El desencadenante para que Christopher se marche a Escocia no es otro que poner distancia con una amante que no acepta su ruptura. Dicha amante estaba casada y su conducta puso en alerta al burlado esposo que exigía una compensación para lavar su honor e, incluso, llegó a hablar de divorcio. Algo muy mal visto en aquella época.
La frase «hasta que la muerte nos separe» era muy cierta en la Inglaterra de la regencia, ya que un matrimonio solo podía romperse con el deceso de alguno de los contrayentes. El divorcio estaba prohibido y no se legalizó hasta 1857.
La única forma de obtener el divorcio pleno, que permitiera a los cónyuges volver a casarse, era mediante un acta que concedía el Parlamento, como una extraña excepción a la regla que prohibía cualquier disolución de un matrimonio. Pero la Private Act of Parliament no estaba al alcance de todos, así que eran solo unos pocos privilegiados y con unas rentas muy altas los que podían acceder a ella.
La mujer, sobre todo si era adultera, era la que llevaba la peor parte. Un divorcio en la regencia significaba el suicidio social de la dama que estaba abocada al ostracismo y al rechazo social.
Si el adulterio de la esposa era la causa, dentro del proceso de divorcio se contemplaba una acción interpuesta por el marido burlado contra el seductor de su esposa: la Criminal Conversation Action que establecía la cantidad con la que el marido engañado sería compensado por el adulterio de su esposa.
En España, el divorcio no llegó hasta 1981 con la Ley 30/1981 de fecha 7 de julio Era un proceso largo y caro que duraba años, porque el matrimonio tenía que estar separado, sin convivencia durante un tiempo hasta poder solicitar el divorcio.
Eso ha cambiado con los años. Desde 2005 existe el divorcio exprés, Ley 15/2005 de 8 de julio que modificó tanto la Ley de Enjuiciamiento Civil como el Código Civil.
En cuanto al texto de Platón al que aludo y que ha leído Aileen es El Banquete de Platón. Es un libro que versa sobre el amor y de una forma dialogada en una escena, Alcibíades, un joven político, comenta su relación con Sócrates, el gran filósofo. Los invitados tratan este tema de un modo sublimado, incluso gracioso, pero en el fondo se habla de una relación homoerótca.