Patricia creció en medio de la pasión por el automovilismo. Desde muy pequeña acompañaba a su padre a las carreras y observaba atenta todos los detalles de la preparación. Hacía deporte, estudiaba y le gustaba la moda, pero su verdadero anhelo era convertirse algún día en piloto.
Sabía que no iba a ser fácil integrarse a un deporte dominado por varones, por eso durante algunos años suspendió su deseo. Se mudó a Montevideo para estudiar, luego a Barcelona en busca de nuevos rumbos y, después de pensarlo mucho, se dio cuenta que no podía seguir postergando su sueño.
Volvió. Comenzó a entrenar y a preparar un auto. En el año 2012 corrió por primera vez. El primer intento no tuvo el mejor final, ya que el motor falló, pero Patricia se convirtió en la primera mujer piloto de rally de Uruguay. Patricia sufrió muchas situaciones difíciles, tuvo que escuchar comentarios hirientes y luchar contra los prejuicios. Gracias a las palabras de su mamá y al apoyo familiar en general, comprendió que debía sobreponerse a lo que dijeran los demás.
Para continuar su camino se fue a Córdoba, una de las ciudades más importantes del automovilismo regional. En Argentina ganó numerosos premios en el campeonato Sudamericano y en el rally argentino.
Patricia convirtió la adversidad en estímulo. Todos los días hace gimnasia y entrena su cuerpo y su mente para estar preparada en ese deporte de alto riesgo. Fue la primera, pero hoy las que deseen correr cuentan con ella.
—Mi meta es seguir corriendo y ayudar e inspirar a las mujeres que quieran incursionar en el automovilismo.
3 DE SETIEMBRE DE 1988
MALDONADO
ILUSTRACIÓN DE SABRINA PÉREZ
LO MAS IMPORTANTE DE MI CARRERA FUE ROMPER BARRERAS EN UN DEPORTE HISTÓRICAMENTE MASCULINO. SIENTO QUE ESO ES UNA RESPONSABILIDAD.
PATRICIA PITA