Trinidad nació en la Villa de Santo Domingo de Soriano. Se trasladó a Montevideo junto a su familia en la época de las batallas por la independencia. A pesar de que eran tiempos de invasiones y guerras y la ciudad era constantemente acechada, había un teatro: La Casa de las Comedias de Montevideo.
Trinidad era una joven audaz, le gustaba cantar, bailar y actuar. A los diecisiete años comenzó a formar parte de La Casa de Comedias. El público la ovacionaba cada vez que ella actuaba, pero la sociedad empezó rodearla de críticas prejuiciosas. Por su oficio de actriz y por ser madre soltera tuvo que soportar el desprecio de los pobladores, y fue desalojada de su casa estando embarazada.
Desembarcó en Buenos Aires con diecinueve años y pasó muchas necesidades hasta que, poco a poco, se fue incorporando en el teatro de la ciudad. El talento de Trinidad hizo que el público porteño se enamorara de su forma de interpretar los distintos personajes que encarnaba. A partir de entonces se convirtió en una de las figuras más importantes en la fundación del teatro del Río de la Plata; realizó giras, integró compañías teatrales y trabajó incansablemente.
Volvió a Montevideo en tres ocasiones para actuar, y se retiró en el teatro El Porvenir de Buenos Aires en 1856. Durante toda su vida tuvo que enfrentar rumores, menosprecios y distintas campañas en su contra porque no vivía de acuerdo a lo que se esperaba de las mujeres de su tiempo.
A pesar de los intentos por silenciar y ocultar su legado, Trinidad fue una de las mujeres rebeldes más importantes de la historia fundacional de Uruguay.
11 DE MAYO DE 1798 – 24 DE JULIO DE 1873
SORIANO – BUENOS AIRES
ILUSTRACIÓN DE LUCÍA FRANCO
YO SOY ACUSADA, MÁS BIEN DIRÉ CALUMNIADA: HAMBRE RABIOSA CON QUE DESPEDAZAN A UNA MUJER QUE NUNCA LOS OFENDIÓ.
TRINIDAD GUEVARA