terapia y talleres, algunos de estos ejercicios están impregnados de mis vivencias personales y he descubierto que son útiles para la gente que quiere alejar de su vida las conductas caracterizadas por la adicción. Aunque toda terapia es básicamente autoterapia, estos ejercicios se hacen usualmente, bajo guía profesional. En caso de que encuentre difícil emplearlos por su propia cuenta o que al avanzar en ellos se produzcan sentimientos que lo incomodan, no dude en buscar apoyo profesional.

Algunos de los ejercicios requieren de mucha reflexión y tiempo. No están diseñados para completarse en forma apresurada, lo que se le hará obvio conforme avance en ellos. El tiempo y reflexión que les dedique redundarán en un proceso de autoayuda que abarca varios meses. Algunos ejercicios le serán más significativos que otros. Aunque su objetivo es serio, también están diseñados para ser divertidos.

Buena suerte en su viaje personal hacia el autodescubrimiento. Mi deseo es que usted consiga al menos un discernimiento personal que altere su vida para bien; le deseo más alegría, libertad, sabiduría y amor.

El método de la autoayuda

En el listado aparecen los siete pasos básicos para ayudarlo en su transición del amor adictivo al amor sano.

  1. Conciencia: admitir que la adicción al amor desempeña un papel en su vida.
  2. Valoración: descubrir el grado de su adicción.
  3. Decisión: utilizar su poder personal para pasar de la dependencia al amor verdadero.
  4. Exploración: analizar sus temores, mitos e historia personales.
  5. Reprogramación: dejar ir lo viejo; abrazar lo nuevo.
  6. Renovación: dirigirse hacia el desarrollo de relaciones amorosas maduras.
  7. Expansión: desarrollar singularidad personal y la capacidad de amarse verdaderamente a usted mismo y a los demás.

Conciencia

Admitir que la adicción al amor existe

El hecho de escoger este libro y, quizá, otros similares, indica que usted ya sabe que su relación amorosa tiene algunos aspectos de la adicción. Sin tal admisión, puede seguir atrapado en la etapa de negación, en la que no hay terreno fértil para que germinen las semillas del cambio. La información de este libro está diseñada para ayudarlo a pasar de la conciencia de que el problema existe a reconocer su problema de dependencia y lograr un control sobre el mismo.

Ejercicio 1-A: Reconocimiento

Lea las siguientes preguntas; después cierre los ojos y visualice sus respuestas.

¿Recuerda la primera vez que escuchó el término “adicción al amor”?

¿Qué pensó y sintió?

¿Qué fue lo que lo hizo decidirse a leer un libro sobre el amor adictivo?

¿Dudó en leerlo?

¿Qué temores, si es que los tuvo, eran parte de tal resistencia?

¿En qué espera cambiar después de leer este libro?

Valoración

Descubrir el grado de su adicción

Los siguientes ejercicios pueden ayudarlo a evaluar las características adictivas o sanas de su relación. Se supone que entre menos características de adicción tenga su relación, mayor es su calidad.

Ejercicio 2-A: ¿Cómo se clasifica su relación?

Teniendo en mente su relación amorosa actual, lea cuidadosamente las características del amor adictivo y después las del amor sano. Califique su relación de acuerdo con cada característica del amor adictivo basándose en la escala siguiente: 0 = nunca; 1 = rara vez; 2 = algunas veces; 3 = a menudo; 4 = casi siempre; 5 = siempre. Después califique los rasgos sanos de su relación.

Ahora, sume los puntajes de cada lista y divídalos entre 20 para obtener un promedio numérico de cada una. ¿Muestra su relación más síntomas de problemas que de salud?

Ejercicio 2-B: Usted y sus otras relaciones

Reflexione sobre sus relaciones con otras personas: amigos, compañeros de trabajo o familiares. Califique sus relaciones, de acuerdo a las características mencionadas, con base en lo siguiente: 0 = nunca; 1 = rara vez; 2 = algunas veces; 3 = a menudo; 4 = casi siempre; 5 = siempre. Si los puntajes de este ejercicio indican que su relación es, en general, caracterizada por la adicción, puede que desee dirigir su atención a lograr y alimentar lazos más sanos con los demás.

Ejercicio 2-C: Conexiones de relación

Analice la siguiente lista que pretende ilustrar las diferentes áreas de contacto que los conectan a usted y a su pareja. Ahora, en una escala de 0 a 10, en la que el 10 es lo más alto, califique su relación amorosa.

Si hay uno o más ceros, probablemente la relación se caracteriza por la adicción; si tiene cuatro puntos o menos es muy probable que la relación necesite atención.

Ejercicio 2-D: ¿Cómo me amo?

La imagen que tenga de sí mismo desempeña un papel significativo en sus relaciones: entre más alta sea su autoestima, mejor será su relación. Al responder a estas preguntas, adquirirá una mayor conciencia de su nivel de autoestima.

¿Qué tanto se quiere usted mismo?

Cuando era niño, ¿cuánto creía que lo quería su madre?

Cuando era niño, ¿cuánto creía que lo quería su padre?

Cuando creció, ¿cuánto creía que lo querían sus semejantes?

¿Desea quererse más?

¿Qué tanto recurre a la aprobación de los demás?

¿Cuanto cree que lo quiere su pareja?

Ejercicio 2-E: Juegos de poder

Los siguientes son juegos de poder que aparecen a menudo en las relaciones caracterizadas por la adicción. A la izquierda de cada juego de poder escriba “sí” o “no” con base en las experiencias de ese síntoma en su relación. Compare cuántas respuestas “sí” y “no” tiene.

Como los juegos de poder son característicos de la adicción, cualquier “sí” indica que hay cierto grado de problema en la relación. Entre más veces escriba “sí”, mayor atención deberá prestar a la presencia de los elementos de manipulación que aparecen en su relación.

Juegos de poder comunes

_________________     Dar consejos pero no aceptarlos.
_________________ Tener dificultades para alcanzar y pedir apoyo y amor.
_________________ Dar órdenes; exigir y esperar demasiado de los demás.
_________________ Enjuiciar; menospreciar el éxito de los demás; descubrir errores; perseguir; castigar.
_________________ No ceder ante los demás; no darles lo que desean o necesitan.
_________________ Hacer promesas y luego romperlas; ganarse la confianza de los demás y luego traicionarla.
_________________ Asfixiar o sobrealimentar al otro.
_________________ Tratar en forma protectora y condescendiente al otro, lo que lo coloca en una posición de inferioridad; intimidación.
_________________ Tomar decisiones por el otro; desconocer su capacidad para resolver problemas.
_________________ Poner al otro en desventaja.
_________________ Intentar cambiar al otro (sin estar dispuestos a cambiarnos a nosotros mismos).
_________________ Atacar al otro cuando es más vulnerable.
_________________ Mostrar una actitud antidependiente (“no te necesito”).
_________________ Intimidar y amenazar al otro.
_________________ Mostrar amargura, rencor o chantaje.
_________________ Abusar de los demás física y verbalmente.
_________________ Ser agresivo y definirse como asertivo.
_________________ Necesitar ganar o tener la razón.
_________________ Resistirse empecinadamente o estar apegado a sus hábitos.
_________________ Tener dificultades para admitir sus errores o pedir perdón.
_________________ Responder en forma indirecta o evasivas a las preguntas.
_________________ Defender cualquiera de las conductas antes mencionadas.

Decisión

Decídase a utilizar su poder personal para salir de la adicción

Con estos ejercicios ha hecho un análisis de sus relaciones, si encontró síntomas de problemas, es el momento de tomar una decisión. Si descubrió que sus relaciones se caracterizan, hasta cierto punto, por la adicción —quizá en alto grado— debe decidir entre mantener el statu quo o esforzarse por cambiar.

Ejercicio 3-A: ¿Qué obtiene de su relación?

Nos aferramos a las relaciones, incluso a las problemáticas, porque nos sirven de algún modo. Quizá obtenemos algunos sentimientos como autoestima y seguridad; una sensación de pertenencia, placer, consuelo y éxito; evitamos el temor; o encontramos significado a nuestra vida. Medite con cuidado sobre la forma en que su relación lo sirve y protege. Tómese todo el tiempo que necesite para responder a esta pregunta y elabore una lista de las ganancias secundarias de su relación actual. Trate de ser honesto al responder. A continuación le presentamos una serie de rituales diseñados para ayudarlo a concentrarse en su relación y sus cualidades. Haga las siguientes afirmaciones con base en cómo ha estado su relación en el pasado. Coloque frente a usted un símbolo de su relación: quizá un retrato de su pareja o un regalo de esa persona. Repita lentamente estas palabras: “Yo, (su nombre), te doy ahora, (la otra persona), el poder para que me des la plenitud. Sin ti, no estoy incompleto. Tú me das (haga aquí una lista de sus ganancias secundarias) y satisfaces mis necesidades humanas de seguridad, sensación y poder. Te cedo mi poder y haré lo que me pidas a cambio de que me des la plenitud. Si tratas de alejarte, haré todo lo posible para que te quedes.”

Ahora, introduzca un nuevo ritual, diseñado para ayudarlo a recuperar su poder personal. De nuevo, coloque el símbolo de la persona que ama frente a usted y diga: “Yo, (su nombre), ahora te pido (nombre de la persona) que me devuelvas el don del poder personal que me fue otorgado por Dios. Ahora sé que tengo en mí la capacidad de vivir una vida plena y exitosa; ahora creo que lo que necesito en la vida (de nuevo haga una lista de ganancias secundarias) está allí, independientemente de nuestro lazo. Ya no necesito dominarte. Te dejaré ir fácilmente y con cariño. Te agradezco el intento de darme la plenitud cuando estaba aprendiendo, creciendo y exigiendo mis derechos de nacimiento. Y aunque es posible que escoja estar contigo para hacer mi vida más intensa, mi decisión se basará en el amor, no el temor.”

¿Con cuál de los rituales se sintió mejor? Y, ¿por qué?

Exploración

Examine sus temores, mitos e historias personales

Una vez que decida recuperar su poder personal y renuncie al pseudocontrol de su pareja, es importante que explore las complejas raíces de su adicción.

A menudo decimos una cosa, pero buscamos otra. Esto ocurre porque, a nivel inconsciente, lo que tenemos tiene perfecto sentido para nosotros. Por lo tanto, es crucial —y no es una tarea sencilla— explorar sus temores y mitos inconscientes y descubrir las razones de su relación dependiente. Muchas conductas dependientes surgen de traumas olvidados o reprimidos que aparecieron durante la infancia o adolescencia. Si bien es posible que tales experiencias hayan sido extraídas de nuestro inconsciente, afectan en gran medida las decisiones que tomamos.

Los siguientes ejercicios están diseñados para lanzarlo al autodescubrimiento. Hasta que no entendemos nuestras creencias conscientes e inconscientes, seguimos atados a conductas habituales, aunque deseamos cambiarlas. Una cosa es tratar de detener una conducta y otra muy distinta entenderla. Eso implica descubrir la evolución de la misma.

Ejercicio 4-A: Carta al yo

Una forma maravillosa para descubrir sus creencias inconscientes es escribirse una carta a uno mismo.

El amor adictivo impide la verdadera intimidad. Si usted está dentro de una relación dependiente, algo de sí mismo le teme a la intimidad. Para disipar ese temor debe descubrir la razón de su existencia. Aquí hay algo que puede ayudarle a hacerlo.

  1. Escriba una carta de la parte que teme a la intimidad a la parte que desea una relación cercana y amorosa. Deje que su lado temeroso diga:

    a. por qué estoy, la parte temerosa, aquí;

    b. de dónde vine; qué tipo de experiencias, traumas y lecciones provocaron mis creencias y conductas temerosas;

    c. cómo me percibo a mí mismo en tanto amigo y protector;

    d. qué temo;

    e. qué necesito para amar tranquilamente en forma íntima y permitirme ser vulnerable.

  2. Ahora escriba una carta explicando por qué su lado temeroso elude una relación sustentadora e íntima. Dígale a su lado que anhela, cómo se originó el problema y cómo ha escogido sus relaciones para defender y apoyar la creencia de que el amor no es para usted.

Ejercicio 4-B: Soluciones aprendidas

Las siguientes preguntas pueden ayudarlo a analizar su educación social y el papel que desempeña en sus relaciones actuales.

  1. Escriba el problema más significativo de su relación.
  2. Conteste lo siguiente:

    a. Si su madre hubiera tenido o tuvo este problema, ¿cómo lo resolvió o como lo habría resuelto?

    b. Si su padre hubiera tenido o tuvo este problema, ¿cómo lo resolvió o como lo habría resuelto?

    c. ¿Habrían sido efectivas sus soluciones?

    d. ¿A cuál de sus padres se parece más?

Ejercicio 4-C: Respuestas aprendidas

Complete los siguientes enunciados con base en las respuestas que pudo haber escuchado de niño. Imagínese que tiene menos de seis años de edad y repita cada enunciado hasta que ya no le queden frases para completarlos.

  1. El amor es _____________________________________________
  2. Las relaciones son _____________________________________________
  3. Las mujeres son _____________________________________________
  4. Los hombres son _____________________________________________
  5. Las relaciones deberían _____________________________________________

Nuestros modelos de conducta fueron a menudo ineficaces. Examine los suyos y si son ineficaces, deje de culparse por no tener la respuesta.

Ejercicio 4-D: Hacer frente a los problemas de la relación

El siguiente ejercicio puede ayudarlo a entender los mitos y creencias más arraigados en usted.

Lea todo el ejercicio hasta que lo entienda. Relájese por medio de respiraciones profundas. Cierre los ojos y guíese a través del ejercicio. No intente forzar imágenes en su mente; deje que vengan a su propio ritmo. Recuerde, las imágenes pueden ser palabras, visiones, sentimientos, o los tres. (Si lo desea, puede pedirle ayuda a un amigo para que lo guíe a través del ejercicio.)

Después de imaginar sus respuestas, escríbalas. (Si tiene más de un sentimiento malo, tome uno por uno y repita el ejercicio después de cada uno.)

Piense en el sentimiento desagradable —ansiedad, soledad, temor, rechazo, enojo, aburrimiento— que haya experimentado con mayor frecuencia en su relación actual. Ahora recuerde la escena más reciente en la que haya prevalecido ese mismo sentimiento.

En el ojo de su mente, observe la escena como si la estuviera viendo en una pantalla de televisión. ¿Quién está allí? ¿Qué está pasando y qué no está pasando? ¿Qué se dice? ¿Qué está pensado o diciéndose a sí mismo acerca de usted, de los demás y de su vida? Conforme se desarrolla la escena, ponga especial atención en sus pensamientos negativos. En esta escena ¿qué es lo que necesita y no obtiene? ¿Cómo se protege mientras todo esto sucede?

Ahora, vuelva a su infancia (de preferencia a la infancia temprana, de seis años o menos) y trate de recordar cuándo experimentó el mismo sentimiento negativo. Deje que la escena aparezca en la pantalla de televisión. De nuevo, no fuerce la imagen en su mente; deje que emerja gradualmente. Si tiene dificultad para visualizarla, invente una escena en la que uno de los padres u otro adulto significativo esté presente. Observe la escena y preste atención a los detalles. De nuevo, mire quién está allí, qué está pasando, qué no está pasando y qué se dice. Observe por qué está experimentando el sentimiento negativo. ¿Está usted controlando ese sentimiento? ¿Qué desea o necesita durante esta experiencia que no logra obtener? ¿Qué está haciendo para cuidarse? ¿Cuál es su respuesta secreta a la escena en la que está presente? ¿Qué es lo que empieza a creer acerca de usted mismo, los demás y la vida, con base en lo que está sucediendo allí?

Ahora, estudie cuidadosamente las dos escenas; haga un recuento de sus similitudes. Si, a través de la magia, pudiera cambiar la escena de la infancia para sentirse mejor con usted mismo, los demás y la vida, ¿en qué cambiaría? Si hubiera sido distinto, ¿en qué cambiaría la escena actual? Piénselo, después escriba sus respuestas a estas preguntas.

Ejercicio 4-E: Renacimiento

El siguiente ejercicio —que podrá parecerle extraordinario— lo ayudará a explorar sus ansiedades sobre la separación y a estudiar sus raíces. Recuerde, los patrones de creencia y conducta se inician muy temprano; cada experiencia de vida se graba en la neurología de su cuerpo. Este ejercicio toma eso en cuenta. Lea cuidadosamente el ejercicio completo hasta que lo entienda. Relájese, haciendo varias respiraciones lenta y profundamente.

Parte I: Imagínese que observa la siguiente escena en una pantalla. Usted está en la matriz. Observe como la siente, ¿es tibia, alegre y segura? Observe como todo le llega sin necesidad de hacer nada. Usted es el centro del universo y todo parece girar en torno suyo. No tiene que pensar ni actuar; simplemente existe. Usted y su madre son uno. Siéntase flotar despreocupado. Quédese con esa agradable sensación. Ahora observe si hay experiencias desagradables o escandalosas en la matriz, ¿Por qué están ocurriendo?

Ahora imagine su nacimiento. Observe con detalle los drásticos cambios. Quizá los músculos a su alrededor se están contrayendo. Tal vez se está resistiendo a su impulso para nacer. Posiblemente está experimentando un estira y afloja, ansiedad y dolor. Tómese el tiempo que juzque conveniente para explorar los sentimientos mientras van ocurriendo y usted emerge al mundo.

Parte II: Ahora que ha emergido de la matriz, quizá se sienta ansioso al sentir un mundo nuevo y extraño, de luces brillantes, manos frías, voces ásperas, nalgadas, separación de su madre y zambullidas en agua jabonosa. ¿Cómo se siente? ¿En dónde se sentía más seguro, dentro o fuera de la matriz?

Parte III: Sígase desde el nacimiento hasta los 18 meses. Tome nota de cualquier trauma o experiencia que le provoque miedo: largos periodos de aislamiento, falta de respuesta a sus necesidades o una separación súbita de sus padres. Observe cualquier ansiedad que haya podido sentir como alguien demasiado joven para darse cuenta de lo que está pasando. Explore cuidadosamente cualquier situación ansiosa. Recuerde los momentos del pasado reciente en los que haya experimentado sentimientos similares. ¿Qué conexión existe entre el pasado y el presente? Haga una lista de las creencias y conclusiones que haya obtenido de estas experiencias.

Ejercicio 4-F: Temor al cambio

La paradoja del cambio personal es que tenemos un fuerte impulso para crecer, pero a menudo nos resistimos el cambio por temor. Haga una lista de las razones por las que desea cambiar. ¡Sea honesto!

Reprogramación

Hacia el amor maduro

Aquí aparece el proceso necesario para pasar de la adicción al amor.

  1. Enfrente los hechos de su vida y examine con honestidad su papel en su relación(es).
  2. Reconozca la resistencia al cambio que se origina en el temor a no satisfacer sus necesidades secundarias.
  3. Deje de buscar soluciones “mágicas”, externas, a sus problemas.
  4. Vea dentro de usted mismo y examine los temores, autopromesas y creencias arcaicas que pueden apoyar creencias y conductas dependientes.
  5. Reprograme las experiencias negativas.

Para desarrollar la verdadera apertura al amor maduro, es importante cambiar los elementos internos que mantienen una conducta dependiente. Las inhibiciones internas y las creencias falsas deben transformarse completamente para poder obtener verdaderos resultados en los cambios de conducta. Cuando quiera saber por qué sus relaciones actuales tienen sentido para su yo inconsciente y trate de mejorarlas, tenga en mente que usted es la suma total de todos sus pensamientos y experiencias y que éstos producen resultados aun cuando usted no está consciente de ellos. Por lo tanto, cuando obtenga el control sobre su “programa” interno los cambios serán más fáciles y duraderos. Debe entender que renunciar a una creencia arcaica puede provocarle una gran tristeza y emoción. Pero, a la larga, esa pena pasará y la tristeza se irá conforme el vacío se llene.

Ejercicio 5-A: Aprenda a ser su propio padre o madre

¿Qué significa ser su propio padre o madre? Es el arte de convertirse en un mentor amoroso y capaz de perdonarse a sí mismo. Ahora que ha madurado, tiene la capacidad de permitirse esos mensajes y fragmentos de información que no recibió en la infancia y adolescencia. Este ejercicio está diseñado para guiarlo hacia la maravillosa independencia que proporciona el ser padre o madre de uno mismo.

Lea cuidadosamente todo el ejercicio. Haga varias respiraciones profundas hasta que se sienta relajado. Cierre sus ojos e imagine que es un bebé recién nacido. Sienta su inocencia y vulnerabilidad; observe la naturalidad de los procesos de su cuerpo. Ahora, entre usted mismo en escena, pero como adulto, y abrace a su yo recién nacido; sostenga al niño o niña cerca de su corazón y repita lentamente lo siguiente: “Bienvenido; estoy muy contento de que estés aquí. Te he esperado durante mucho tiempo. Sé como cuidarte y lo que no sepa, estoy dispuesto a aprenderlo. Puedes tener lo que necesites, cuando lo necesites, y puedes detenerte cuando estés satisfecho. Sólo tienes que ‘hacer ruido’ para hacérmelo saber. ¡Te amo!”

Dígale al niño (usted) a qué tiene derecho —una vida plena y rica— y lo que usted planea hacer para fomentar esa vida. Tómese todo el tiempo que necesite.

Dígale al niño qué piensa sobre el abuso infantil; cómo lamenta todas las veces que usted abusó de un niño o permitió que los demás lo hicieran. Estudie, especialmente, cualquier abuso que usted haya permitido en su relación amorosa. De nuevo, tómese todo el tiempo que necesite para sentir cualquier tristeza o pesar. Recuerde, el abuso puede ser emocional, mental, espiritual o físico.

Dígale al niño (usted) que está dispuesto a proporcionarle relaciones amorosas sanas desde este momento en adelante. Y, antes de dejar descansar al niño interior, dígale que siempre estará allí y será un padre sabio y amoroso, y que procurará que el niño esté en buenas manos. (Aquí sea específico en cuanto al tipo de padre que usted será o del que aprenderá más.)

Ahora deje descansar al niño sin olvidar que el niño es usted y que seguirá residiendo en usted. Ahora es su responsabilidad reconocer las necesidades del niño. Recuerde: usted tiene la posibilidad de ser un padre sabio, protector y amoroso para usted mismo.

En los días posteriores a este ejercicio, usted puede desear intensificarlo: coloque un retrato de cuando era bebé o niño en un lugar que le permita verlo muchas veces al día. Varias veces todos los días, afirme al niño como parte suya y recuerde que usted es el padre o la madre, el que resuelve los problemas. Cuide bien de usted mismo. Hable con el niño que está en su interior y dígale lo que tiene que escuchar para alcanzar el amor por sí mismo, la autonomía y la intimidad.

Ejercicio 5-B: Sus futuras relaciones

Este ejercicio le ayuda a visualizar sus futuras relaciones. Léalo todo con mucho cuidado. Respire profundamente varias veces. Inhale, cuente lentamente hasta cuatro y exhale. Repítalo cinco veces. Al exhalar, deje salir la incomodidad y tensión, permítase una verdadera relajación —requisito indispensable para una imaginación vibrante. Las imágenes evocadas pueden ser: visuales, orales, sentimentales o todas éstas.

Si tiene dificultades con este ejercicio de imaginación, no olvide que la gente puede imaginar de varias maneras: al escuchar, ver o sentir. Comience con lo que le sea más fácil. El tiempo y la práctica pronto le permitirán utilizar las tres formas de la imaginación.

Cierre sus ojos. Imagínese una pantalla de televisión con una videocasetera. Hay dos cintas. Corre la primera cinta. Es usted dentro de cinco años sin experimentar cambios en su relación(es). Aún tiene los mismos problemas. Tómese todo el tiempo que necesite para que esta imagen emerja en el ojo de su mente. Observe cómo se ve; haga una pausa. Observe qué siente con respecto a usted mismo, qué piensa de usted mismo, de los demás y de la vida. (Tómese su tiempo para explorar a fondo la imagen.) Observe quién está presente en su vida y quién no está. Tome nota de su salud; examine qué siente y el estado de salud de su corazón, pulmones, órganos sexuales, cerebro, estómago, venas y músculos. ¿Cuando las cosas no marchan bien en su relación, cómo se siente su cuerpo? ¿Qué siente o piensa al ver estas imágenes?

Ahora cambie la imagen, imagínese un escenario futuro muy diferente. Han pasado cinco años y, en ese momento, las cosas son diferentes. Su vida y relación(es) se caracterizan por el amor y la felicidad. Ha modificado las creencias restrictivas que se formó en la infancia y que alguna vez le impidieron amar como deseaba. Tómese todo el tiempo que necesite para dejar que surja esta imagen. Observe de nuevo cómo se ve, cómo se siente y qué piensa sobre usted mismo y los demás. ¿Qué esta haciendo con su vida? ¿Quién esta allí y quién no está? Explore su cuerpo y su salud. ¿Cómo se ve? y ¿cómo se siente ahora que las cosas marchan bien para usted?

Al ver esta nueva imagen, ¿qué siente y piensa? Las imágenes de nuestras mentes y la energía de nuestros cuerpos están muy ligadas. Las imágenes que albergamos —dentro o fuera de nuestra conciencia— contribuyen a nuestra realidad futura. Casi siempre, nos convertimos en lo que pensamos que somos.

Si su relación está llena de problemas y es dependiente, ha estado llevando a cabo el primer grupo de imágenes, que han afectado silenciosamente sus sentimientos, elecciones y acciones. Si usted desea que se imponga el segundo grupo de imágenes, es necesario que las abrace. Piense en ellas varias veces al día hasta que queden indeleblemente impresas en su mente. De allí partirán a todas las partes de su ser.

Examine cuidadosamente el segundo grupo de imágenes. Defínalas tan claramente como le sea posible, al revisarlas serán cada vez más precisas.

Ahora, escoja un símbolo del segundo grupo de imágenes o invente alguno que le sirva para recordar la clase de futuro que quiere para usted mismo y su relación (sus relaciones). Éste debe ser un objeto tangible que usted pueda ver o utilizar diariamente. Véalo a menudo para recordar el brillante futuro al que aspira. Recuerde, entre más se concentre en imágenes positivas, más rápidamente se desvanecerán las negativas y tendrán menos poder sobre usted.

Ejercicio 5-C: Descubra el guía espiritual interior

Este ejercicio se basa en la premisa de que cada uno de nosotros tiene un yo superior que se caracteriza por el amor, la sabiduría, el desapego, la compasión y la inteligencia espiritual. Es nuestro guía espiritual interno y la mejor arma para resolver los problemas de la vida y las relaciones. Tristemente, este nivel mayor de conciencia a menudo queda subordinado a los instintos más bajos, que son los que originan nuestras tendencias dependientes. El verdadero amor emana del yo superior y sólo mediante su desarrollo como guía espiritual podemos encontrar un amor perdurable en el cual apoyarnos.

Lea lentamente el ejercicio siguiente. Respire profundamente varias veces hasta que se sienta relajado. Sienta su inocencia y vulnerabilidad, inhale por la nariz y exhale por la boca. Haga esto varias veces hasta que su cuerpo quede completamente relajado y libere cualquier pensamiento o tensión que lo distraiga. Cierre los ojos.

Cuando se sienta listo, sin apresurarse, imagine que está con un guía o maestro espiritual sabio, compasivo e interesado en usted.

Pregúntele al guía qué es lo que usted necesita para lograr que sus imágenes positivas se conviertan en una realidad futura. Espere la respuesta; si es clara, agradézcaselo al guía. Si no lo es, siga comunicándose con él hasta que la respuesta sea clara. (Asegúrese de que la respuesta tenga una base sabia y espiritual y no una punitiva y paternal.) Agradézcale al guía la orientación y comprensión; ahora usted puede volver por esas cosas cuando lo desee. Dése cuenta de que este guía, imparcial y compasivo, está dentro de usted. Antes de dejar al guía, déle un regalo: algo que simbolice lo que está dispuesto a abandonar para conseguir la relación feliz que tanto desea.

Ejercicio 5-D: Afirmación de lo positivo

La mayoría de ustedes está familiarizada con la idea de que los pensamientos positivos provocan cambios. Esta idea no es nueva; surge no sólo de la psicología moderna, sino de las antiguas enseñanzas espirituales que incluían la idea de la oración como visualización creativa. Al que busca se le obliga a evitar pensamientos de fracaso o desesperación y a sustituirlos por mensajes de fe como “Todo es vuestro” (Primera Epístola a los Corintios 3:21) y “Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él.” (Proverbios 23:7).

En un nivel científico, este proceso positivo se describe simplemente como acción y reacción. Un individuo es la suma de sus pensamientos. Tales pensamientos determinan la acción y producen resultados aun cuando uno no está consciente de ellos. Los pensamientos que uno irradia pueden ser o positivos o negativos.

Estos ejercicios le permitirán darse cuenta de que la comprensión de las creencias inconscientes y sus pensamientos imágenes, elecciones, y conductas resultantes, es esencial para el cambio positivo. Cambiar únicamente la conducta externa es insuficiente; conforme cambian los “programas” negativos internos, la conducta externa hace lo mismo en forma sorprendente y maravillosa.

La siguiente técnica de afirmación es una síntesis de varias escuelas de pensamiento positivo. Me ha funcionado muy bien a mí personalmente y a mis pacientes.

La afirmación se define como un pensamiento positivo específico que usted crea en respuesta a una necesidad u objetivo actual.

Hemos escuchado la programación negativa miles de veces; ahora es importante que utilicemos nuestras mentes para obtener resultados positivos. Una vez que creamos una afirmación positiva poderosa, debemos seguir pensando en ella hasta que se convierte en una parte natural de nosotros mismos. No podemos borrar la vieja y familiar; pero podemos crear una nueva y elegir lo que pensamos y nos decimos a nosotros mismos. En ocasiones la vieja y la nueva entran en conflicto por lo que tenemos que ser conscientes de ello y trabajarlo.

Este es nuestro ejercicio de afirmación:

  1. Defina su deseo (en este caso, un deseo para mejorar su relación).
  2. Piense en el mensaje paternal que necesitaba de niño para permitir o afirmar este deseo.
  3. Escriba la afirmación 15 veces y no deje de incluir su nombre; cinco veces en primera persona, cinco en segunda y cinco en tercera. (Ejemplo: “Yo, Juan, merezco ser amado.” “Tú Juan, mereces ser amado.” “Él, Juan, merece ser amado.”)
  4. Escuche cualquier respuesta o sentimiento negativo que experimente al hacer estas afirmaciones; si hay alguno, escríbalo.
  5. Continúe refinando su afirmación para que se enfrente cómodamente a las respuestas negativas. Cuando sea como la quiere, repítala 15 veces.
  6. Imagine su vida como si la afirmación se hubiera hecho realidad.
  7. Deje salir el pensamiento; deje que su energía fluya hacia objetivos que se convertirán en realidad.
  8. Viva su vida como si la afirmación fuera una realidad. Invente o aproveche las situaciones que pueden ayudarlo a que su deseo se haga realidad.
  9. Repita el ejercicio varias veces al día hasta que el deseo se haga realidad o la nueva creencia sea muy natural para usted o ambos. Puede decir o pensar su afirmación en lugar de escribirla.

Ejercicio 5-E: Diálogo sin salida

En ocasiones, el nuevo mensaje o afirmación conscientemente escogido retará al viejo inconsciente sistema de creencias y surgirá un conflicto. Si esto ocurre, usted experimentará un estancamiento o retraimiento mental. A menudo, un diálogo escrito entre las dos partes ayuda a resolver el conflicto. Repita este diálogo hasta que consiga que las dos partes estén en armonía.

Ejercicio 5-F: Ponga a trabajar lo negativo en su favor

Las relaciones dependientes son alimentadas por creencias medulares de nuestro estado del ego infantil que se originan en experiencias emocionalmente dolorosas. Cuando éramos niños y estábamos perturbados, nos decíamos a nosotros mismos cosas como “los hombres (las mujeres) son peligrosos (peligrosas)”. “Nunca conseguiré en la vida lo que quiero.” “La gente siempre me lastima.” “Nunca estaré cerca de nadie.” Tales mensajes, formados en un estado emocional, se graban automáticamente en nuestra neurología y se vuelven parte fundamental de nuestra realidad futura. Las relaciones dependientes son una oportunidad de repetir los antiguos dolores de la vida y las viejas emociones y mitos resurgen una y otra vez. Sin darnos cuenta, en tales momentos tendemos a sacar los programas negativos del yo que creamos cuando niños. Así, a menudo decimos: “Sabía que esto sucedería.” “Esto demuestra que no debo amar nunca más.” “Nunca volveré a ser tan vulnerable.”

Nos programamos de esta manera cuando aún estábamos en un estado emocional negativo. Tiene sentido que el mejor momento para reprogramarnos a nosotros mismos, en cuanto a las relaciones positivas, sean los periodos de emoción profunda. Si usted está luchando con una relación dependiente, bien puede estar sintiendo tal emoción.

Pasar de la adicción al amor significa terminar el círculo de la historia repetitiva del yo; reprogramarnos a nosotros mismos con mensajes que apoyen las relaciones amorosas sanas y saber acerca de las creencias formadas durante estados de emoción profundos; usted puede aprovechar su dolor actual —en lugar de temerlo— como una oportunidad para generar futuras relaciones sanas. Cuando su corazón está roto, puede decirse a usted mismo: “Este dolor terminará y aprenderé a amar de manera más sana. Estoy dispuesto a detener sus patrones destructivos de conducta porque merezco una vida amorosa más sana y feliz.”

Utilice su dolor con prudencia. Puede ser su amigo.

Aunque el siguiente ejercicio puede no serle grato, ya que involucra la concentración en el dolor o la infelicidad, cosa que usualmente reprimimos, su uso trae, en consecuencia, un gran alivio. Tenga en mente, conforme avance en este ejercicio, que hacer que afloren los malos sentimientos ayuda a dominarlos.

  1. Permítase recordar el dolor que ha venido a perturbar su relación.
  2. Escuche cuidadosamente las creencias nucleares asociadas a ese dolor.
  3. Aunque esté consciente de su dolor, dígase a usted mismo: “Ahora me libero de las viejas creencias que me han mantenido enredado en el amor dependiente.” (Piense en todas las creencias autolimitantes de las que ha adquirido conciencia.)
  4. Dése un nuevo mensaje —una afirmación— que apoye al amor maduro. (“Sobreviviré a este dolor y aprenderé a amar de maneras más sanas. Sé que el amor está allí para mí.”)
  5. Reconozca que su dolor le ha dado la oportunidad de sanar.
  6. Confíe en que el dolor a la larga se irá. ¡Déjese ir!

Renovación

El paso al amor maduro

Usted ha dado un paso adelante en la comprensión del papel que desempeña en su tendencia al amor adictivo. Ha explorado sus creencias internas y ha empezado a liberarse para amar de maneras nuevas y maravillosas. Ha aprendido que al esperar y exigir menos del amor, puede obtener más de él.

Cuando abandona sus creencias autolimitantes, experimenta un alto nivel de energía que aclara su perspectiva y su vida. En este punto, usted está listo para dejar ir una relación malsana y edificar las bases de una potencial mente buena.

Ejercicio 6-A: Perdón

Los resentimientos, acusaciones, culpa y enojo, nos hacen aferramos a sentimientos viejos y malsanos. Siempre es mejor dejar ir tales sentimientos y tratar de perdonarse a usted mismo y a los demás los errores y desaciertos. Cuando esto es difícil, lo que ocurre a menudo, trate de separar las acciones de la gente de su persona. Aun si no puede aceptar sus acciones, es posible que los perdone. Aprender a perdonar es un proceso que conlleva la liberación del enojo y el resentimiento.

  1. Haga una lista de las personas a las que debe perdonar; fíjese particularmente en antiguos amantes.
  2. Al revisar la lista, seleccione a aquellas personas con las que aún se siente enojado. (Sea honesto, engañarse a usted mismo puede afectar sus relaciones futuras.)
  3. Escríbales una carta a todos. Como no las va a enviar, puede expresar plenamente su enojo. El enojo no tiene que ser racional en este punto porque ya sabe que usted también contribuyó a originar la situación que lo hizo enojar. Tenga en mente que el enojo es un veneno que lo separa de los demás; usted lo expresa con el fin de quedar limpio para la aceptación y el perdón. Es natural llenar los vasos vacíos; antes de que seamos libres para decir no a la expresión del enojo, debemos ser libres para decirle sí. Por ahora diga sí.
  4. Reconozca que no puede cambiar lo que sucedió en el pasado y, aferrarse al enojo y al resentimiento lo que ocasiona es que se mantenga en un ciclo dependiente que excluye relaciones amorosas sanas. Al dejar ir al enojo antiguo, usted crea un vacío para sentimientos nuevos y mejores.
  5. Acepte la realidad: lo que pasó, pasó.
  6. Ahora es el momento de perdonar. Tómese un tiempo cada día para sentarse en silencio y perdonar a todas las personas con las que no ha estado en armonía en el pasado. También perdónese a usted mismo por los errores del pasado.
  7. Haga del perdón un hábito diario en sus relaciones actuales.

(Si encuentra que tiene problemas para perdonar a una persona, simplemente diga: “Me es humanamente imposible perdonar a esta persona, pero mi yo superior me ayudará a perdonar y a olvidar el resentimiento, pues ello será para mi bien.”)

Ejercicio 6-B: Un nuevo árbol genealógico

Al abandonar las relaciones adictivas, reconocemos que una persona no puede satisfacer todas nuestras necesidades. Idealmente, nos apoya una red de personas, una gran familia extendida. Para valorar su propia red de apoyo, puede desear crear un nuevo tipo de árbol genealógico y ver cuántos sitios están llenos para usted.

  1. Haga una lista de parientes y amigos significativos a quienes ha tenido o deseado tener.
  2. Defina las necesidades que cada uno satisfizo o que usted quería que satisficiera.
  3. Evalúe su situación actual y vea cuántas de estas personas y papeles están presentes.
  4. Escoja gente en su vida presente que complemente o llene estos papeles. (Puede preguntarles si están dispuestos a desempeñar el papel simbólico de hermana, hermano, etcétera.)
  5. Esfuércese por llenar su árbol genealógico y fortalecer su red de apoyo y amor.

Ejercicio 6-C: Afirmación del bienestar

Para entrar en una relación amorosa sana y alimentarla, uno debe sentirse completo consigo mismo y vivir dentro del bien. El bienestar, en nuestro contexto, significa satisfacer las necesidades de uno mismo y no buscar la plenitud fuera del yo.

Lea lentamente las siguientes afirmaciones, hágalas personales insertando su nombre, si siente que la afirmación le parece fuera de lugar, esto indica que es posible que usted necesite explorar la falta de armonía, ya que sugiere un punto vulnerable en su relación.

Yo, __________, ahora se cuáles son mis necesidades reales y cómo satisfacerlas.

Yo, __________, ahora estoy expresando mis sentimientos a los demás libre y efectivamente.

Yo, __________, estoy actuando en forma acertada y tomo en cuenta los sentimientos y libertad de los demás.

Yo, __________, estoy disfrutando mi cuerpo por medio de una buena alimentación, ejercicio adecuado y conciencia física.

Yo, __________, estoy ocupado en actividades que son significativas para mí y reflejan mis valores internos.

Yo, __________, estoy creando y disfrutando relaciones cercanas e íntimas.

Yo, __________, estoy respondiendo a los retos de la vida como si se tratara de oportunidades de crecer en fuerza y madurez.

Yo, __________, estoy creando la vida que deseo en lugar de reaccionar a todo lo que pasa.

Yo, __________, estoy usando señales físicas para mejorar mi autoconocimiento.

Yo, __________, conozco mis propios patrones emocionales y físicos y los entiendo como señales de mi yo interior.

Yo, __________, confío en mis propios recursos personales como la mayor fortaleza para vivir y crecer.

Yo, __________, estoy experimentándome a mí mismo como una persona maravillosa.

Yo, __________, estoy creando situaciones que me ayudan a darme cuenta de mi valía personal.

Yo, __________, creo que la vida está llena de oportunidades para mí.

Ejercicio 6-D: Mejore su relación

Cuando una pareja con una relación problemática comienza a trabajar para el autoconocimiento, y establece un compromiso con su relación, puede hacer cosas en forma inmediata para mejorar la relación. Estas acciones están íntimamente ligadas a su nueva autonomía y autoestima.

Recuerde, es importante concentrarse en elementos positivos de los demás, en su vida y construir sobre lo que ya es bueno en la relación. Desde luego, esto no significa que los problemas deban ser desechados. Significa que usted puede intensificar lo que es bueno —y quizá aliviar algunos problemas— al hacer saber al otro lo que es más importante para usted. Aquí enlisto algunos ejercicios que le permiten trabajar en su relación.

  1. Haga lo que vea que falta. Esto es, en lugar de quejarse por lo que le falta a su relación, trate de llenar el vacío y comunicar sus valores y deseos a su compañero. Para que funcione en forma verdadera, esto debe hacerse sin expectativas; conozca la dicha de dar en forma incondicional.

    a. Si se siente ignorado, reconózcase a usted mismo y a su compañero.

    b. Si quiere un regalo, usted déle a su compañero algo especial.

    c. Si quiere una friega en la espalda, ofrézcase a dar una.

    d. Si se siente solo, trate de acercarse a su compañero y a las personas que lo rodean.

    e. Si desea excitación, sea excitante.

    f. Si desea apoyo, apoye.

  2. Fomente el crecimiento de su compañero. Deje que él conozca la manera de estimularlo y ayudarlo a crecer. Exprese su aprecio por todas las cosas que su compañero le da. Pregúntele a su compañero la forma en que usted puede ayudarlo y apoyarlo más.
  3. Comprométase usted mismo al cambio positivo. Dígale a su compañero que está totalmente dispuesto a cambiar en beneficio de la relación. (Asegúrese de que estos cambios surjan de la libre elección, no de una promesa forzada. La libre elección se experimenta como una cesión voluntaria; la promesa forzada después genera la rebelión.)
  4. Utilice los rituales —acciones simbólicas y repetitivas— que proporcionan una sensación de seguridad al niño que llevamos dentro. Los rituales de la relación sirven para afirmar la importancia de su lazo. Por ejemplo: cada uno de los miembros de una pareja, que tienen que viajar constantemente solos, escribió al otro una nota que debía abrir los días que estuvieran separados. Descubrieron que este ritual aumentaba el significado de los momentos que pasaban separados.

    a. Piense en un ritual que haya significado algo para usted cuando era niño y adáptelo a su vida adulta.

    b. Vea su relación actual. ¿Que rituales se están desarrollando? Si se sienten bien, no los deje ir.

    c. Esfuércese por crear rituales nuevos placenteros que ayuden a afirmar su lazo con su compañero.

  5. Haga especial el dar. Cuando ya no espera ni exige, los regalos con que le favorecen tienen un valor especial. Aquí aparece un ejercicio que le ha funcionado bien a muchas parejas.

    a. Hagan una lista sin censura de todas las cosas que usted haya deseado de su pareja. Esta lista puede cubrir todo tipo de cosas, incluso deseos sexuales.

    b. Intercambie las listas.

    c. Una vez por semana, escoja algo de la lista de su compañero y déselo espontáneamente.

  6. Cree momentos privados. La intimidad verdadera florece cuando los individuos tienen momentos ininterrumpidos para compartir sus sentimientos, pensamientos, sueños, juegos, afecto y sexo. Un método práctico: una hora de intimidad sostenida al día ¡aleja los problemas!
  7. Sírvanse el uno al otro. Cuando se compromete al amor maduro, usted accede a una cesión casi espiritual, a nutrir al amado, aunque ocasionalmente puede significar posponer sus propias necesidades. Pregúntele a su compañero: “¿En qué puedo servirte?” La respuesta que reciba será mucho más clara que si usted trata de leerle la mente, como lo hacen muchas personas atrapadas en relaciones dependientes.
  8. Alimente la relación. Una persona emocionalmente sana es capaz de recurrir a los demás, de abrazar lo bueno en ellos y de dejarlos ir cuando llega el momento. Esfuércese por desarrollar estas habilidades de vida enlistadas aquí.

    a. Exprese agradecimiento.

    b. Dé espontáneamente.

    c. Pida lo que necesita.

    d. Aprenda a escuchar.

    e. Sea flexible.

    f. Acepte la decepción y el “no” de los demás; déjelos ir cuando tengan que hacerlo.

    g. Resuelva los conflictos abiertamente y con la menor hostilidad posible.

    h. Comuníquese honestamente, desde su centro.

    i. Acepte la realidad.

    j. Esfuércese por desarrollar la humildad, objetividad y respeto por la vida.