Reconocimientos

En este libro quise que el lector comprendiera que la vida es un proceso. Que la verdad penetra cuando se produce un libro. El proceso necesita a un editor astuto y solidario como Peter Guzzardi, que sabe cómo arreglar los capítulos errantes y volverlos al camino correcto. De muchas maneras él es el autor silencioso del manuscrito final. Este libro necesitó muchísimo del ambiente de apoyo que ofrecieron Shaye Areheart y Jenny Frost en la editorial. Si no hubieran creído en la palabra escrita, mi texto nunca hubiera podido servir para un fin superior. Igualmente necesarias son las personas que cuidan los detalles de producción y que le facilitan al autor la vida diaria, como en este caso Tara Gilbride, Kira Walton y Julia Pastore.

Gracias a todos ustedes y, como siempre, a Carolyn Rangel, la confiable mano derecha que siempre sabe lo que está haciendo la mano izquierda.