33
LA TESTOSTERONA
Nada ni nadie es perfecto.
La perfección puede ser tan subjetiva. La confesión de Ares les podría parecer a muchos poco romántica, pero ¿a mí? A mí me pareció perfecta. Para mí él es perfecto, con su inestabilidad y todo.
Tal vez estoy cegada de amor, tal vez no puedo ver más allá de mis sentimientos, pero si existe, aunque sea una breve posibilidad de ser feliz con él, lo intentaré. Quiero ser feliz, lo merezco después de haber pasado por tanto.
¿A quién no le gustaba esa decisión?
Así es, a Yoshi.
Mi tierno mejor amigo está frente a mí, sus ojos arden con rabia, tiene el celular de Ares en su mano levantada, mostrándomelo.
—¿Él está aquí, no es así?
Abro la boca para negarlo, pero ningún sonido sale. Yoshi aprieta los labios, y aparta la mirada como si el solo hecho de mirarme le molestara.
—Tú no aprendes, Raquel.
Eso me molesta y aprieto mis puños a los costados.
—¿Y qué harás ahora, ir de chismoso con mi madre? Eso se te da muy bien últimamente.
Antes de que él pueda hablar continúo.
—Dime, Joshua. —Noto la mueca de dolor cuando lo llamo por su nombre completo—. ¿Qué más puedo esperar? ¿Que le cuentes la primera vez que me emborraché? ¿O aquella vez que me salté varias clases para escaparme con Dani para jugar bolos? Dime, así me puedo preparar.
—Raquel, no hagas esto, no me pintes como el malo. Todo lo que he hecho ha sido porque...
—Porque estás enamorado de ella y eres un estúpido celoso.
La voz de Ares me sorprende y lo observo bajar las escaleras, con sus ojos fríos sobre Yoshi.
Yoshi se pone a la defensiva al instante.
—Esto no es asunto tuyo.
Ares se para junto a mí y con un brazo me toma de la cintura y me coloca a su lado.
—Sí lo es, todo lo que tenga que ver con ella tiene que ver conmigo.
—¿De verdad? —Yoshi deja salir una risa sarcástica—. ¿Y cuándo te ganaste ese derecho? Tú solo le has hecho daño, y seguirás haciéndolo.
—Por lo menos, yo no jodí la relación que ella tenía con su madre en un ataque de celos. —Yo lo miro sorprendida, Ares menea la cabeza—. ¿Tienes idea de lo egoísta que fuiste? Deberías aprender a jugar limpio.
Esperen un segundo. ¿Cómo sabía Ares lo de Yoshi? Tengo el presentimiento de que Dani no pudo contenerse y se lo contó a Apolo, y él pues tal vez se lo dijo a Ares. Dani va a escucharme. Yoshi le da una mirada asesina.
—No me interesa hablar contigo. Estoy aquí por ella, no por ti. Tú no deberías estar aquí, deberías irte.
Ares le da una sonrisa torcida.
—Sácame.
Ares me suelta y camina hacia él, con sus manos en el aire. Yoshi se ve pequeño frente a él.
—Vamos, intenta sacarme, dame una excusa para golpearte por haberle hecho algo tan mierda a mi chica.
Mi chica...
Eso me hace contener la respiración. Yoshi se mantiene firme.
—Típico, recurres a la violencia cuando no sabes qué decir.
—No, recurro a la violencia cuando alguien se lo merece.
—Pues entonces deberías golpearte a ti mismo. —Yoshi responde con un tono venenoso—. Nadie se merece más una paliza que tú.
Solo puedo ver los hombros de Ares tensarse y cómo aprieta sus puños. De inmediato, me meto entre ellos.
—Creo que eso ha sido suficiente. —Le doy una mirada suplicante a Yoshi, considero decirle que se vaya, pero sé que eso solo va a hacer que las cosas se pongan peores. La única forma de evitar que se desate un problema es haciendo que los dos se vayan—. Creo que ambos deberían irse.
Echo un vistazo sobre mi hombro para ver a Ares y no parece sorprendido ante mi petición. Él alza sus manos en el aire.
—Bien, como quieras.
Él camina hacia la puerta, pero se detiene en ella, esperando a Yoshi, quien me da una última mirada triste antes de irse. Ambos desaparecen detrás de la puerta de mi casa. Una parte de mí teme que se agarren a puños ahí afuera, pero ya están fuera de mi propiedad, y ambos son maduros para tomar sus propias decisiones.
Dejo salir un largo suspiro y caigo sobre mi sofá. ¡Qué mañana!
No solo tuve la confesión de Ares que me dejó hecha un desastre emocionalmente, sino que también tuve que lidiar con el estrés de que Yoshi nos descubriera y, de alguna manera, las palabras de Ares sobre Yoshi se quedaron pegadas en mi cabeza.
Porque estás enamorado de ella y eres un estúpido celoso. Por lo menos, yo no jodí la relación que ella tenía con su madre en un ataque de celos. ¿Tienes idea de lo egoísta que fuiste? Deberías aprender a jugar limpio.
¿Tiene Ares razón? He tratado de creer que Yoshi me hizo daño queriendo lo mejor para mí, porque con eso quizá con el tiempo tal vez podría perdonarlo. Es toda una vida de amistad, pero si solo lo hizo por celos, eso disminuirá la posibilidad de perdonarlo. Suspiro de nuevo, de verdad espero que no le diga a mi mamá que vio a Ares aquí. No quiero más drama y problemas.
Estoy tan jodidamente enamorado de ti.
Mi corazón se acelera ante el recuerdo de esas palabras. Aún me cuesta creerlo, Ares está enamorado de mí, tiene sentimientos por mí, no soy solo una chica más que usa para divertirse. Recuerdo sus frías palabras hace unas semanas, su actitud helada después de tomar mi virginidad, el despertarme en una cama vacía y escucharlo decirle a su sirviente que se deshiciera de mí. Él me ha hecho daño tantas veces. Pero no le echo toda la culpa, yo sabía en lo que me metía, él fue claro conmigo y yo aun así seguí estando ahí para él una y otra vez.
Pero ahora...
Por primera vez, él me ha demostrado que le importo.
El idiota inestable tiene corazón. Recuerdo su confesión y la intensidad en sus hermosos ojos. Sin poder evitarlo, suelto un pequeño chillido infantil. No estoy enamorada sola.
Con una estúpida sonrisa en mi cara, subo a mi habitación. A pesar de todo, consigo volverme a dormir, lo sé, tengo una habilidad sobrehumana para dormir en cualquier circunstancia.