Cuando era niña, Chris quería ser astronauta o piloto. Creció rodeada de una gran familia y le encantaba andar en bicicleta por La Teja. Durante su infancia practicó taekwondo, compitió en Argentina y Uruguay y alcanzó el cinturón negro, pero no imaginó que se convertiría en la primera boxeadora uruguaya en ganar un campeonato mundial.
Con dieciséis años decidió practicar boxeo. Al principio le costó encontrar un gimnasio que aceptara mujeres, pero finalmente empezó a entrenar en Los Ñatos. Chris se destacaba, peleaba muy bien y tenía una gran pasión. El entrenador empezó a conseguirle peleas amateur, y con solo diecinueve años se transformó en la primera boxeadora uruguaya profesional.
Chris se sobrepuso a los prejuicios sociales y a las dificultades económicas. Lleva treinta peleas, quince ganadas. Fue campeona mundial en varias oportunidades. Cuando estaba en uno de los mejores momentos de su carrera, una hernia de disco hizo que dejara de entrenar. Ella tenía miedo de operarse y no poder volver a boxear, pero estaba sufriendo mucho y corría riesgos y… ¡la operación fue un éxito!
A pesar de atravesar momentos difíciles y de tener que cargar con la presión de algunas derrotas, siempre ha mantenido su sonrisa contagiosa.
Actualmente, además de entrenar y prepararse para las competencias, asiste a la Facultad de Medicina y sueña con ser doctora. Su imagen y su ejemplo se han convertido en inspiración para muchas niñas y jóvenes que desean cumplir sus sueños.
Chris es una luchadora, dentro y fuera del ring.
3 DE OCTUBRE DE 1987
MONTEVIDEO
ILUSTRACIÓN DE CLAUDIA PREZIOSO
EL DEPORTE TIENE EL PODER DE INSPIRAR. TIENE EL PODER DE UNIR A LA GENTE COMO POCAS COSAS LO TIENEN.
CHRIS NAMÚS