Reloj de luna

El reloj de luna indica que la soledad está por llegar, setenta y siete días para que el cielo lo arranque de esta ciudad y lo lleve a un lugar de perfecta belleza y antigüedad.

Se desmembrarán las estrellas cuando se deba marchar.

Serán las calles en julio, tristes y arrebatadas por el mal humor. Una ventana empañada por la humedad enfriará los recuerdos del ayer.

El reloj de luna se habrá consumido en cuarto creciente y su luz habrá quedado destilada entre árboles pétreos, intensamente verdes. Tan verdes como sus ojos de mar en una bahía de mirada angelical.

El tiempo consumirá con su rayo cruel mi intento de esperarlo hasta verlo volver.

Y creeré que él también recordará nuestro beso tímido y nervioso, una noche de diciembre, entre lluvia fina y sombras de un sentimiento que calló en ese momento la delicia de tenerlo.