María Esperanza creció en la ciudad de San Carlos. Le gustaba la declamación y amaba escribir. Desde muy joven se comprometió con los problemas sociales y culturales de su época. Todos los días veía y vivía la exclusión a la que la comunidad afrodescendiente estaba sometida. María Esperanza decidió no callarse.
Un día, junto a sus hermanos Vicente y Pilar, resolvieron fundar la revista Nuestra Raza. El primer número fue publicado el 10 de marzo de 1917 y se convirtió en una de las publicaciones más significativas del momento. En sus páginas había artículos de distintos temas, noticias, historias, poesía e incluso convocatorias a diferentes actividades. La publicación buscaba promover las ideas y opiniones de los afrodescendientes y luchar contra los prejuicios.
—La causa es justa y por eso la defendemos con ardor —sostenían.
María Esperanza quería escribir y provocar cambios reales. Luchó contra el trabajo infantil y lo denunció a través de sus notas. Defendía incansablemente la educación de los niños. Desde el periodismo y la escritura, fue pionera en la lucha por el derecho de todas las personas a vivir dignamente. Alzó su voz por el respeto a la historia de las comunidades afrodescendientes de toda América Latina.
María Esperanza murió muy joven. Tan duro fue el golpe para sus hermanos y compañeros que Nuestra Raza dejó de publicarse durante algunos años. Su historia es la de una mujer que siempre se mantuvo firme en el compromiso con la verdad y contra todas las formas de exclusión social.
18 DE DICIEMBRE DE 1892 – 2 DE OCTUBRE DE 1931
SAN CARLOS – MONTEVIDEO
ILUSTRACIÓN DE MICHELLE MALRECHAUFFE
AYUDÉMONOS LOS UNOS A LOS OTROS. NO SEAMOS EGOÍSTAS.
MARÍA ESPERANZA BARRIOS