Morena creció en la ciudad de Las Piedras y tiene una exitosa carrera como modelo. Durante su infancia comenzó a sentir que la sociedad y su familia esperaban que se ajustara a una forma de ser y vivir que no coincidía con sus deseos.
A los catorce años tomó la decisión de transformar lo que pulsaba en su interior y dijo adiós a la identidad de género masculina que le había sido asignada en su nacimiento. A pesar de que su familia no contaba con mucha información sobre lo que le sucedía a Morena, buscaron aprender y acompañarla en su camino.
Siempre le gustó la ropa, con el tiempo muchas personas le sugirieron que se dedicara al modelaje y se animó. En el mundo de la moda, Morena se sintió bienvenida porque aunque a algunas personas les daba curiosidad su historia, fue recibida con afecto y compañerismo. Desde entonces, ha trabajado para numerosas marcas locales y ha sido tapa de revistas. Como le gusta actuar, toma clases de teatro y, además, estudia lingüística.
Desde la adolescencia Morena tomó conciencia de que la falta de respeto y la violencia generan mucho daño, por eso es activista. Lucha contra los prejuicios que existen en la sociedad porque está segura de que la educación es el camino hacia una comunidad más justa y que no discrimine a las personas como ella.
Morena siempre está dispuesta a brindar su voz para apoyar causas que defiendan los derechos de las personas.
—La violencia está por todos lados —dice—, si la percibís y decidís actuar de una forma no violenta, aunque tengas que contar hasta diez, vas a ser la diferencia y a dar el ejemplo.
7 DE NOVIEMBRE DE 1995
CANELONES
ILUSTRACIÓN DE SABRINA PÉREZ
SI LA VIDA SIGUE CONSERVANDO ALGO DE SU BELLEZA ES GRACIAS AL AMOR Y LAS BUENAS ACCIONES, NO A LA VIOLENCIA Y AL MIEDO.
MORENA FERREIRA