DÉBORAH RODRÍGUEZ

ATLETA

Déborah corre desde los cuatro años. Iba con su madre a la pista de Montevideo y participaba en las selecciones de la escuela. Comenzó a destacarse por su disciplina y por la pasión que ponía en cada desafío.

Buscó oportunidades, venció obstáculos y a los catorce años se mudó a Maldonado para entrenar y continuar sus estudios. Déborah comenzó a competir a los quince años.

Hubo gente que le dijo que no podría lograr sus sueños. También hubo quienes la agredieron con palabras y actitudes racistas. Cuando volvía triste a casa porque había tenido que soportar esas cosas, su madre siempre le repetía:

—¡No llores! ¡Hay que estar orgullosa!

Y así fue. Déborah desarrolló una gran carrera deportiva, consiguió numerosas medallas en campeonatos juveniles y se convirtió en campeona Sudamericana de menores en el año 2008. Con diecinueve años representó a Uruguay por primera vez en los Juegos Olímpicos de Londres.

Después de atravesar un momento difícil de su carrera, decidió irse de Uruguay. Con la valija llena de ilusiones y esperanzas, fue recibida por uno de los mejores entrenadores de atletismo en Filadelfia. En el año 2019 ganó una medalla de bronce en el campeonato Sudamericano de Lima. Actualmente entrena en Estados Unidos junto a las atletas más importantes del mundo para participar de los próximos Juegos Olímpicos.

Déborah ha superado récords nacionales, ha conseguido medallas de oro, plata y bronce y ha conquistado reconocimientos. Ha tenido que luchar contra los prejuicios y la discriminación, y siempre recuerda las palabras de su madre. Déborah sigue corriendo por sus sueños, orgullosa.

2 DE DICIEMBRE DE 1992

MONTEVIDEO

Ilustración

ILUSTRACIÓN DE LUCÍA FRANCO

EL CAMINO MARCA UNA DIRECCIÓN. Y UNA DIRECCIÓN ES MUCHO MÁS QUE UN RESULTADO.

DÉBORAH RODRÍGUEZ