SOBRE UNA RAMA DE SUTIL DISEÑO
QUE, MIRADA AL TRASLUZ, ES UN ENCAJE,
ABRE EL PAVO REAL, CARA AL ENSUEÑO,
EL JOYEL ORIENTAL DE SU PLUMAJE.
PASA UN RAYO DE SOL EL LABERINTO,
TORNA SANGRIENTO EL MARMOL DE UNA DIO-
SA, Y A UN LAGARTO HIPNOTIZA SOBRE EL PLINTO
MANCHADO A TRECHOS DE HUMEDAD VERDOSA.
CORTAN RAMOS DE ROSAS TRES MENINAS,
HABLANDOSE A LO LARGO DE UN SENDERO:
EN SU RISA Y EN SUS VOCES CANTARINAS
HAY ALGO DE GORRION O DE JILGUERO.
LA FRONDA TIEMBLA CON RUMOR DE RASO,
Y CALCA UN NEGRO Y MOVEDIZO ENCAJE
SOBRE LA PINCELADA DEL OCASO,
EN EL FONDO DORADO DE UN CELAJE.