Idea creció escuchando a su padre recitar versos. Estudió piano y violín durante muchos años, escribió diarios en su infancia y adolescencia, y a los veinticinco años publicó su primer libro de poesía: La suplicante.
«Empecé a hacer versos antes de saber escribir», solía decir.
Fue profesora de literatura, traductora, compositora, crítica literaria y docente universitaria. Con el paso del tiempo se transformó en una de las poetas más importantes de la literatura hispanoamericana.
Idea tenía una personalidad atrayente y escurridiza. No concedía entrevistas ni participaba de eventos literarios. Su escritura, afirmaba, era su propia vida. Formó parte de los equipos de las revistas más importantes de su tiempo y de la llamada generación del 45. Rechazó becas y premios, incluso cuando estuvo en situaciones económicas apremiantes. Sostuvo siempre un espíritu rebelde frente a las imposiciones y un enorme compromiso con las causas justas.
Si bien no le gustaba participar en eventos multitudinarios, el día en que Los Olimareños cantaron Los Orientales, canción compuesta por ella, decidió asistir. Fiel a sí misma, escuchó cómo un estadio lleno de gente cantaba sus versos, sentada entre el público.
La poesía de Idea ha cautivado a lectores de todo el mundo por su ritmo, su lenguaje sencillo y su profundidad. Si bien era una persona reacia a la exposición pública, se volvió muy popular y una de las poetas más leídas del país. Amaba la naturaleza, especialmente el mar y vivió muchos años en su casa de Las Toscas.
Hoy pueden verse sus versos escritos en los muros en distintos puntos del país. Nunca renunció a sus ideales e hizo de la poesía una forma de vivir y de sobrevivir al tiempo.
18 DE AGOSTO DE 1920 – 28 DE ABRIL DE 2009
MONTEVIDEO
ILUSTRACIÓN DE DENISSE TORENA
MI POESÍA SOY YO.
IDEA VILARIÑO