El poeta aburrido

Ramón de la Cruz

El teatro representa la sala de ensayos, algunas señoras estarán repasando música con el guitarrista, para lo cual bastará cualquiera coro que sea festivo, y acompañe la orquesta. MARTÍNEZ se paseará pensativo, y GARRIDO y CORONADO estarán hablando, sentados a un lado del teatro.

 

GRANADINA Señor autor, me parece

que tarda mucho el poeta

que nos ofreció traer

los sainetes de esta fiesta.

MARTÍNEZ Más tarda la compañía, 5

que debiera estar completa,

según estaba citada

antes de las ocho y media

para oírlos, y a las nueve

aún no hay traza de que vengan. 10

GRANADINA A bien que yo estoy aquí.

GARRIDO ¿Adónde se consintiera

que nosotras madruguemos

tanto y que los hombres duerman

hasta que se les dé la gana? 15

PONCHA ¡Si esto es una desvergüenza!

MORALES Yo no vengo hasta las diez

mañana.

ANTONIA Yo no viniera

muchos días a las once,

pero mi madre me arrea 20

que rabia.

CORONADO Mientras que vienen,

vamos a dar una vuelta

a la plaza, a ver si hay algo

de provecho o fruta nueva

sazonada.

GARRIDO Como usted 25

me convide, norabuena;

porque yo no tengo un cuarto,

CORONADO Te llevaré a la derecha

y te dejaré pagar.

GARRIDO Sería hacer dos ofensas 30

a la antigüedad de usted;

no, señor; yo iré a la izquierda

y detrás, como lacayo,

y lo que se compre, mientras

usted lo fuere pagando, 35

cargaré con ello a cuestas.

 

(Salen algunos.)

 

ALGUNOS Deo gracias.

MARTÍNEZ ¡A buena hora!

RAMOS No es tan mala que no pueda

ganar la palmeta a muchos.

NAVAS Si se usara la palmeta, 40

¡cuántos compañeros hay

que sin manos estuvieran!

 

(Salen SOBRESALIENTA y GUZMANA.)

 

SOBRESALIENTA ¿Venimos muy tarde?

y ¿Venimos muy tarde?

GUZMANA

GRANADINA Sí;

pero la fortuna vuestra

es que no habéis hecho falta. 45

GARRIDO Sino a mí, que en tus ausencias

estoy como el olmo triste

que desampara la yedra.

GUZMANA Quita de ahí, zalamerote.

 

(Llaman.)

 

GRANADINA Mirad quién llama a la puerta. 50

MARTÍNEZ Pase adelante quien fuere.

 

(Sale DONJUSTO, de militar.)

 

DON JUSTO Señores, a la obediencia

de ustedes.

MARTÍNEZ Señor don Justo,

muy bien venido.

CORONADO El poeta.

MARTÍNEZ ¡Poeta y justo! Sin duda 55

que serán sus obras buenas.

CORONADO Allá se verá.

Sentaos.

(Se sientan.)

GUZMANA ¿Me ha puesto usted alguna pieza

de primor?

NAVAS ¿Hay cosa donde

un hombre la mano meta? 60

DON JUSTO No lo sé.

NAVAS ¿Pues quién lo sabe?

DON JUSTO La idea sólo; porque ella

ha de elegir los actores

más propios a sus escenas,

alternando en el trabajo 65

todos, según las ideas.

MARTÍNEZ Dice bien.

CORONADO Parece serio.

GARRIDO Pues si lo es, haga comedias

y no sainetes, que es cosa

fácil, alegre y ligera. 70

CORONADO Así dicen, pero dice

lo contrario la experiencia.

MARTÍNEZ Señores, ¿estamos todos?

GRANADINA No, pero no se detenga

usted, que, los que avisados 75

no vienen, señal que aprueban.

DON JUSTO Pues en esa confianza,

señoritas, aquí cerca;

caballeros, atención.

(Saca algunos papeles.)

GUZMANA ¿Cuántos hay?

DON JUSTO Media docena, 80

para que ustedes elijan

los que mejor les parezca.

TODOS ¡Viva!

VOZ ¿Está en casa Martínez?

(Dentro.)

MARTÍNEZ Respondan que no. Usted lea.

DON JUSTO El primero es de un abate 85

que, sin vocación ni letras,

come el pan de otro ministro

más útil para la iglesia.

TODOS Buen asunto.

 

(Sale un ABATE.)

 

ABATE Si está usted

en casa, ¿por qué se niega? 90

GRANADINA Sin duda el diablo le dijo

que a tan buena ocasión venga.

MARTÍNEZ Estábamos ocupados.

Si a usted le parece..., vuelva

otro día.

ABATE Mi visita 95

será muy breve y mi arenga

mucho más.

MARTÍNEZ Pues diga usted

todo lo que se le ofrezca.

ABATE Que usted no vuelva a sacar

en entremés, en comedia, 100

tonadilla ni sainete

abate alguno, so pena

de amotinar medio pueblo

contra las mejores fiestas;

darles palmadas de moda 105

y no permitir que vengan

las damas que protegemos

por ningún motivo a verlas.

DON JUSTO Señor, es pleito vencido

que en toda la Europa sean 110

los abates el objeto

ridículo de la escena.

ABATE Aquí no queremos serlo,

porque no nos tiene cuenta;

esto es en pocas palabras. 115

Haga lo que le convenga.

(Vase.)

MARTÍNEZ Aguarde usted. Déjalo,

que si por todos se empeña

en perseguirnos a todos,

es preciso que obedezcas; 120

que es mal contrario un abate

cuando declara la guerra.

GARRIDO ¿Guerra? ¿Y dónde están las armas?

DON JUSTO ¿Qué más armas que la lengua?

Conque éste no sirve; vamos 125

a otro.

GUZMANA La dicha nuestra

es que haya en qué escoger.

DON JUSTO Éste es de una petimetra

que gasta en sus diversiones

y sus adornos más renta, 130

en un mes, que su marido

tiene de salario en treinta.

SOBRESALIENTA ¿Y qué se mete usted en eso?

(Se levanta.)

¿Saca de la papelera

suya el dinero que gasta, 135

ni usted le paga sus deudas?

GRANADINA ¿Si ella tiene algún arbitrio,

(Se levanta.)

o alguna mina encubierta,

dice muy bien: cada uno

se ingenia como se ingenia. 140

GUZMANA Pero ¿qué le importa a nadie

(Se levanta.)

que gasten y se diviertan,

ni por qué se han de quejar

si el marido no se queja?

DON JUSTO Por lo mismo es el asunto 145

más propio para la escena,

donde ese mal matrimonio

se ve copiado y se afrenta;

y lo que hoy le desazona,

quizá mañana lo enmienda. 150

TODAS Sin embargo, es mal asunto.

UNOS Vaya fuera.

OTROS Vaya fuera.

DON JUSTO Vaya otro sobre cortejos.

GRANADINA ¿Se trata de que no sean

miserables ni celosos 155

y den a las que cortejan

cuanto pidan?

DON JUSTO Al contrario.

GRANADINA Pues tampoco es buena idea.

 

(Sale un VIEJO, con capa de grana, y una MUCHACHA.)

 

VIEJO ¡Alabado sea el Señor!

No te quedes a la puerta. 160

MUCHACHA Despacha, que aquí te espero.

VIEJO ¿Qué te tapas? Vamos, entra,

que bien se puede saber

que me quieres sin vergüenza.

MARTÍNEZ ¿Qué manda usted?

VIEJO Lo que mando 165

es que usted no se me atreva

hacer otra vez sainetes

de viejos que galantean,

ni a enseñar a las muchachas

que nos saquen la moneda 170

y nos dejen luego alpiste,

que bastante saben ellas,

DON JUSTO Esos caracteres nunca

se sacan porque no sepan

ellas más de lo preciso, 175

sino porque ustedes vean

lo desairada que está

la nieve en la primavera.

GARRIDO Me parece que usted sabe

muy poco de esas materias: 180

nunca es más útil la nieve

que cuando el calor aprieta.

SOBRESALIENTA ¿Y usted gusta de este mueble,

siendo tan niña y tan bella?

MUCHACHA Amiga, ¿qué quiere usted? 185

Si de la elección pendieran

patria, padres y cortejos,

habría pocas plebeyas,

todas las mozas serían

de Cádiz o aragonesas 190

y no tendrían jamás

vacaciones ni cuaresma.

Pero como es necesario

que se sujete a su estrella

cada una, se conforma 195

con lo más útil que encuentra.

VIEJO Señor Martínez, cuidado,

que no quiero yo que sepan

que cortejo esta muchacha,

y si vengo a la comedia 200

me señalen con el dedo.

DON JUSTO Pues dígame usted: ¿no fuera

más propio que la dejase?

VIEJO ¿Dejarla yo?¡Qué simpleza!

Cuatro muelas tengo, y antes 205

dejaré las cuatro muelas.

GARRIDO Y el corazón y los ojos

dejarían, como dejan

la vida, los viejos antes

que los vicios y pesetas. 210

VIEJO ¿En qué quedamos?

GRANADINA En que

para siempre se destierran

los sainetes de cortejos,

que no divierten las hembras

y escaman a los varones, 215

VIEJO Sea muy enhorabuena.

(Vanse los dos.)

TODOS Vaya otro.

DON JUSTO ¡Qué brava gente!

Dios me dé por hoy paciencia.

Trata el cuarto de una junta

de la compañía entera, 220

sobre la elección de autor,

suponiendo que lo era

usté y murió de repente.

MARTÍNEZ Agradezco la fineza.

 

(Sale un ERUDITO, de militar de moda.)

 

ERUDITO Amigo y señor Martínez. 225

MARTÍNEZ Téngalas usted muy buenas

y diga lo que me manda.

ERUDITO Tome usted esa silleta

y oiga de un apasionado

erudito que le aprecia 230

un consejo.

GARRIDO ¿Si será

erudito a la violeta?

CORONADO Sus obras y sus palabras

hablen.

MARTÍNEZ Decid.

ERUDITO De manera

que yo estoy interesado 235

en que el teatro aparezca

de repente corregido

y brillante con mi escuela.

Para esto es menester

que usted queme sus comedias, 240

a excepción de diez o doce

que dicen que son muy buenas.

MARTÍNEZ ¿Y cuáles son?

ERUDITO Yo no sé,

pero queda de mi cuenta

preguntarlo y avisar. 245

Usted ha de hacer zarzuelas

que tengan menos defectos

que las mejores tragedias.

MARTÍNEZ ¡Ahí es nada lo que pide!

DON JUSTO Eso no es fácil.

ERUDITO Hacerlas. 250

DON JUSTO ¿Y usted por qué no las hace?

ERUDITO Para eso sé deshacerlas.

No ha de sacar al tablado

los vicios de nuestra era

para que sirvan de risa. 255

DON JUSTO Con dos preceptos enseña

todo lo contrario Horacio.

GRANADINA Usted calle, en penitencia

del pecado de escribir

versos.

ERUDITO Las obras que sean 260

de muy pocos personajes,

y de ninguna manera

ustedes como quien son

han de hacer papel en ellas;

y, sobre todo, lo que 265

todo el buen orden altera

de una república culta,

lo que el buen gusto reprueba,

lo que escandaliza al mundo

porque no hay en él idea 270

ni ejemplar de tal abuso,

es aquella expresión necia

de pedir todos, al fin,

«perdón de las faltas nuestras».

Hasta aquí pudo llegar 275

(Se levanta.)

mi oración y mi paciencia.

DON JUSTO Y la mía. ¿Cómo es eso

(Se levantan todos.)

de que ejemplares no tengan

los abusos que propone

de representar escenas 280

entre muchos, y los mismos

actores que representan?

¿Cuántas piezas quiere usted

italianas y francesas

escritas así y escritas 285

por sus mejores poetas

cómicos? Y en cuanto a que

se finalicen las piezas

(que por obras puede ser

que usted y otros no lo entiendan) 290

con la debida atención

al público, decid: ¿qué era

el plaudite de Terencio?

¿Y qué son en Francia aquellas

entradas de los bailetes, 295

adonde la última letra

que se canta trata siempre

de conseguir indulgencia?

Y por esto ha de decirse

que todas las obras pecan 300

contra el arte y son indignas

todas...

MARTÍNEZ Usted se contenga.

DON JUSTO No quiero; y sepan ustedes

que en Madrid sobran poetas

que no dan muchas funciones 305

por no exponerse a la necia

crítica de semisabios

sin acierto niexperiencia.

Queden ustedes con Dios,

y pues hay quien tanto sepa, 310

salga al público, que él es

quien hace justicia seca.

(Vase.)

MARTÍNEZ El asunto es perseguirle

de muerte. ¡Detente, espera!

(Vase.)

GARRIDO Pues le sigues y persigues 315

en vano, que el otro vuela.

NAVAS ¡Pues hemos quedado frescos!

GUZMANA La única cosa que hay buena

es haber averiguado

la causa por que se niegan 320

tantos a escribir.

MARTÍNEZ Es cierto;

pues ¿a quién no desalienta

camino tan escabroso

que en cada paso tropieza

y en que hay tantos que censuren 325

y tan pocos que agradezcan?

GARRIDO ¿Y qué haremos sin sainetes?

GRANADINA Tal cual para fin de fiesta

allí hay uno, sin cortejos,

abates, que pocos entran 330

y todos somos supuestos.

Conque en quitándole aquella

conterilla de las «faltas»,

será una cosa perfecta.

MARTÍNEZ Por fin algo se remedia. 335

GARRIDO ¿Y por entremés?

GRANADINA Se hace

una introducción ligera

y que cante Antonia Blanco

una tonadilla nueva.

ANTONIA ¿Yo? ¿No hay otra más bonita? 340

GRANADINA No.

ANTONIA Pues todas sois muy feas.

MARTÍNEZ Ya te puedes prevenir.

ANTONIA Yo, protestando la fuerza, cantaré.

GRANADINA Canta y confía,

pues sabes que te toleran. 345

GARRIDO Y por alentarte, sin

que los críticos lo sepan,

pediremos muy quedito

perdón de las faltas nuestras.

TODOS Pediremos muy quedito 350

perdón de las faltas nuestras.