27 de febrero de 1947

Querido Heinrich:

El dolor de estar lejos de mis hijos es cada día más intolerable. No dejo de pensar en ellos, extraño sus sonrisas y la alegría que me hacían sentir.

Aquí no podemos salir de casa, tenemos que estar ocultos. Hay sospechas de que los enemigos saben que nos encontramos en Argentina. El gobierno argentino nos ha proporcionado protección reforzando la seguridad y con nuevos guardias. Aun así, no podemos exponernos a salir de casa, para no aumentar más las sospechas de que nos encontramos aquí. Ya no hay duda de que los enemigos saben que nos encontramos con vida y que están tras nosotros como perros de caza.

Espero tener noticias tuyas pronto y saber cómo se encuentran los niños.

Con amor y agradecimiento,

Eva Braun