Cuando tenía cinco años, Victoria descubrió en su casa un libro con ejercicios de matemáticas. La madre, sorprendida al notar su entusiasmo, comenzó a enseñarle a resolver problemas.
Victoria era una niña muy curiosa, pasaba largas horas poniendo agua en los pozos para que los sapos salieran y observarlos. Cuando tenía nueve años, notó que tenía un bultito en la pierna y tuvo que ser operada. Le dio miedo, pero luego se recuperó y siguió buscando conectarse con la naturaleza.
Decidió estudiar en la Facultad de Ciencias. Al principio le costó adaptarse porque tenía una personalidad muy tímida. Sin embargo, la pasión por investigar la hizo fuerte. No solo es licenciada en Bioquímica, también terminó una maestría y un doctorado en muy pocos años. Dedica buena parte de su tiempo a dar clases en la Universidad de la República y acompaña a las nuevas generaciones como le hubiese gustado que la acompañaran a ella.
El trabajo en el Área de Radiofarmacia del Centro de Investigaciones Nucleares llevó a que Victoria desarrollara una nueva línea de investigación para el diagnóstico y terapia del cáncer de mama en Uruguay. Como el proyecto es muy costoso, resolvió presentarse a un premio internacional para poder seguir adelante con la investigacion. ¡Y lo consiguió! Es la ganadora del premio L’Oréal – Unesco Por las Mujeres en la Ciencia 2020; esto le permitirá adquirir los materiales necesarios para realizar complejos experimentos.
Hoy, aquella niña que jugaba con la naturaleza y que sintió miedo antes de las cirugías, es una de las científicas mas importantes del país. Sueña con que más niñas y jóvenes disfruten de la pasión por la ciencia y trabaja día a día en la educación.
—Me gustaría llegar a montar mi propio laboratorio ¡y que sea en mi país! —exclama.
2 DE JULIO DE 1985
MONTEVIDEO
ILUSTRACIÓN DE DANIELA BERACOCHEA
HAY QUE SER VALIENTE PARA DEFENDER IDEAS, CONVICCIONES, PROYECTOS... ES UN CAMINO DE ESFUERZO Y PERSEVERANCIA.
VICTORIA CALZADA