E. L. Doctorow murió el 21 de julio de 2015 cuando se corregían las pruebas de este volumen. Durante las semanas anteriores colaboró generosamente con Malpaso para perfilar los detalles de una edición (la primera de todos sus cuentos en cualquier lengua) que esperaba con enorme interés. Ya no podrá verla, pero sirva este libro de homenaje póstumo al gran escritor norteamericano.