Prefacio
Amor:
Tal vez no nos conocimos como lo hacen los enamorados, no compartimos sonrisas ni discretas miradas, para luego sumergirnos en un abismo de miel producto de la alegría de nuestros corazones. No. Nuestro comienzo no fue paulatino, ni tranquilo, ni siquiera hubo cortejo. No sé de qué forma, pero encontramos el camino de encadenarnos para siempre. Fuiste la ola y yo la roca. Tú, llena de ímpetu; y yo, irrompible; pero te estrellaste tantas veces contra mi coraza que lograste resquebrajarla. No concibo mi vida lejos de ti. Toma mi alma, yo velaré por la tuya mientras me quede aliento.
Amor