COATÉPETL
De acuerdo con el historiador Alfredo López Austin y el arqueólogo Leonardo López Luján, el Coatépetl es el Templo Mayor de Tenochtitlan. Coatépetl, «El monte de la serpiente» (cóatl, «serpiente»; y tépetl, «cerro»). No se confunda con altépetl, «ciudad». Desde la concepción nahua, el Coatépetl no era un templo sino un Monte Sagrado, al igual que todos los basamentos mesoamericanos, erróneamente llamados pirámides. El libro III del Códice Florentino narra que la diosa-madre Coatlicue, «falda de serpientes» o «la mujer con enaguas de serpiente», barría en la cúspide del Coatépetl, cuando cayó del cielo un ovillo de plumas. Coatlicue lo recogió, lo puso debajo de su huipil y quedó preñada del que sería el Sol: Huitzilopochtli. Coyolxauhqui, «la Luna», y los cuatrocientos huitznahuas, «las estrellas», hermanos de Coatlicue, consideraron aquella fecundación como un amor ilícito y decidieron matarla, pero no lo lograron. Poco después nació Huitzilopochtli, armado con la xiuhcóatl, «la serpiente de fuego», degolló a Coyolxauhqui y persiguió a los huitznahuas. En otras narraciones esto ocurre en Coatépec, «El cerro de la serpiente».
Cabe aclarar que un teocalli no es una «pirámide», sino la capilla construida en la cima de un Monte Sagrado o basamento. También se le llamaba teocalcuitlapilli.
El Coatépetl fue construido en siete etapas, ampliaciones sucesivas, una sobre otra, que cubrían las anteriores, como capas de cebolla. La primera fue construida en la fundación de México Tenochtitlan. La segunda, aproximadamente en 1390, durante el gobierno de Acamapichtli. La tercera etapa, en 1431, durante el gobierno de Izcóatl. La cuarta, entre 1454 y 1469, en el de Motecuzoma Ilhuicamina (hay quienes afirman que la segunda parte de esta etapa fue construida por Axayácatl). La quinta, 1482, en el de Tízoc. La sexta, 1500 y 1502, durante el mandato de Ahuízotl. La séptima, entre 1500 y 1521, en el gobierno de Motecuzoma Xocoyotzin.
LA CUENTA DEL TIEMPO
En la cultura nahua, la forma de medir el tiempo del día y la noche era por medio de nueve episodios rituales en los cuales los sacerdotes ofrendaban incienso de copal a Tonátiuh, «Sol», y a Yohualtecutli, «el Señor de la Noche».
El cemílhuitl, «día», se dividía en cuatro episodios rituales |
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1. Hualmomana |
«Se extiende el sol» |
Aproximadamente a las seis de la mañana |
Sólo en el hualmomana los sacerdotes mexicas se sangraban, saludaban al sol, ofrendaban incienso de copal y sacrificaban codornices. Las personas ayunaban. |
2. Tlacualizpan |
«Momento de comer» |
Alrededor de las nueve de la mañana |
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3. Nepantla Tonátiuh |
«El sol está en medio» |
Entre la una y dos de la tarde |
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4. Oncalaqui Tonátiuh |
«El sol se mete» |
Hacia las seis de la tarde |
El ceyohual, «noche», se dividía en cinco episodios rituales |
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1. Tlapoyahua |
«Es noche» |
Poco después de la puesta del sol. Los mexicas saludaban por primera vez al Señor de la Noche |
Sólo en el tlapoyahua los sacerdotes mexicas saludaban al señor de la noche y ofrendaban incienso de copal. |
2. Netetequizpan o netequilizpan |
«El momento de acostarse» |
Ocurría a las nueve de la noche |
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3. Tlatlapitalizpan / in ícuac xelihui Yohualli |
«Al momento de soplar en flautas o conchas» /«cuando se divide la noche» |
Correspondían a las 12 de la noche |
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4. Ticatla o yohualnepantla |
«A medianoche» |
Hacia la una o las dos de la mañana |
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5. Tlathuináhuac |
«Cerca del alba» |
El momento de la aparición de Venus como estrella matutina |
LA CUENTA DE LOS DÍAS
En la cultura nahua, no existe el concepto de semana (del latín septem, «siete»), ciclo compuesto por siete días seguidos, sino que es un periodo de 20 cemílhuitl, «días», consecutivos, llamado cempoallapohualli, «la cuenta de las veintenas». Cada uno de estos 20 cemílhuitl tiene un nombre (como en la cultura occidental los días de la semana, de lunes a domingo), con la diferencia de que cada uno de estos 20 días está asociado a una deidad, es decir: el día Cipactli se relaciona con el dios Tonacatecutli; el día Ehécatl con el dios Quetzalcóatl, y así. A continuación, el lector encontrará el nombre de la deidad asociada debajo del nombre del cemílhuitl, «día».
LOS NÚMEROS EN NÁHUATL DEL 1 AL 13
Cada uno de los 20 días se combina con 13 números. La combinación es muy amplia, lo cual se demostrará más adelante.
EL TIEMPO Y LOS CUATRO TEZCATLIPOCAS
Los cuatro Tezcatlipocas representaban los principales fenómenos astronómicos solares y cada uno tenía asignada la fiesta de acuerdo al cuadrante que le correspondía: Tezcatlipoca azul Huitzilopochtli, sur, veintena panquetzaliztli, poco antes del solsticio de invierno. Tezcatlipoca rojo, Xipe Tótec, oriente, veintena tlacaxipehualiztli, durante el equinoccio de primavera. Tezcatlipoca negro, norte, veintena tóxcatl, primer paso del sol por el cenit antes del solsticio de verano. Tezcatlipoca blanco, Quetzalcóatl, veintena xócotl huetzi, poco antes del equinoccio de otoño.
Las fiestas de los cuatro Tezcatlipoca estaban asignadas al cuadrante que les correspondía.
Los mexicas y los mayas utilizaban las mismas medidas temporales: un día era un tonalli230 mexica y un k’in maya. Un xíhuitl, «año mexica», constaba de 360 días, más cinco días nemontemi, en total 365 días. Los mayas tenían el tun, equivalente a 360 días, más cinco días wayeb, que hacían un haab, «año de 365 días». El tonalpohualli, «calendario de 260 días», entre los mexicas es el tolk’in entre los mayas, derivado de una palabra k’iche, «quiché», que significa «el orden de los días».
El fin que perseguía el calendario anual o xiuhpohualli era establecer una correspondencia entre la sucesión de las fiestas y los ciclos naturales del sol, las lluvias y el maíz, así como regir los rituales públicos y la recaudación de tributos. Con este propósito subdividía el año en meses de 20 días, pero no permitía dar un nombre a los días ni seguir el desarrollo de los años. Esta tarea le correspondía a otro tipo de calendario: el tonalpohualli, formado de dos voces: pohualli, «cuenta», y tonalli, que significa a la vez «sol, día y destino», que suele designarse como calendario ritual o adivinatorio. Este cómputo comprendía ciclos de 260 días que se repetían a lo largo de todos los años solares sucesivos. Mesoamérica es el único lugar del mundo que inventó un calendario de 260 días, número que no corresponde al periodo sinódico de ningún astro, pero que permite relacionar entre sí distintos ciclos naturales. Este calendario sólo pudo inventarse tras siglos, e incluso milenios de observaciones reiteradas, dentro de una amplia área cultural. De ahí que para abordar el tonalpohualli sea preciso arraigar el calendario en el pasado mesoamericano, y no solamente mexica, y concebir el tiempo como un complejo engranaje de ciclos.
El tonalpohualli constaba de 20 trecenas, que resultan de la combinación de 20 signos con 13 números.231
LA CUENTA DE LAS VEINTENAS
El xiuhpohualli, «calendario anual o solar de 365 días», está dividido en 18 veintenas. Veinte días forman un metztli, «luna». Dieciocho meztlis forman un año de 360 días. Cada uno de estos 18 meztlis o veintenas tiene un nombre.
De acuerdo con Fray Toribio de Motolinía,
[…] los meses todos comienzan en la misma figura que comienza el año debajo del número que les viene, ejemplo: este año es 5 calli xíhuitl (1549), todos los meses de este año comienzan en calli con el número que le cabe en el caracol arriba, y hace de notar que así como en la rueda de 52 figuras hace en 52 años por su curso que lo mesmo hace la rueda de las 20 figuras que en 52 años hace su curso mayor, porque debajo de un mesmo número no será un mesmo día dentro de 52 años, salvo el año bisiesto que en una figura hace dos días como abajo parecerá, el curso menor hace en 260 días.232
El Códice Telleriano nos dice: «los mexicas cuentan el día, desde mediodía hasta otro día a mediodía».
Para el año matlactli tochtli, «diez conejo: 2022», las veintenas comienzan de la siguiente manera:
Veintena 1: Atlcahualo, «en donde se detienen o bajan las aguas» (del 25 - 26 de febrero al 16 de marzo), celebraba al dios Tláloc y a sus ayudantes, los tlaloques.
Veintena 2: Tlacaxipehualiztli, «fiesta de los desollados», (del 17-18 de marzo al 6 de abril), celebraba a Xipe Tótec con el sacrificio de prisioneros de guerra.
Veintena 3: Tozoztontli, «vigilia pequeña» (del 6-7 al 26 de abril), celebraba a Coatlicue con las cosechas y la abundancia de maíz.
Veintena 4: Huei tozoztli, «vigilia grande» (del 26-27 de abril al 16 de mayo), celebraba a Chicomecóatl y Cintéotl por el maíz.
Veintena 5: Tóxcatl, «sequedad o falta de agua» (del 16-17 de mayo al 5 de junio), celebraba a Tezcatlipoca y Huitzilopochtli.
Veintena 6: Etzalcualiztli, «acción de comer etzalli» (del 5-6 al 25 de junio), celebraba a Tláloc por la abundancia.
Veintena 7: Tecuilhuitontli, «fiesta pequeña de los señores» (del 25-26 de junio al 15 de julio), celebraba a Huixtucíhuatl, la diosa de la sal y de las aguas saladas.
Veintena 8: Huei Tecuílhuitl, «fiesta grande de los señores» (del 15-16 de julio al 4 de agosto), celebraba a Xilonen y Xochipilli.
Veintena 9: Tlaxochimaco, «estera de flores o tierra florida» (del 4-5 al 24 de agosto), celebraba a los dioses llevándoles flores por la mañana.
Veintena 10: Xócotl Huetzi, «cuando madura la fruta» (del 24-25 de agosto al 13 de septiembre), celebraba a los muertos, para ello derribaban un tronco colocado en el Recinto Sagrado en la veintena anterior, ayunaban tres días seguidos en honor a sus muertos y el día de la fiesta subían a los techos de sus casas y los llamaban.
Veintena 11: Ochpaniztli, «acción de barrer» (del 13-14 de septiembre al 3 de octubre), celebraba a las deidades de la tierra, el maíz y el agua; hacían ayuno y penitencia, y luego sacrificaban a una esclava que personificaba a Atlatónan, «nuestra madre del agua», comían tortillas, tomates y sal. Al día siguiente, sacrificaban a una niña de entre 12 y 13 años, a la cual vestían como Chicomecóatl, diosa del maíz.
Veintena 12: Teotleco, «bajada del dios» (del 3-4 al 23 de octubre), celebraba la llegada de los dioses a la tierra y a Huehue téotl, «dios viejo», dios del fuego terrestre.
Veintena 13: Tepeílhuitl, «fiesta de los montes» (del 23-24 de octubre al 12 de noviembre), celebraba a los tlaloque, ayudantes de Tláloc y señores de las montañas y la lluvia.
Veintena 14: Quecholli, «flecha arrojadiza» (del 12-13 de noviembre al 2 de diciembre), celebraba a tlacoquecholli, «mitad de quecholli», y quechollami «termina quecholli», en la cual hacían flechas en el teocali de Huitzilopochtli y honraban a los guerreros muertos.
Veintena 15: Panquetzaliztli, «despliegue de banderas» (del 2-3 al 22 de diciembre), celebraba a Huitzilopochtli.
Veintena 16: Atemoztli, «abajamiento de las aguas» (del 22-23 de diciembre al 11 de enero), celebraba a los tlaloque, ayudantes de Tláloc y señores de las montañas y la lluvia.
Veintena 17: Títitl, «vientre» (del 11-12 al 31 de enero), celebraba a Ilmatecutli, «señora vieja», otro nombre de Teteo Innan, «la madre de los dioses», y a Mishcóatl, dios de los guerreros muertos en combate.
Veintena 18: Izcalli, «crecimiento» (del 31 de enero al 20 de febrero), celebraba a Xiuhtecutli, dios del fuego.
Días nemontemi, del 21 al 25 de febrero.
Dieciocho veintenas suman 360 días, más los cinco días llamados nemontemi, «días aciagos» o «días en vano», porque no pertenecen a una divinidad y no cuentan en el ámbito religioso; sin embargo, sí se integran en la sucesión calendárica de los días para completar los 365 días del año. Esto significa que no hay un solo modelo calendárico de las veintenas del año, sino cuatro, llamados: ácatl, «carrizo»; técpatl, «pedernal»; calli, «casa», y tochtli, «conejo». Es decir que el año comienza en la misma veintena llamada atlcahualo y termina en la veintena izcalli, pero pocas veces inicia en el mismo día y número, como lo hacemos en el calendario gregoriano, que comienza el primero de enero. El matlactli tochtli xíhuitl, «año diez conejo», inicia el 17 de marzo de 2022 con la veintena tlacaxipehualiztli y el día «dos conejo»; le siguen «tres agua», «cuatro perro», hasta llegar al «trece lluvia». El próximo signo «flor» ya no lleva el número 14, sino que reinicia la numeración en uno. Por lo tanto, la segunda trecena empieza con el día «uno flor» y termina con «trece hierba», ubicándose en la siguiente veintena, que en este caso corresponde a tozoztontli.