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—¡No te rindas! Inténtalo todo. ¡Deprisa!

Es Mermah el que habla.Tiene dos años más que tú y ha viajado mucho por el espacio.

—¿Qué crees que va a pasarnos, Mermah?

—Quién sabe —te responde.

La cápsula espacial sufre una sacudida: ha sido atrapada por el campo gravitacional y os adentráis por un túnel. A ojos de un observador externo, los agujeros negros parecen oscuros porque la luz no puede escapar de su campo gravitacional; sin embargo, toda la energía y toda la luz quedan atrapadas en su interior. El túnel está muy iluminado, pero su intensa claridad no te hiere los ojos.

De repente te encuentras en una sala gigante. No, no es una sala; en realidad es el interior del agujero negro. Es un prisma gigantesco de miles de kilómetros. Ya no tienes miedo, y Mermah y tú abandonáis la cápsula espacial para empezar una vida en este nuevo mundo.

Aquí reina la paz y sus habitantes son amables y están ansiosos por daros la bienvenida. Nadie tiene prisa y el trabajo resulta placentero. Hay comida y vivienda para todos. Es un mundo estupendo.

FIN