Capítulo XIII


Lo que le ocurrió a Sancho al salir de la posada encantada

S

alió don Quijote al patio y montó sobre Rocinante y se fue hacia la puerta.

Delante de la puerta le esperaba el posadero, la posadera y Maritornes. Cuando llegó don Quijote le dijo al posadero:

—Señor, gracias por sus atenciones. Os lo agradeceré siempre. Puedo pagaros matando a algún enemigo vuestro.

—Señor caballero—respondió el posadero—, no necesito venganzas, necesito que me pague lo que me debe por lo que ha gastado en mi posada.

—¿Esto es una posada?— preguntó don Quijote.

—Sí señor, y muy honrada— respondió el posadero.

—¿Entonces he sido engañado?— dijo don Quijote—. Yo pensaba que esto era un castillo. Me tenéis que perdonar la paga. Pues los caballeros andantes nunca pagamos cuando estamos en un castillo.

—Pague me lo que me debe— dijo el posadero—, y déjese de cuentos de caballerías.

—¡Sois vil y mal posadero!— dijo don Quijote.

Y salió por la puerta de la venta sin que el posadero pudiera detenerlo.

El posadero, que lo vio irse sin pagar, fue a buscar a Sancho. Y le dijo:

—Si tu amo no quiere pagar tendrás que pagar tú.

—No señor, las leyes de caballerías dicen que los escuderos no pueden pagar cuentas— respondió Sancho.

— Pues entonces tendrás que dejar aquí algo de valor— dijo el posadero.

Mientras decían esto, había en la posada un grupo de jóvenes, buenas personas pero bromistas y juguetones. Bajaron entre todos a Sancho del asno y uno de ellos trajo una manta de la posada. Echaron a Sancho sobre la manta y comenzaron a lanzarlo por los aires. Sancho comenzó a gritar y a pedir ayuda. Don Quijote le oyó y dio la vuelta pero no pudo ayudarle, las puertas de la posada estaban cerradas.

Volaba Sancho tan alto que don Quijote podía verlo desde fuera de la posada. Cuando se cansaron pusieron al pobre Sancho sobre su asno y Maritornes le dio un vaso de agua. Y así dolorido y mareado salió Sancho de la posada, sin saber que mientras lo manteaban el posadero le robó las alforjas donde guardaba la comida y el dinero.